Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, afirmó que el ataque aéreo en la zona de Ráfah, en el sur de la Franja de Gaza, en el que murieron decenas de palestinos, no pretendía causar víctimas civiles y será investigado.
“En Ráfah ya hemos evacuado a cerca de un millón de residentes no combatientes y, a pesar de nuestro máximo esfuerzo por no dañar a los no combatientes, algo salió trágicamente mal, por desgracia”, dijo en un discurso en el Parlamento que fue interrumpido por los gritos de los legisladores de la oposición.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, calificó de “grave incidente” el bombardeo en la víspera del Ejército sobre la ciudad de Ráfah, que dejó al menos 45 muertos la noche del domingo en un campo de desplazados de Rafah.