En el libro ‘Culiacán, culiacanes, culiacanazos’ ofrece una reflexión ante el silencio y la normalización de la violencia
En 13 escritos culichis Ronaldo González Valdés plantea una reflexión ante el silencio y la normalización de la violencia en la ciudad. Lo hace porque aquí nació y ha visto el desarrollo que ha tenido.
Le preocupa cómo después de haber sido tomada en dos ocasiones por el crimen organizado, todo sigue igual. Como sociólogo tenía la obligación al menos de escribirlo.
De ello resultó: Culiacán, culiacanes y culiacanazos, un libro que con epílogo del estudioso Oswaldo Zavala, divide en cinco partes una visión crítica de los temas que, a su juicio, deberían estar en el primer orden de discusión.
Aborda en los textos, los culiacanazos de 2019 y 2023, el crimen del periodista Javier Valdez, el de El Pirata de Culiacán, a la ciudad que transitó entre dos siglos y las vivencias de la pandemia.
“Me motivó sobre todo esa necesidad de que los estudiosos tenemos que hacer un acto de conciencia sobre lo que vivimos y abramos un paréntesis para romper esa inercia en la que nos hemos movido en los cubículos”, señaló.
“Los académicos participan en congresos, en mesas redondas, ponencias, pero yo me pregunto hasta qué punto con nuestro trabajo estamos incidiendo en la vida social en general”.
La desconexión con la realidad
Para el académico universitario, existe una desconexión con la realidad. Ante la violencia llamar a la resiliencia no ha sido la mejor estrategia, pues no se atacan las problemáticas de fondo.
“Me parece claro que estamos muy desconectados, esto obedece a que de algún modo nos rendimos al sistema meritocrático, que todo lo cuantifica”, aseguró.
“Los investigadores constantemente abordamos un tema específico y de esa parcela no salimos, de una narrativa tiesa, casi enyesada, que vuelve muy complicado y difícil el acceso al ciudadano interesado en los temas que abordamos”.
González Valdés señaló que se ha preocupado porque su narrativa pueda ser conocida por un público general y se pueda generar una discusión.
“Me pareció interesante reunir en bloques temáticos mis últimas colaboraciones sobre Culiacán, mi ciudad en este libro, ligados por una pregunta: ¿Qué ha ocurrido en la ciudad?, desde los años 60, década en la que nací y viví en El Coloso, en una pequeña casa de obreros y después por el Madero” detalló.
“Me tocó ser parte de las cáscaras futboleras en aquel apacible Culiacán que no rebasaba los 60 mil habitantes y ver esos cambios vertiginosos, que sacudieron la vida de generaciones como la mía”.
Culiacán tres veces
Culiacán, culiacanes, culiacanazos, explicó González Valdés le permitió identificar las diferencias en la ciudad en la que nació y que hoy vive.
“La ciudad creció demográficamente, se vino el narcotráfico, el milagro agrícola sinaloense y esa versión que todo sería bueno, pero que al final fue todo un espejismo que trajo desigualdad social, miseria y grandes problemas de violencia”, apuntó.
De la violencia que se vive en el estado, dijo que hay que hablar y no ver los discursos placebos que se generan a partir de ella.
“Hay que hablar de este tema, abrir paréntesis, romper una inercia, hacer un acto de conciencia para preguntarnos qué es lo que está pasando, de dónde vienen estos problemas”.
“No se puede convocar a la resiliencia, invitando a sacar las fortalezas, lo mejor de sus ciudadanos, sus atardeceres, porque nadie está dispuesto a atacar esta problemática de fondo”.
En el libro, contó que dedicó un espacio al asesinato del periodista Javier Valdez, quien movido por estas causas y no estar dispuesto a callar, realizó un periodismo que sustituyó las carencias de las autoridades.
“Cuento aquí mi relación de amistad con él, su paso por distintos medios de comunicación y el periodismo que ejerció por una preocupación que debería ser de todos”.
Este ejemplar publicado por Ediciones El Lirio será presentado en la Feria Internacional del Palacio de Minería a finales del mes.
Artículo publicado el 18 de febrero de 2024 en la edición 1099 del semanario Ríodoce.
