Hace más de 120 años se descubrió el primer caso de enfermedad de Alzheimer. El caso fue el de una mujer de 51 años y, aunque su edad al momento de mostrar signos de demencia no es común, su género sí: dos de cada tres casos de Alzheimer son de mujeres.

Esta particularidad tiene una, o mejor dicho varias explicaciones. La primera es la edad.

Existe una mayor esperanza de vida para las mujeres, que tienden a superar los 85 años de vida con más frecuencia que los hombres, por esta simple razón, la edad es un factor, paradójicamente, en su contra.

Aun así, el factor edad no revela porqués clínicos. Entonces, ¿dónde se justifica el factor género en la alta prevalencia en mujeres? Al parecer la respuesta está en biología de la mujer, específicamente, en los estrógenos.

Los estrógenos son grupos de hormonas claves para la actividad reproductiva femenina. Estas son producidas principalmente en los ovarios, pero que también son producidas en menor medida en las glándulas suprarrenales, el tejido graso y el cerebro.

Adicional a las funciones reproductivas, los estrógenos tienen funciones cerebrales y cognitivas, así como metabólicas, como la regulación vascular, el metabolismo de grasas y carbohidratos o la mineralización ósea.

El hipocampo, región del cerebro implicada en la memoria y el aprendizaje, se ve afectada en pacientes de Alzheimer desde el inicio del padecimiento. Y precisamente esta zona tiene dos tipos de receptores estrogénicos, por lo tanto, la pérdida de estrógenos debido a la menopausia podría estar relacionada con este tipo de demencia.

Otro factor a tener en cuenta es la microbiota. La microbiota no es más que el conjunto de bacterias que viven en nuestro intestino. Este ecosistema bacteriano mantiene una relación estrecha con las hormonas y la salud cerebral.

Un grupo específico de bacterias llamado estroboloma tiene funciones que ayudan a regular los niveles de estrógenos, por lo que una población deficiente de este tipo de bacterias podría afectar negativamente a la nivelación hormonal.

Un último factor es el estrés. En la actualidad, la mujer se ve expuesta a una mayor carga de estrés, alternando las labores del hogar y la vida laboral.

Un estudio de la Facultad de Medicina John Hopkins concluyó que “en situaciones de estrés repetido el nivel de hormonas aumenta y daña el hipocampo, una parte del cerebro muy relacionada con el desarrollo de enfermedades neurológicas como el Alzheimer”.

Artículo publicado el 27 de agosto de 2023 en la edición 1074 del semanario Ríodoce.