Las últimas dos semanas han sido confusas e intimidatorias para algunos de los alumnos de la Universidad Autónoma de Sinaloa, que de acuerdo a sus testimonios, se sienten en medio de una lucha de poder.

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La entrada en vigor de la Ley de Educación Superior ha generado que se midan fuerzas entre el gobernador Rubén Rocha Moya y Héctor Melesio Cuen Ojeda, líder del PAS.

Y en medio, los alumnos, profesores y personal administrativo que polarizan sus opiniones respecto a lo que consideran una intromisión del gobierno estatal, y otros la oportunidad de hacer una limpia.

Hasta los padres de familia fueron involucrados, comentó un grupo de alumnos.

Cursan el nivel superior, y pidieron mantener bajo reserva su identidad para emitir sus opiniones.

Dijeron que la semana pasada fueron citados los padres de familia, pero que fueron muy pocos, no se les dijo el motivo de la reunión. Finalmente, comentó un profesor, a los padres de familia solo se les mostraron las instalaciones e informaron que se estaba trabajando de manera normal.

Señalan encuestas ‘amañadas’

Una coordinadora académica entró al salón a media clase y les pidió responder una encuesta impresa, aunque días antes a algunos grupos se les hizo llegar un enlace para hacerlo de manera virtual.

Nadie les explicó el objetivo de dicho sondeo, tampoco si se darían a conocer los resultados, solo recibieron la indicación de responderla.

Fueron cinco preguntas, todas de opciones múltiples, de la “Encuesta Universitaria”, con la indicación “Encierra la respuesta que consideres más adecuada”.

“¿Te sientes Orgulloso de que la UAS sea la universidad más grande del noroeste de México y con los mejores indicadores en esta región del país?”, fue la primera.

Las opciones a) Me siento muy orgulloso, b) Me siento algo orgulloso, c) No me siento orgulloso.

Antes de responder, una alumna leyó todas las preguntas y dijo que se percató que eran tendenciosas.

“¿Estás a favor de que el Consejo Universitario, nuestra máxima instancia de gobierno y órgano que representa a todos los universitarios, sea el mecanismo encargado de renovar autoridades o se recurra a algún procedimiento electorero del pasado?”

Las opciones de respuesta fueron:

“a) A través de la representación democrática del Consejo Universitario

b) Por otro medio electorero (tachadura)”.

La respuesta de la alumna no se hizo esperar, y aunque no había espacio para emitir una opinión propia, respondió “esto es tendencioso y condicional”.

La última pregunta era respecto a qué universidad preferían en casa sus papás o familiares, si la UAS del presente con instalaciones propias y educación de calidad y prestigio o la del pasado, con huelgas que provocaban la suspensión de clases perjudicando la educación.

“No prefiero ninguna, ni antes ni ahora tiene instalaciones apropiadas, no hay buenas condiciones para los trabajadores y estudiantes”, respondió.

Entrevistada por Ríodoce, la alumna criticó la manera en la que fueron formuladas las preguntas.

“Te sentías obligado a halagar a la universidad de una u otra manera porque todas las preguntas eran “halágame, soy lo máximo, estaban formuladas para dejar bien a la universidad; o bien, o más o menos, o muy mal”, explicó.

“Y el día de ayer (miércoles) se nos aplicó la misma encuesta, pero de manera presencial; llegó la coordinadora de turno, nos llevó unas hojas y hicieron responder, no nos obligaron, pero pues estaba ahí, (y nosotros) comprometidos en una clase, a llenar el formulario, las mismas preguntas, y de igual manera, anónima”, mencionó.

Con sus compañeros, dijo, comentaron que les parece una tontería que los incluyan en ese tipo de encuestas, pero no se les permita expresarse como deberían.

Todos respondieron, y los que faltaron ese día lo hicieron de forma digital, aunque nadie les explicó para qué era ni cuando se darían a conocer los resultados.

“Lo único que sabemos es entre pláticas con maestros y lo que podemos investigar en internet, a nosotros nadie se nos ha acercado a decir qué está pasado o si es una situación delicada para la universidad o algo donde realmente nos hagan parte de esto”, comentó.

Entre los maestros se dividen opiniones, agregó, unos se van directamente a la política y otros a la autonomía de la universidad.

“Y la mayoría concluye en que la universidad es autónoma y que el gobierno no tendría por qué forzar la toma de decisiones, y entre el grupo hemos comentado que efectivamente no tendría por qué entrar, pero que la intención está bien, la propuesta de que se vuelva a tomar en cuenta al alumnado para elegir al rector”, explicó.

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Lo que no es bien visto, dijo, es que el gobierno quiera imponer su autoridad para que se hagan esos cambios.

También se cuestionan el porqué la UAS no quiere regirse por la nueva ley, y llegan a la conclusión de que de fondo se trata de la intromisión del Partido Sinaloense (PAS).

“Nos decían que hay un partido político de por medio, el PAS, la mayoría de mi grupo somos foráneos, de otros estados (Sonora, San Luis Potosí y Guadalajara), y no estamos enterados de la situación del partido político, somos de primer año, tampoco sabemos cómo funciona un rector o un vicerrector”, dijo.

“Vemos una lucha de poder, está cayendo en la política, es lo que vemos nosotros, no sé si estamos equivocados o no, pero estamos hablando del gobierno de Sinaloa contra el partido político que fundó la UAS o que está influyendo ahorita dentro de la UAS”.

Lo cierto, dijo, es que tienen confundidos a los alumnos, a quienes se les entregaron panfletos denostando al rector y otros defendiendo la autonomía.

Artículo publicado el 12 de marzo de 2023 en la edición 1050 del semanario Ríodoce.