El escritor recibió recientemente el Premio Mazatlán de Literatura; en Culiacán presenta su nueva novela
Recibió el Premio Mazatlán de Literatura, pero a David Toscana, no solo eso lo trajo de regreso a Sinaloa. Desde hace muchos años entabló amistades, lectores y una empatía por estas tierras.
Estar aquí le mueve recuerdos. Nada le es extraño, conoce el pulso de la ciudad y la empatía de la misma y de alguna manera, es su escenario para reafirmar que la literatura es una vocación.
“Siempre he tenido mucha relación con Sinaloa, tengo amigos, historias, ahora incluso mi editor en España, es Eduardo Ruiz Sosa, quien cuando venía a dar talleres a Culiacán era uno de los pupilos. Siempre he estado regresando también a Los Mochis y Mazatlán”, señaló.
“Un premio es siempre muy deseado, pero no esperado. Uno nunca considera ganarlo, pero cuando te enteras que se lo gana otro, dices ¡ay! me lo hubiera ganado, pero cuando me llamó Juanjo para avisarme que había ganado fue bastante sorpresivo. De todos los premios, que he ganado, es el más bonito, sólido, emotivo”.
Universo ‘toscaniano’
Toscana con todo el respaldo de premios nacionales e internacionales y una literatura propositiva comentó que más que una profesión, su oficio nunca se jubila. Puede llegar a cualquier edad y tener ese derecho de seguir apasionándose.
Con la nueva novela: El peso de vivir en la tierra y que presentó en la Facultad de Filosofía y Letras de la UAS, afirmó que mantiene ese universo ‘toscaniano’ que ha distinguido toda su obra literaria.
Esto tiene qué ve con Kafka, en el que los personajes viven en un mundo real o imaginario, de un lado a otro.
“Tenía muchos años leyendo literatura rusa y enamorado de ella y no sé si me cayó del cielo o del techo, la idea de combinar una especie de Quijote con la literatura rusa”, señaló.
“En mi casa no había libros, solo El Quijote y la novela Crimen y Castigo, esa mezcla está aquí en este libro, muy a pesar de que nos están ganando la partida las series, ahorita todo mundo las ve”.
Universo de libros
El escritor regiomontano, señaló que cada que sale una serie parece que todos las califican como obras maestras, mientras que a la literatura la critican.
“Cuando sale una novela, se empieza a hablar mal de ellas, pero cuando es una serie, se dice que es maravillosa, una obra maestra, aunque la puedas ver comiendo papas fritas, yo como no tengo televisión, ni pantallas, ni redes sociales, vivo en mi universo de libros”.
Toscana, indicó que hay que vivir los clásicos, son quienes brindan la oportunidad de tener juicios sobre la literatura.
Artículo publicado el 19 de febrero de 2023 en la edición 1047 del semanario Ríodoce.
