El mensaje de JGL a AMLO

El mensaje de JGL a AMLO

Dos semanas después del segundo “Culiacanazo” y la detención de Ovidio Guzmán López, y una semana después de la visita del presidente Joe Biden a Palacio Nacional, y a unos días de que empiece el juicio contra Genaro García Luna, el abogado José Refugio Rodríguez, trasmitió un mensaje verbal al presidente López Obrador de su cliente Joaquín el Chapo Guzmán que, como se sabe, se encuentra en una celda del penal ADX en Florence, Colorado, cumpliendo una condena de cadena perpetua.

Y, para ello el abogado solicitó una entrevista al periodista Ciro Gómez Leyva, que le fue concedida en Radio Fórmula, donde el abogado sinaloense dio una explicación detallada de las presuntas condiciones en que se encuentra su cliente desde 2017 cuando fue extraditado y encerrado en celdas estadounidenses (mala alimentación, nulos contactos con otros internos y falta de correspondencia, escasas visitas familiares y menos personal de derechos humanos, ninguna salida para recibir los rayos del sol, etc.) lo que, a su juicio, viola el convenio de extradición que tiene el gobierno de Estados Unidos de Norteamérica con México.

Por lo que solicita al presidente López Obrador que su gobierno revise los términos del convenio y al demostrarse que su contraparte, no ha cumplido sus términos, litigue para que sea regresado a México donde tiene procesos penales abiertos.

Hasta aquí, es un SOS de un condenado que busca un respiro, que siente que le violan sus derechos humanos y busca ayuda en las autoridades de su país.

Quizá lo sorprendente es que no lo haga formalmente por escrito y la vía diplomática, aunque el abogado Rodríguez en la entrevista, haya dicho que envió un mensaje por WhatsApp a Esteban Moctezuma, el embajador de México en los Estados Unidos y que nunca recibió respuesta de esa representación.

Entonces, utiliza el programa de Ciro Gómez Leyva para hacer la solicitud y de paso dar cuenta de visibilidad en la vida pública mexicana.

El llamado de Guzmán Loera llega cuando el tema de la detención de su hijo Ovidio ha dejado las primeras planas y los pobladores de la sindicatura de Jesús María, han dejado la protesta y regresado a su comunidad donde estarían recibiendo apoyos para subsanar daños materiales; ahora, la expectación está puesta en la presunta relación que Genaro García Luna, el exsecretario calderonista de Seguridad Pública sostenía con los líderes del Cártel de Sinaloa.

Pero, también, cuando el Cártel podría haber asumido el golpe que representa la detención de Ovidio Guzmán y, aparentemente, la situación en Culiacán, en Sinaloa, ha vuelto a recuperar la calma aun cuando siguen llegando al estado militares y guardias nacionales itinerantes y disuasivos.

No se sabe de nuevas detenciones y existe un velo sobre el quehacer cotidiano de estas fuerzas del sistema de seguridad.

Hasta el momento de escribir este artículo el gobierno federal se ha contradicho con las declaraciones de Marcelo Ebrard para quien es un caso cerrado y, la del propio presidente, que ha dicho que si auxiliarán.

No obstante, no se necesita ser un especialista en lenguaje cifrado, para interpretar que algo podría haberse roto con la detención de Ovidio y eso, está claro, luego de más tres años donde prácticamente no pasó nada y los cotos de poder se mantuvieron inalterados y, seguramente, en la nueva fase, probablemente no se repitan, al menos un tiempo este tipo de actuaciones binacionales.

O, quizá no, lo sucedido, podría ser parte de las reglas de entendimiento que datan de los años setenta cuando se toleraba la operación criminal, pero sin “calentar la plaza”, porque de esa manera todos salían ganando y se lograba un cierto equilibrio virtuoso.

Y eso, dirán, no se estaba cumpliendo, más la afrenta de octubre de 2019, llamaba a reencauzar el barco y recuperar los equilibrios y quizá, por eso, la solicitud de Joaquín Guzmán que pudo haberse trasmitido antes del segundo jueves negro, el segundo Culiacanazo, es comedida inscrita en una formalidad dentro de una informalidad al utilizar un programa de noticias para trasmitirla al presidente y al pueblo de México.

O, más sencillo, se hizo para congraciarse con el presidente Biden que es un convencido de que hay que detener la producción de fentanilo que según su dicho en 2022 causó la muerte de 100 mil de conciudadanos estadounidenses.

Hay quienes con cierta sorna se preguntan si el presidente López Obrador se atreverá a volver a Badiraguato —que, recordemos, se comprometió volver en este mes— y, es muy probable, que no vuelva en meses, pero en algún momento volverá, antes de que termine su gestión presidencial porque esta su talante, claro, cuando lo haga, lo hará con todas las seguridades de manera que si alguien se atreviera actuar contra él se encontraría con una barrera.

Al tiempo.

Artículo publicado el 22 de enero de 2023 en la edición 1043 del semanario Ríodoce.

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