Comunidades yoremes bajo ataque

JUNTA INDÍGENA. Siguen las agresiones a los indígenas.

En la víspera de la consulta indígena por la planta de amoniaco en Topolobampo, en Guasave se desató la violencia

La turba llegó armada con machetes y garrotes y como marabunta arrasó con todo lo que tuvo enfrente: tasajeó a los hombres, traumatizó a ancianos, aterrorizó a niños y golpeó mujeres, y de paso robó las imágenes de San Isidro Labrador, que da el nombre al centro ceremonial yoreme-mayo de Juan José Ríos, Guasave.

El ataque fue perpetrado por los seguidores de Manuel de Jesús Valenzuela Pabalay, hipotético líder local impuesto por el Consejo Supremo Estatal de Kobanaros y Pueblos Indígenas Yoremes-Mayos de Sinaloa y solapado por el gobierno local y del Estado de Sinaloa, por su proclividad a aceptar y promover la construcción de la planta de amoniaco en Topolobampo. 17 fiesteros disidentes resultaron con heridas diversas. Uno de ellos permanece internado en el hospital general de Los Mochis “Jesús Kumate García”, aseguró la alférez mayor, Nayeli Limón Ruiz, quien estuvo presente.

Las víctimas preparaban los festejos del santo patrono el pasado domingo, y levantaban la enramada, en donde se realizarían los ritos sagrados. Estos no se percataron que agazapados entre los yoremes, mozalbetes metían al recinto palos, garrotes, machetes y palas, protegidos por policías municipales.

Cuando la oscuridad reinó, a las 21:00 horas del jueves 12 de mayo, el ataque se consumó. La turba se lanzó contra los yoremes, iniciándose la agresión.

Aunque los agredidos llamaron a la policía para que detuviera el ataque, los agentes no respondieron. Los agresores se dispersaron sólo cuando la Guardia Nacional arribó, pero de paso se robaron las imágenes del santo patrono.

No era la primera vez que los fiesteros son agredidos, porque justo en la Semana Santa, los falsos yoremes de Valenzuela Pabalay quemaron la enramada; sin embargo, la fiesta religiosa no se suspendió.

Mientras los agredidos eran auxiliados por paramédicos y trasladados a hospitales, los agresores se ocultaron.

La mañana del viernes, mientras los lesionados interponían las denuncias penales por los hechos en la sede local de la Fiscalía Regional de Justicia, los de Pabalay se entrevistaban con la síndica de Juan José Ríos, Margarita González Mendoza, pidiendo respaldo a los hechos de la noche anterior.

Limón Valenzuela aseguró que no sólo la síndica respalda a los agresores, sino también la policía municipal y la diputada local, Aurelia Leal, a través de su operadora, Martha Obeso.

Para la alférez mayor de los fiesteros yoremes, la causa de la confrontación es apoderarse del centro ceremonial San Isidro Labrador porque es allí en donde se realizará la consulta indígena para determinar la procedencia o no de la planta de amoniaco en territorios de Topolobampo.

Incluso, explicó, Manuel de Jesús Valenzuela Pabalay, es un yoreme repudiado por el pueblo, pero sostenido por el membrete del Consejo Supremo Estatal de Kobanaros y Pueblos Indígenas Yoremes-Mayos de Sinaloa que fundó Librado Bacasegua Elenes para apoderarse de los apoyos a las etnias, cuando fue expulsado de su centro ceremonial por haber traicionado los usos y costumbres.

Limón Valenzuela consideró que los nuevos hechos probablemente sean auspiciados desde el Congreso de Sinaloa, porque está involucrada la diputada local, Aurelia Leal, desde el gobierno de Rubén Rocha Moya a través del alcalde, Martín Ahumada Quintero y de la síndica, Margarita González Mendoza que forzaron a la policía s mantenerse ajena y todos a favor de Gas y Petroquímica de Occidente (GPO), que promueve la planta de amoniaco y financia a grupos contrarios a los yoremes.

En tanto los feligreses del centro ceremonial San Isidro Labrador están bajo ataque, los de la Virgen del Carmen, en Ohuira, son hostigados desde el gobierno de Sinaloa, de Rocha Moya y del municipal de Gerardo Octavio Vargas Landeros con la imposición oficial del falso cobanaro, Teodoro Castañeda.

Felipe Valenzuela Montaño, cobanaro respaldado por la comunidad, se deslindó de los acuerdos que Castañeda suscribe con los gobiernos, pues carece de representación ética que se da bajo una enramada y en votación a mano alzada.

Dijo que conforme a sus usos y costumbres, este no ha sido destituido porque nunca fue elegido, por tanto la representación que le otorgan ejidatarios, el gobierno y las huestes de Librado Bacasegua Elenes, es ilegítima.

Pidió a los entes oficiales dejar de manipular a incondicionales para desestabilizar a la etnia opositora a la planta de amoniaco, pues la determinación ya fue tomada: no a la instalación.

Valenzuela Montaño consideró que hasta ahora se ha mantenido firme la oposición y ninguna amenaza, advertencia y la segregación de apoyos y obra pública los ha podido doblegar. “Estamos resueltos a defender el territorio, incluso, con la vida misma”, dijo.

Artículo publicado el 15 de mayo de 2022 en la edición 1007 del semanario Ríodoce.

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