La petrolera Baker Hughes, reconoció en un comunicado que la casa ubicada en Houston donde habitó José Ramón López Beltrán, hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, era de un exempleado de la compañía.
De esta manera, en un comunicado, la empresa Baker Hughes se deslindó de la sombra del conflicto de interés al explicar que no tiene ni tuvo una relación directa o indirecta con esta casa y que más bien, la propiedad era de uno de sus trabajadores, que había dejado el barco en 2019.
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“El inmueble nunca ha sido propiedad ni administrado directa o indirectamente por Baker Hughes. Baker Hughes no estuvo involucrado en la supuesta transacción. La casa es una propiedad privada que, según los registros públicos, pertenecía a un exempleado que dejó la empresa en 2019″ se lee en el texto compartido por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
Según MCCI , la petrolera olvidó aclarar que dicho exempleado fue uno de los presidentes de la compañía y que cuando José Ramón se mudó a la mansión, él todavía ejercía un cargo dentro de la compañía.
En el comunicado Baker Hughes dijo que Keith Schilling solo es un “exempleado”, aunque no mencionaron su nombre, y según dejó la compañía en 2019, aunque, segúnel portal Latinus, Schilling mantiene en su perfil de LinkedIn que perteneció a la compañía hasta enero de 2020.
Además Baker Hughes aprovechó para aclarar que la empresa “está comprometida con estrictas normas de anticorrupción y rendición de cuentas en Estados Unidos” y en los 120 países en que tiene negocios. “Nuestros contratos y operaciones se realizan con estricto apego a la ley”.
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El reportaje que reveló el lujoso estilo de vida de López Beltrán se publicó el 27 de enero pasado. Se informa en él que Baker Hughes tiene contratos vigentes con Pemex por más de 151 millones de dólares
