Michoacán, tierra de nadie

CARTEL JALISCO. Cuáles abrazos. FOTO: CUARTOSCURO.COM

El domingo 11 de julio pasado, alrededor de las 5:00 de la tarde, Miguel Ángel Gutiérrez Aguilar, el Kiro, llamó de emergencia a familiares de Tepalcatepec diciendo que un grupo de hombres armados lo estaban siguiendo. La situación era desesperante, pues iba con su esposa y uno de sus hijos y manejaba a gran velocidad tratando de escapar, según confirmaron diversas fuentes a Ríodoce. Lo que aconteció después contiene una serie de imprecisiones por parte de la familia y de los mismos grupos de autodefensa de Michoacán, y sólo se especifica que el Kiro y su familia cruzaba la cabecera de Buenavista Tomatlán, un municipio que tiene años en poder del CJNG, cuando se dio la persecución. A partir de ese momento ya no se supo más de Gutiérrez Aguilar y su familia, lo cual habría encendido la ira de miles de autodefensas de todo el estado que, decididos, tomaron armas y vehículos para ir a enfrentar al cártel más violento y mejor armado de todo México en su afán por rescatar a uno de sus líderes

 

 

 

Morelia, Michoacán._ Aún no oscurecía y ya varias camionetas atascadas de autodefensas, “armados hasta los dientes” se dirigieron a Buenavista desde Tepalcatepec para enfrentar a los pistoleros del Maguey, lugarteniente del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Lea: El poder del narco: Aguililla, Michoacán, sin gobierno https://bit.ly/3kEHcrg

La intención era rescatar a Miguel Ángel Gutiérrez Aguilar el Kiro, quien aparentemente había sido levantado junto con su familia unas horas antes cerca de Buenavista, y en palabras de su gente, tal afrenta era algo que no podía pasarse por alto.

Detrás de ellos, aunque más lenta, venía un trascabo para cortar el camino de salida del pueblo cavando una zanja de hasta cuatro metros de grosor y tres de profundidad, para evitar que cualquier tipo de vehículo pudiera cruzar. Al mismo tiempo, otros autodefensas venidos de Apatzingán y Peribán, harían lo mismo con el resto de los caminos que entraban o salían a Buenavista de tal manera que “nadie saldría vivo de ese municipio”.

El Maguey, dueño de la plaza de Buenavista, ya los estaba esperando cerca de la entrada del pueblo, emboscando violentamente a los autodefensas sin misericordia alguna. No contaba, sin embargo, que no sólo eran cinco camionetas las que venían, sino un convoy de al menos 30 unidades. Y que mientras los de Tepalcatepec los enfrentaban por esa ruta, decenas de unidades también estaban entrando al pueblo por el camino de Apatzingán y Peribán, incluyendo ejércitos de Los Viagras y Cárteles Unidos, que miraban en ese momento una oportunidad única para acabar de una vez y por todas con el Maguey y su gente.

“Se puso bonito aquello, y nos tardamos como dos días, pero acabamos con el CJNG en Buenavista y con eso liberamos a la gente de esos bandidos”, dijo un comandante del rumbo de Peribán, que aparentemente participó en los enfrentamientos.

Agregó: Se fueron muchos de nosotros, pero se fueron más de ellos, y los mirabas tirados en las calles, y nadie los reclamaba, pues como no eran de Buenavista, ahí quedaban hechos pedazos hasta que casi se podrían del calor que hace en tierra caliente.

 

TANQUES Y DRONES. El poder de Jalisco. Foto: Cuartoscuro.com.

 

La comunidad quedó entonces desolada. Nadie entraba ni salía, y sólo se miraba a los pistoleros de Cárteles Unidos y autodefensas recorrer la ciudad en busca de pistoleros del CJNG que pudieran estar escondidos entre las casas o en el monte. Los residentes del pueblo por su parte, permanecían encerrados en sus casas temiendo que los balazos volvieran a sonar en cualquier momento y en cualquier lugar.

“Teníamos miedo porque los balazos no se acababan, y porque cuando todo empezó todo mundo corría para ponerse a salvo, y vecinos que no tenían que ver con ese pleito también murieron”, dijo una vendedora de queso ranchero que, dos días después de los enfrentamientos, logró salir del pueblo y refugiarse en la comunidad de Los Reyes.

El municipio, en tanto, quedó hecho pedazos a balazos, pues no sólo eran los tiros de Ak47 y Barret calibre .50, sino también drones cargados de explosivos que caían sobre las camionetas de los pistoleros, incluso encima de los vehículos blindados que son conocidos como “monstruos”, y que también destruyeron.

Y aunque Buenavista era zona de guerra, las autoridades mexicanas no se acercaban al lugar. Durante dos días que se recorrieron los alrededores de las zonas en conflicto, nunca se notó ni se documentó presencia de las fuerzas del orden, fueran militares, federales, o estatales, y la única vez que se veían elementos del ejército mexicano, éstos permanecían alejados de todo enfrentamiento.

¨Lo que sucede es que la carretera está trozada, y no podemos pasar”, argumentó un elemento castrense que montaba guardia en uno de los caminos que conducen de El Aguaje hasta Apatzingán, a escasos 8 kilómetros de Buenavista.

Ese era motivo de rencor, frustración, coraje y odio por parte de la gente esas comunidades, que ante la pasividad del ejército y de las fuerzas armadas del gobierno, optaron por atacarlos con piedras y palos para exigirles que, si no van a hacer nada, que mejor se fueran, y como muestra de aquel coraje, habitantes de Aguililla destruyeron el helipuerto militar de ese municipio.

 

 

Foto: Cuartoscuro.com.

 

“¿Qué hacen aquí? ¡Nada! Entonces que mejor se vayan”, les gritaban los habitantes de Aguililla, que se quejaban de la pasividad del ejército, que ha dado como consecuencia que grupos criminales tomen las carreteras impidiendo el libre tránsito de personas e insumos, lo que ha puesto a la población en un estado de alerta constante, pero además en una especie secuestro que les impide entrar o salir de esa zona.

Con las entradas y salidas cerradas ante la incapacidad y despreocupación del gobierno, pueblos enteros como Aguililla, El Aguaje, División del Norte, El Limón, Dos Aguas, quedaron completamente incomunicados a las grandes ciudades, porque nadie entra ni sale de esos poblados.

Antes, explicó el párroco de Aguililla Gilberto Vergara, quienes podían daban un rodeo de hasta seis horas para ir a Apatzingán porque se iban por Coalcomán, pero como ahora la carretera que conduce a ese municipio está tomada y trozada, nadie puede entrar ni salir.

Efectivamente, durante un recorrido hecho por este semanario, la carretera que conduce de Aguililla a Apatzingán está tomada por Los Viagras y nadie pasa por ahí, además de estar trozada a la altura de División del Norte, mientras que la carretera que conduce de Coalcomán a Tepalcatepec está también inhabilitada después de pasar Pinolapa, lo cual vuelve imposible cualquier viaje.

“Se trozan las carreteras por seguridad para la gente, y para que no entre ni salga nadie”, explicó uno de los encargados de los retenes.

 

VIGILAN LAS AUTODEFENSAS. Aquí no nos queda de otra. Foto: Juan José Estrada Serafín/Cuartoscuro.com.

 

Vivo o muerto

Y mientras las comunidades se mantienen incomunicadas, los grupos de Autodefensas, Cárteles Unidos y Los Viagras, anunciaron una recompensa de un millón de dólares para quien mate al Maguey, que hasta el domingo pasado estaba a cargo de Buenavista.

“La gente ya peinó todo el municipio de Buenavista, y no está ahí, y lo que nos hemos enterado es que está oculto en el monte, y lo estamos buscando para matarlo de una vez por todas, porque si logra que lo rescaten los de Jalisco, toma fuerza otra vez y es lo que estamos tratando de evitar”, explicó uno de los autodefensas al explicar el monto de la recompensa.

Por ese motivo, había miles de pistoleros de todos los cárteles tratando de rastrear al Maguey, aunque hasta el cierre de esta edición aún no lo habían encontrado, señalaron distintas fuentes.

No obstante, fuentes diversas señalaron que decenas de pistoleros del CJNG venidos de Uruapan y Zamora, empezaron a avanzar entre los montes rumbo a Buenavista para recuperar esa plaza, mientras por aire vigilaban con drones para no toparse con grupos de autodefensas que los superaran en número.

Incluso en Tancítaro, los grupos de autodefensas capturaron a varios pistoleros de CJNG, pero los dejaron ir, porque su filosofía es no participar en otros movimientos armados, pero al mismo tiempo evitar que entre gente armada a ese pueblo.

“Somos miles que estamos armados aquí, y estamos vigilando toda entrada, y en cuanto se nos reporta algo, el pueblo entero se organiza y va a detener a quien venga armado”, sostuvieron.

La situación se mantuvo tensa durante los días siguientes, y para el jueves de esa semana, un grupo del CJNG logró entrar a Peribán, y roció de balazos las instalaciones de la policía municipal, matando a un agente.

La respuesta no se hizo esperar, y nuevamente las autodefensas se organizaron y fueron a la caza de los atacantes, aunque estos se les perdieron en el monte, pues la mayoría de los autodefensas estaban a la caza del Maguey.

Aunque la balanza parece haberse inclinado en favor de las autodefensas y Cárteles Unidos, es difícil dar por descontado que los ejércitos de Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho, no vayan a regresar con toda su fuerza, y arrase a sus enemigos, como hizo en Guanajuato, Veracruz, Puebla y Nayarit. Las autodefensas y Cárteles Unidos lo saben, y por eso permanecen en alerta máxima, pues saben que ese ataque en cualquier momento llegará.

Mientras tanto, la población civil queda en el medio, con el temor a todo lo que da, imposibilitados de al menos migrar a Estados Unidos o al menos a otro estado.

 

PROTESTA EN AGUILILLA. El pueblo reclama Gobierno. Foto: Juan José Estrada Serafín/Cuartoscuro.com.

 

El presidente Andrés Manuel López Obrador, por su parte, se mantiene pasivo con su discurso de “abrazos y no balazos”, que ya detestan los michoacanos, y desde la distancia le piden que haga algo.

Por toda respuesta el presidente ha pedido a la gente, particularmente a los residentes de Aguililla, a que no se enfrenten a grupos criminales. No lo han hecho, pero sí al ejército, a quienes atacan con piedras, palos y cohetes para exigirles que hagan algo.

El CJNG por su parte, hizo pedazos a sus enemigos en Aguililla y retomó el control de esa población, la cual hoy, según sus propios residentes, ya está en paz, aunque incomunicados, y es en esa parte en donde exigen al gobierno que al menos haga su parte y reabra los caminos.

“Pero ahora con el conflicto que ocurrió en Buenavista, la cosa va a empeorar y si no intervienen las autoridades estamos totalmente incomunicados y sin esperanza de que nos llegue ningún tipo de insumo”, se quejó el padre Gilberto.

Mientras tanto, Gutiérrez Aguilar, el Kiro, fue rescatado por sus compañeros de las autodefensas. Se encontraba en una habitación en el municipio de Buenavista. El rescate ocurrió, sin ninguna participación de las autoridades federales ni policiales del estado, según reportaron medios locales.

Tras un enfrentamiento de varios días con un grupo del CJNG, las autodefensas de Tepalcatepec fueron quienes rescataron al fundador del grupo, quien se encontraba desaparecido desde el 11 de julio.

Artículo publicado el 18 de julio de 2021 en la edición 964 del semanario Ríodoce.

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