Su futuro se debate entre la guadaña del TEE y la del propio Morena

Luego de semanas de mantener el tema de su separación del cargo como tema mediático, el alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres, por fin dio a conocer que será el 7 de marzo cuando pida licencia.

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El viernes pasado ante medios locales, declaró que “yo pido licencia el día 7 de marzo”, toda vez que es la fecha límite que tiene para evitar que lo invaliden y pierda su oportunidad de reelegirse o bien obtener la candidatura para gobernador, pues insiste por ambas vías jurídicas.

La lucha mediática que el alcalde mantiene con Morena por la decisión de confirmar que el Senador Rubén Rocha Moya obtuvo la mayoría en las preferencias para ser el candidato a la gubernatura de Sinaloa, empezó el último día de diciembre de 2020.

En esa fecha aseguró que impugnaría el resultado de la encuesta que colocó a Rocha Moya como el candidato a la gubernatura, pues consideró se estaban violentando sus derechos humanos de votar y ser votado.

Aunque aseguró entonces que contaba con “pruebas contundentes” de que él resultó ganador de la encuesta, no las exhibió.

Enredado entre el resultado de la consulta interna y las denuncias de la síndica procuradora Elsa Bojórquez Mascareño por violencia política, el Químico recibió un nuevo revés del partido, y el 13 de enero, la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del partido Morena le suspendió de sus derechos políticos al considerar válidas las pruebas ofrecidas en su contra por las amenazas contra la funcionaria.

Llevó el tema a la Sala Regional Guadalajara del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, instancia que en resumen consideró inviable atender toda vez que primero debería ser resuelto por el Tribunal Estatal Electoral de Sinaloa (Teesin).

El Teesin resolvió este martes pasado que los agravios expresados por la síndica procuradora Elsa Bojórquez eran fundados.

Ante el tribunal quedó acreditada la omisión por atender sus solicitudes, así como el negarle recursos materiales y financieros para el desempeño de sus funciones; el tribunal sinaloense determinó que el acalde Benítez Torres y el secretario del Ayuntamiento, José de Jesús Flores Segura, cometieron actos que implicaban violencia simbólica y psicológica, invisibilizando e ignorando sus funciones, e incluso utilizando estereotipos de género respecto de ella.

Artículo publicado el 21 de febrero de 2021 en la edición 943 del semanario Ríodoce.