“Ese compa era de huevos”, dijo un pistolero al referirse a José Rodrigo Aréchiga Gamboa el Chino Ántrax, cuando se enteró que el antiguo lugarteniente del Cártel de Sinaloa sería liberado de prisión el 31 de marzo de 2021, e inmediatamente después repatriado a México, según la sentencia emitida por la magistrado Dana Sabraw.

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Ello auguraría un pronto regreso de uno de los pistoleros más emblemáticos que tuvo la facción de Ismael el Mayo Zambada, al menos hasta el momento de su arresto, el 31 de diciembre de 2013, según consta en el expediente número 3:13-cr-04517-DMS.

De acuerdo a información del Departamento de Justicia (USDOJ), Aréchiga Gamboa fue detenido cuando aterrizaba en el aeropuerto internacional de Amsterdam, en Holanda.

Un día después, Fernando Gaxiola, antiguo abogado de Vicente Zambada Niebla, el Vicentillo, envió un mensaje de WhatsApp a Ríodoce para notificar la detención, pues era real que “el Chino había caído en Holanda”.

La noticia recorrió en minutos los principales medios del mundo, pues Aréchiga Gamboa era considerado uno de los pistoleros de más arranque en el Cártel de Sinaloa, incluso se decía que él fue quien entró vestido de payaso a una fiesta infantil, en Los Cabos, para asesinar a balazos a Rafael Arellano Félix, en 2013.

Su fama había trascendido fronteras, pues los excesos del Chino Ántrax, no sólo eran célebres sino también únicos, incluso hay quienes aseguran que mandaba confeccionar zapatos y ropa hecha a su medida y con los mejores diseñadores del mundo, y era normal verlo en eventos de talla internacional como peleas de box, pasarelas, presentaciones, y en muchas de ellas se le vio acompañado de la modelo Paris Hilton, con quien se decía mantenía una relación.

“Cuando ocurrió lo del payaso, (el Chino Ántrax) ya no tenía necesidad de andar de pistolero, porque ya era jefe, pero le gustaba el desmadre”, dijo el pistolero a quien este semanario tuvo acceso, y quien solicitó no se revelara su identidad.

Para entonces, Aréchiga Gamboa habría tomado el lugar del Vicentillo, en cuanto a la logística y coordinación de grandes cargamentos de droga que venían de Sudamérica a México, y que posteriormente eran enviados a suelo americano.

Pero todo habría cambiado cuando el Vicentillo decidió colaborar con el gobierno de Estados Unidos, según revela un apartado del libro El Traidor, de Anabel Hernández, quien afirma que el hijo del capo sinaloense “lo puso”, para que lo arrestaran en Holanda.

Aun cuando Hernández es enfática, no existen documentos judiciales que afirmen que así ocurrió, pues la gran mayoría de documentos encontrados en los archivos del USDOJ se encuentran sellados, y sólo es público el expediente de acusación y el acta de sentencia, firmado por la magistrada del Distrito Sur de California, Dana M. Sabraw, con fecha de 12 de diciembre de 2019, en donde se señala que decomisaron al narcotraficante un millón de dólares, además de aplicarle una multa por una cantidad no especificada.

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Luego de una serie de acuerdos hechos con la fiscalía, el Chino Ántrax fue sentenciado a siete años y tres meses de prisión, y considerando que ya tiene seis años encarcelado, incluyendo el año y medio que pasó en una prisión de Amsterdam, Aréchiga Gamboa debe salir de prisión a más tardar el 31 de marzo de 2021.

La sentencia es consecuencia de una serie de recomendaciones hechas tanto por los fiscales como por el abogado defensor, Frank Ragen, quien señaló a la magistrada que su cliente estaba arrepentido de todos los actos de vandalismo y tráfico de drogas en que estuvo involucrado, y que lo que ahora buscaba era rehacer su vida.

En su intervención ante la magistrada Sabraw, el Chino dijo que abandonó la escuela y al poco tiempo se integró a las filas del Cártel de Sinaloa, donde pocos años después habría de formar Los Ántrax, un grupo de asesinos que operaba para la facción de los Zambada.

Artículo publicado el 22 de diciembre de 2019 en la edición 882 del semanario Ríodoce.