En Tu hijo (España/2018), dirigida por Miguel Ángel Vivas, se muestra una realidad latente en muchas familias. En apariencia, todo va bien en casa. Los pocos problemas son insignificantes y parte del cotidiano, a pesar de esas señales que mejor se ignoran porque hablan de un panorama menos agradable. Comer solo, interactuar poco con la esposa, no llevarse bien con uno de los hijos y privilegiar el uso del celular son la prueba de que hay asuntos trascendentales que urge atender.
Después de su extenuante jornada de trabajo como médico, lo mejor para Jaime (José Coronado) es salir a correr con su hijo Marcos (Pol Monen), con quien tiene una excelente relación. Un día, su agradable convivencia se interrumpe cuando hospitalizan al joven, debido a la paliza que le dan cuatro chicos al salir de una discoteca. Al principio, el afligido padre piensa que el ataque se debió a un asalto, pero pronto descubre pistas que lo llevan a pensar en otras razones, las cuales confirma cada vez que alguien a su alrededor, de quien esperaba apoyo, evita hablarle o se niega a acompañarlo en el doloso proceso en el que se encuentra.
La cinta, escrita por Vivas al lado de Alberto Marini, plantea los inmedibles alcances de un padre para no fallarle a su hijo. Un poco jugando con los estereotipos, por un lado, está el profesionista bien acomodado, con mayores posibilidades económicas, que le dedica tiempo a su hijo. Por otro, aparece el hombre sin estudios, trabajador, carente de dinero, quien dice amar a su hijo. Del primero se espera una reacción sensata ante cualquier problemática. Del segundo un arranque impulsivo y violento. Sin embargo, en el momento preciso, surge lo inesperado y como “es imposible no hacer nada por los hijos”, al final se llega a lo que sea por ellos, bien anteponiendo los valores morales o ignorándolos por completo.
Al deseo y la sed de venganza del personaje de Coronado —la manera de llevar a Jaime de un extremo a otro, de una persona equilibrada a una desquiciada, es magistral y una de las virtudes del filme—, lo mueve el hacer justicia por ese hijo ejemplar dedicado al deporte y al estudio, que no da razones para que se le reprenda. Hasta aquí no hay nada fuera de lo común: reacciona como la mayoría de los padres y se dedica de tiempo completo a buscar a quienes le causaron daño a Marcos. Pero, ¿qué hace a un papá ir hasta las últimas consecuencias aun sabiendo que, quizás, su hijo merecía un trato así o peor? Primero, la fuerza del coraje del papá se fundamenta e incrementa por la imagen intachable que tiene de su hijo —alguien con sus características no es capaz de hacer algo que merezca un ataque que lo ponga al borde de la muerte. ¿Qué pasa después? ¿Qué incentiva a un papá llegar al límite por ese que resultó contrario a lo pensaba de él? ¿En dónde queda la justicia ahora?
En Tu hijo, lo ilógico de esa facilidad y fluidez de Jaime para esquivar a las autoridades sin reprimendas y lo predecible de la historia se hacen menores ante la fuerza del tema, la actuación de Coronado y la capacidad del director para no dejar a nadie ajeno a la reflexión. Véala en Netflix… bajo su propia responsabilidad, como siempre.
Artículo publicado el 23 de junio de 2019 en la edición 856 del semanario Ríodoce.
