La guerra mediática de los narcos

mantas 8

 

Los narcos le encontraron la cuadratura al sistema. Empezaron, hace décadas, tirándoles migajas a los  policías y luego sobornaron a los jefes. Más tarde se hicieron amigos de presidentes municipales y gobernadores y les sacaron todo el provecho que se pueda imaginar. Después ellos mismos pusieron gobernadores. Ya era habitual que decidieran quién iba a ser presidente municipal, ya no se diga síndico y regidor. Y quiénes no, que el veto también es importante. Fieles a las reglas de la mafia, cuando no han arreglado por las buenas sus negocios, plomo les ha sobrado.

También se modernizaron. En vez de matar periodistas, los compraron. Reporteros de la calle y editores. Atrás quedó la amenaza cuando llegó el dinero. Decenas de colegas en la nómina, las notas las decidieron ellos. Esta sí y esta no; esta así y esta asá. La opinión pública, concluyeron, es importante.

Pero no solo eso, también la presión social. Un día se les ocurrió presentar denuncias en alguna oficina de derechos humanos y les funcionó. Después llevaron a visitadores y reporteros a alguna comunidad para que levantaran testimonios de los desmanes de las fuerzas armadas, y también les dio resultados. Cuando eso ya no fue suficiente, bajaron por cientos de la sierra armados de pancartas y consignas: “¡Fuera el Ejército de nuestras comunidades!”; “¡Militares asesinos!”. En las colonias populares contrataron a cientos de “manifestantes” que luego irían, por 500 o mil pesos, a golpear las rejas de la Novena Zona Militar y a quemar monigotes de cartón en la III Región Militar.

Fue una estrategia del narco la presión social, que también les dio resultados. Sobre todo en la época en que en la Novena Zona fue jefe el general Rolando Eugenio Hidalgo Eddy, los narcos acudieron a todas las armas posibles para sacarlo de aquí. Un día le tiraron en las puertas del cuartel el cuerpo de un hombre que, según ellos, había sido utilizado por el Ejército como “dedo”. Meses más tarde regaron en varias partes de la ciudad perros destrozados y coronas con mensajes lapidarios para el general: “Copela o cuello”.

Unos cárteles y otros han acudido a las armas mediáticas para denunciar o persuadir, casi siempre el gobierno como destinatario. Cuando detuvieron al Chapo Guzmán en Mazatlán, en febrero de 2014, cientos de jóvenes se manifestaron para protestar ante los ojos atónitos del mundo. También aquí hubo inducción, aunque la carga de espontaneidad fue evidente: jóvenes enajenados que querían salir en la tele defendiendo estúpidamente a un criminal. El Chapo es, para muchos mexicanos, un héroe.

Ahora es la Marina Armada de México el blanco de las protestas. Su protagónico papel en la lucha contra el narcotráfico y los desmanes cometidos en las ciudades y en comunidades rurales y serranas, le ha ganado la animadversión de mucha gente. Y esto está siendo aprovechado por quienes más se sienten afectados con su presencia: los narcos. Por eso las manifestaciones en Tamazula y por eso las dos docenas de mantas que aparecieron en varios municipios de Sinaloa, donde denuncian estos atropellos. Lo mismo hizo el Cholo Iván cuando el Ejército asesinó a su novia, María Susana Flores, durante una persecución: tapizó varias ciudades con narcomantas, en un juego mediático para sacar del 42 batallón de infantería al general Felipe Gurrola Ramírez, a quien acusó siempre de proteger al Chapo Isidro.

La Marina ha sustituido al Ejército en muchas de las tareas del gobierno federal contra el narcotráfico y va por el mismo camino del desprestigio en que ahora se encuentra éste, debido a la gran corrupción que lo envolvió y a los atropellos cometidos a lo largo y ancho del país. Pero, al parecer, el gobierno no tiene más opciones. Y mientras no corrija el proceder de la Marina cuando irrumpe en pueblos y ciudades con la consigna de disparar contra lo que se mueva, le estará dando razones a los que dice combatir para alimentar sus armas. No las que disparan plomo y fuego, sino las que van a la conquista de la opinión pública: algo que a los narcos les importa mucho, ya lo han demostrado.

 

Bola y cadena

 

EL DÍA QUE FUERON COLOCADAS las mantas alusivas a la Marina, la policía detuvo a tres muchachos que fueron contratados para colgarlas en algún lugar. Se movían en un auto robado y al parecer de ahí se agarrará la procuraduría de justicia para consignarlos. No se conoce el contenido de las mantas que estaban en su poder, así que no se sabe si aplica la reforma al código penal en 2013, que castiga con hasta 15 años de prisión a “quien elabore, imprima, fabrique, proporcione, posea, desplace, traslade, aloje, aplique o instale expresiones impresas en lugares públicos o mensajes producidos por cualquier otro medio que contengan advertencias o amenazas en contra de servidores públicos, instituciones públicas y del Estado”.

 

Sentido contrario

LA QUE AL PARECER TRAE UN TRÉBOL de cuatro hojas bajo la manga es Karla Gabriela Peraza Zazueta, quien llega como presidenta del Instituto Estatal Electoral. Alfil de Gerardo Vargas Landeros en el todavía Consejo Estatal Electoral desde que fue ungida como consejera en enero de 2013, será pieza perfecta en los planes del actual gobierno de aquí hasta que termine el sexenio. Y de Gerardo en particular.

 

Humo negro

LO MÁS RELEVANTE DE LOS CAMBIOS anunciados el pasado jueves por el gobierno federal, son los que no se hicieron. La estrategia contra las drogas será igual, con los mismos cuestionados elementos. Las fuerzas armadas, es la verdad histórica, se mandan solas.

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email
  • 00
  • Dias de Impunidad
RÍODOCE EDICIÓN 1106
GALERÍA
Se desató el caos en los Emiratos Árabes Unidos después de que el país fuera testigo de las lluvias más intensas de los últimos 75 años, registrándose en algunas zonas más de 250 mm de precipitaciones en menos de 24 horas
COLUMNAS
OPINIÓN
El Ñacas y el Tacuachi
BOLETÍN NOTICIOSO

Ingresa tu correo electrónico para recibir las noticias al momento de nuestro portal.

cine

DEPORTES

Desaparecidos

2021 © RIODOCE
Todos los derechos Reservados.