La economía sinaloense ha tenido un comportamiento débil, flojo y de retroceso durante el gobierno de Mario López Valdez, que este año cumple su cuarto de mandato, aseguró el investigador, catedrático y director de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Gerardo López Cervantes.
Debido a este desenvolvimiento de la economía estatal, muy por debajo de la nacional, Sinaloa está entre las tres entidades con la tasa más baja de crecimiento, solo por encima de Guerrero y Campeche.
“En el período del 2010 al 2013, la economía de Sinaloa muestra globalmente y de manera acumulada un desenvolvimiento muy débil —apenas el 2.25 por ciento, cuando la economía nacional creció el 9.35 por ciento—, y mientras en estos tres años el país creció un 3.11 por ciento en promedio anual, Sinaloa creció solo el 0.75 por ciento”, sostuvo.
De 2010 a 2013, agregó, el comportamiento de la economía regional solo fue favorable en el 2012, pero en los otros dos años fueron de retroceso respecto al año anterior.
El doctor en economía afirmó que en 2014, el Indicador Trimestral de Actividad Económica Estatal (ITAEE) que elabora el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), reporta que de acuerdo al comportamiento acumulado en los dos primeros trimestres, Sinaloa tiene un decrecimiento del -0.9 por ciento.
“En resumen, en los tres años y medio de gobierno de Malova, Sinaloa solo ha crecido en un año y en los 2 años y medio restantes su tasa es negativa”, manifestó.
Un análisis por sectores, agregó el doctor en economía, arroja que solo el de servicios registra una tasa de crecimiento acumulada del 10.55 por ciento; en sentido contrario, los sectores primario y el industrial observan una tasa negativa acumulada del -21.97 por ciento y del -6.62 por ciento.
Mencionó que también se ha perdido participación en la capitalización del país: mientras en 2012 colaboraba con el 2.08 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), en el 2013 lo hizo con el 1.95 por ciento.
López Cervantes dijo que por sectores también se tuvo un impacto negativo: el sector primario redujo su participación en tres puntos porcentuales, la industria en dos puntos y el sector servicios en poco más de cinco puntos porcentuales.
“Lo que se observa es que la economía sinaloense se deprime menos que el país en escenarios de crisis, pero también se expande menos rápido en períodos de recuperación. En períodos de crisis se elimina el efecto negativo de la apreciación del tipo de cambio, lo cual actúa a favor de la agricultura”, indicó.
El sector primario
La agricultura, principal actividad de este sector, es muy vulnerable a las condiciones climáticas, la alternación de precios internacionales y los subsidios gubernamentales. Su comportamiento errático ha inducido al “débil crecimiento del PIB estatal”.
En 201, el valor de la producción agrícola se cae como consecuencia de una reducción del -26.4 por ciento del volumen de producción, derivado de las heladas que afectan el ciclo agrícola otoño-invierno. En el 2012 hay un repunte del volumen de producción coincidente con un mejor precio de los granos, lo que hace que el valor total de la producción agrícola se incremente en un 49 por ciento. Pero el 2013 se cae de nuevo el volumen de producción y también los precios de los granos baja, lo que hace que el valor total de la agricultura se reduzca en un -5.4 por ciento.
La industria
“El sector industrial se ha caído derivado de una fuerte y prolongada depresión de la industria de la construcción tanto pública como privada. En los tres años esta actividad industrial se ha reducido en un -45.9 por ciento”, sostuvo el especialista.
Este decrecimiento se debe a la escasa inversión federal, pero también a una baja participación de inversión privada, sobre todo la que se dedica a construir viviendas.
El sector servicios
El buen desempeño del sector servicios ha compensado la pérdida de dinamismo de los sectores primario y el industrial, y evitado que el comportamiento del PIB de Sinaloa fuera peor: se tiene una expansión de inversiones de las cadenas comerciales, los servicios educativos, de salud, financieros, etcétera, y el sector servicios ha aumentado a una tasa promedio anual del 3.5 por ciento en tres años.
“La actividad turística de Sinaloa, a lo largo de los tres años que hoy estamos analizando, muestra un debilitamiento en su participación en el PIB estatal total. En el 2010 significaba el 6.32 por ciento y para el 2013 baja al 6.09 por ciento”, manifestó.
Dijo que se espera que por el empuje de la carretera Mazatlán-Durango el turismo tenga mayor dimensión en los próximos años.
El catedrático mencionó que la agricultura refleja un comportamiento muy irregular y marcadamente oscilatorio, con una tendencia a reducir su participación en la estructura del PIB total. En el 2010 representaba el 8.20 por ciento, para el 2013 bajar al 7.30. Como puede observarse, el PIB del turismo es inferior al PIB de la agricultura.
Para los próximos años el escenario factible es que la actividad turística se dimensione por el empuje de la carretera Mazatlán-Durango, por lo tanto habrá de crecer su participación en el PIB de Sinaloa, un escenario que en estos momentos, por el comportamiento a la baja de los precios internacionales de los productos agrícolas y por las dificultades para que la federación canalice mayores subsidios a la comercialización del maíz, la agricultura podría tender a debilitarse. Pero en estos momentos, argumentó, no podemos sostener que el turismo represente una proporción mayor a la agricultura.
Gerardo López Cervantes aseguró que Sinaloa tiene que buscar la producción de bienes y servicios que hagan posible un crecimiento más rápido y aceptable de la economía en su conjunto, incluso en las actividades agropecuarias: “Una estructura económica diversificada, más basada en las actividades industriales y de servicios, proporciona mejores bases de crecimiento, potencia la creación de empleos mejor remunerados y permite encadenamientos productivos más completos”.
