El Gobierno de Estados Unidos sancionó a más de 300 empresas e individuos vinculados a Rusia, tanto en el interior del país como en el exterior, a los que ha acusado de ofrecer servicios y contribuir al “esfuerzo bélico” de Moscú.
“Estos objetivos incluyen aquellos involucrados en el desarrollo de la futura capacidad de producción y exportación de energía, metales y minería de Rusia; sanciones por evasión y elusión; y producir el material necesario para apoyar el esfuerzo bélico de Rusia. El Departamento también está tomando medidas contra los actores malignos responsables del traslado forzoso, la reeducación y la deportación de niños ucranianos”, dijo el Departamento del Tesoro en un comunicado.
Estados Unidos está tomando nuevas medidas “radicales” guiadas por los “compromisos del G7 para intensificar la presión sobre Rusia por su continua guerra cruel y no provocada contra Ucrania”, señaló.
Puntualizó que estas entidades e individuos se encuentran en Asia, Oriente Próximo, Europea, África, Asia Central y el Caribe. Todas ellas han sido acusadas de contribuir con productos y servicios para que Rusia pueda “evadir las sanciones”.
Por su parte, las autoridades rusas no han tardado en rechazar las nuevas sanciones estadounidenses y han puntualizado que estas “no quedarán sin respuesta”, según ha informado la portavoz del Ministerio de Exteriores, Maria Zajarova.