De 2013 a 2023 el número de casos por consumo de dichas sustancias se incrementó en México 10 mil 260%
En la última década, los casos atendidos por consumo de fentanilo de producción ilícita se incrementaron 10 mil 260 por ciento en México, siendo Baja California, Sonora, Sinaloa y Chihuahua, los estados que concentran el mayor número.
En el “Informe Sobre la situación de la salud mental y el consumo de sustancias en México, 2024” del Observatorio Mexicano de Salud Mental y Adicciones, se señala que en 2013 en el país se registró una demanda de atención por consumo de fentanilo de cinco personas y en 2023 la cifra fue de 518 casos.
“(Su) consumo ha proliferado en mayor medida en ciertas localidades del norte del país. En el contexto del tratamiento, desde 2018 se ha constatado un crecimiento de la demanda de atención por consumo de estas sustancias psicoactivas, con 10 casos en 2018, 25 en 2019, 72 en 2020, 184 en 2021, 333 en 2022 y 518 en 2023. La mayor parte de los casos de consumo en 2023 se reportaron los estados de Baja California, Sonora,
Sinaloa y Chihuahua”, detalla.
Las cifras muestran que aunque las metanfetaminas ocupan el primer lugar en consumo entre las drogas prohibidas, el fentanilo va ganando terreno por la facilidad de producción y bajos costos, y la potencia de sus efectos psicoactivos.
A diferencia de años anteriores cuando los usuarios desconocían que lo consumían, dice el Observatorio, hoy tienen mayor conocimiento de la presencia de fentanilo en las sustancias que consumen, como la heroína y la metanfetamina.
El aumento en el consumo de esta droga no es generalizado en México, sino que son cuatro estados del norte del país los que concentran este problema.
Sinaloa, segundo lugar en consumo
El Observatorio Mexicano de Salud Mental y Adicciones da a conocer que de los 22 casos de usuarios atendidos en salas de urgencia y de admisión continua del sistema de salud en México, de junio de 2023 a enero de 2024, siete fueron en Baja California y seis en Sinaloa.
En Quintana Roo y Sonora se registraron dos en cada estado y uno en entidades como Ciudad de México, Morelos, Jalisco, Oaxaca y Tamaulipas.
Defunciones: diagnóstico difícil
El informe aclara que hasta el momento los datos objetivos sobre las defunciones por consumo de fentanilo son insuficientes, aunque se tienen evidencias de que está involucrada esta droga con metanfetamina.
De 2013 al 2022 se tienen registradas 114 muertes asociadas con consumo de opioides en 12 estados de la república. En estas Baja California registró 28; Chihuahua, 22; Sonora, 38, y Sinaloa, cuatro muertes.
La oferta
El informe considera que el fenómeno del consumo de fentanilo se explica de alguna manera por la creciente oferta de este, aunque se desconocen sus dimensiones.
Este aumento, sugiere, sería dimensionado por los volúmenes asegurados por las fuerzas de seguridad en el país, sobre todo en los estados fronterizos.
De 2015 a 2017, agrega, se decomisaron 71 kilos de fentanilo y en 2018, 341 kilos, pero a partir de 2019 los decomisos rebasan los miles de kilogramos.
Lo que ha favorecido la producción y tráfico de fentanilo es, se indica en el documento, la rentabilidad, porque en comparación con otras drogas ilegales, el fentanilo tiene una potencia extremadamente alta, lo que permite obtener mayores ganancias con volúmenes más pequeños de producción.
Para la producción del fentanilo, agrega, no se requieren laboratorios complicados, sino que se puede producir en espacios reducidos.
Panorama incierto
Martha Torres, comisionada estatal de Prevención, Tratamiento y Control de las Adicciones (CEPTCA), dice que el panorama que ofrece el fentanilo como droga emergente, es incierto y oscuro.
Esta droga trastoca el panorama por la facilidad con la que se puede mezclar con otras drogas.
“Desgraciadamente esta droga (el fentanilo) ha logrado impactar porque llega a través de otras drogas que son de uso ya común”, expresa.
En Sinaloa no se cuenta con un registro confiable sobre los decesos por sobredosis de fentanilo, sobre todo porque los hospitales no cuentan con pruebas para detectar esa sustancia.
“No vamos a tener un registro oficial verdadero en tanto no dispongamos en los hospitales de pruebas de antidoping, especialmente para fentanilo”, considera.
A causa de esa situación, continúa, se tiene un subregistro de defunciones por fentanilo en Sinaloa.
Centros de rehabilitación
Giovanni, encargado del Aposento Casa de Rescate, dice que las causas por las que ingresan a ese lugar las personas con problemas de adicción, son por consumo de crystal, cocaína y alcohol y no por fentanilo.
Con una población de 20 personas que luchan contra las adicciones, este centro de rehabilitación busca su reintegración a la sociedad mediante programas de psicología, de AA y de la religión.
“En base a la iglesia, en base a las clases de psicología que les damos, en base al programa doble A que también se aplica aquí, van aprendiendo habilidades y herramientas para afrontar afuera lo que hay”, comenta el encargado.
Artículo publicado el 04 de agosto de 2024 en la edición 1123 del semanario Ríodoce