Si fue detenido o se trató de una entrega, es una de las incógnitas de la caída del líder del Cártel de Sinaloa
Ismael Zambada García, el Mayo, fue detenido, según las autoridades estadounidenses, el jueves 25 de julio, poco después de las 2:00 de la tarde, en un aeropuerto privado cerca de El Paso, Texas. Llegó al país en una aeronave que partió de Hermosillo, Sonora, entre las 7:55 y las 8:05 horas de ese mismo día. Junto a él viajaba Joaquín Guzmán López, hijo del Chapo Guzmán y hermano de Ovidio. Con su aprehensión o entrega, como señalan versiones no oficiales, terminó el mito de casi cinco décadas del líder del Cártel de Sinaloa.
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“El Departamento de Justicia ha detenido a otros dos presuntos líderes del Cártel de Sinaloa, una de las organizaciones de narcotráfico más violentas y poderosas del mundo. Ismael Zambada García, o el Mayo, cofundador del Cártel, y Joaquín Guzmán López, hijo de su otro cofundador, fueron arrestados hoy en El Paso, Texas”, dijo el Fiscal General Merrick B. Garland, alrededor de las 5:25 horas, en un comunicado de prensa del Departamento de Justicia.
La fotografía del momento de la detención, publicada la mañana siguiente en la conferencia mañanera, por Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, ya no mostró al hombre corpulento, de gorra negra y camisa polo gris, tomada en 2010 para una entrevista que el capo le pidió realizar en algún lugar de la sierra de Sinaloa, a Julio Scherer, entonces director fundador de la revista Proceso. En su lugar se mostró a un Mayo Zambada de 76 años, con un rostro sumamente delgado y pálido, de cabello y bigotes pintados que no logran esconder algunas canas.
El rostro envejecido del también llamado el “Señor del sombrero”, sostiene una mirada retadora a la cámara, en otra imagen del momento. El capo viste ahora una playera tipo polo azul rey con franjas blancas en mangas y cuello, de la marca Hugo Boss, mientras espera su turno al banquillo, tal como lo hizo a finales de 2018 y principios de 2019, su compadre, el Chapo Guzmán, en el llamado “Juicio del Siglo”, donde fue condenado a cadena perpetua.
Con la caída de Zambada García, el Cártel de Sinaloa, fundado en la década de los 80, se queda sin dos de sus principales líderes, mientras la nueva dinastía se prepara para el relevo. Allí están su hijo Ismael Zambada Sicairos, el Mayito Flaco, el último de su descendencia que aún permanece en la organización, así como los hijos del Chapo: Iván Archivaldo Guzmán Salazar y su hermano Alfredo, luego que Ovidio y Joaquín Guzmán López, fueran capturados.
Las dudas sobre el recorrido
El gobierno estadounidense hasta el cierre de esta edición, sólo había dado a conocer que Zambada García y Joaquín Guzmán López habían sido detenidos en El Paso, Texas, pero no abundó en cómo ni cuándo ocurrió ni la forma en que llegaron a ese país. En las siguientes horas, medios locales y agencias de noticias como EFE, difundieron un video e imágenes de la aeronave en la que presuntamente se trasladaron los sinaloenses, se trata de un avión Beechcraft King Air blanco con negro y una “B” roja de la compañía en la parte trasera, sin matrícula, que aterrizó en el aeropuerto de Santa Teresa, condado de Doña Ana en Nuevo México, ubicado a 21 kilómetros de El Paso.
La aeronave se encontraba custodiada por agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), quienes le colocaron cadenas en una de las hélices para evitar que despegara. Otros periodistas, aseguraron que esta había despegado la mañana del mismo jueves del aeropuerto de Hermosillo, en el estado de Sonora.
Otra fotografía que se hizo pública el viernes en redes, mostró presuntamente a Joaquín Guzmán López, el Güero, descender de dicho avión, mientras es custodiado por agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza y de la Oficina de Investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional (HSI por sus siglas en inglés).
Nueva información dada a conocer ese mismo día por Rosa Icela Rodríguez dio otras pistas del recorrido de los líderes del Cártel de Sinaloa, pero también contradicciones. Según la bitácora del vuelo presentada por la funcionaria, del Aeropuerto Internacional de Hermosillo, Sonora, “General Ignacio Pesqueira”, despegó a las 7:55 de la mañana del jueves 25 una avioneta tipo Cessna 205 con matrícula N8454Z, que tenía como destino el aeropuerto de Santa Teresa, en Nuevo México. La aeronave que despegó de México sí tenía matrícula y no es un avión ligero, como el señalado por medios norteamericanos.
El vuelo, señaló Rodríguez, fue gestionado por un hombre llamado Armando Ibarrola. Y registró sólo como pasajero al piloto estadounidense Larry Curtis Parker.
“La aeronave despegó con un tripulante, un piloto. Y aquí decir que en la lista de pasajeros electrónico solamente se encontró corroborado el nombre del pasajero, del piloto”, indicó.
“…. a las 7:55 el vuelo sale de la ciudad de Hermosillo y llega a las 10:19 este aterrizaje en el aeropuerto de Santa Teresa. Decir que se trató una avioneta tipo Cessna 205 en donde se trasladó este piloto.”
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En la página de la compañía FlightAware, que permite el seguimiento de los vuelos en diversos países, se registraron otras discrepancias. La avioneta tipo Cessna 205 con matrícula N8454Z, propiedad de Larry C. Parker, despegó a las 8:05 de la mañana del 25 de julio del Aeropuerto de Hermosillo, en Sonora y llegó a las 11:34 al aeropuerto de Santa Teresa, condado de Doña Ana en Nuevo México. A las 11:53 de ese mismo día despegó nuevamente hacia el Centro Aéreo Internacional de Roswell, condado de Chaves, Nuevo México, a donde aterrizó a la 1:08 de la tarde. Después de eso no hay información.
¿Arresto, entrega o traición?
A las interrogantes sobre la forma en que Ismael Zambada García y el hermano de Ovidio Guzmán llegaron a tierras estadounidenses, se suman también las versiones que sugieren que no se trató de un arresto, sino de una entrega pactada y hasta de una traición.
El Departamento de Justicia de EU sostuvo el jueves que ambos fueron detenidos en El Paso, Texas. El Buró Federal de Investigaciones (FBI) dijo que se trató de un trabajo conjunto con la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) y el presidente Joe Biden, lo atribuyó a un logro del Departamento de Justicia. Ninguno abundó en mayores detalles sobre la versión de la aprehensión.
El presidente Andrés Manuel López Obrador se apresuró a decir el viernes 26, desde Palacio Nacional, que México no tuvo ninguna participación y desconocía si se trató de una detención o entrega.
“Yo creo que es una muestra de que existe un trabajo conjunto, aun cuando en este caso en específico no haya participado ni la Secretaría de la Defensa ni la Secretaría de Marina. Pero el que él haya tomado la decisión de entregarse o ir, correr el riesgo de ir a Estados Unidos y allá capturarlo pues significa un avance importante en el combate al narcotráfico”, dijo al ser cuestionado al respecto.
Contrario a la versión oficial del gobierno de EU, el periodista Luis Chaparro afirmó que se trató de una entrega pactada. Señaló que el Mayo, Joaquín Guzmán López y Alfredo Guzmán se reunieron con “tipos de camisas elegantes y zapatos caros” en una lugar desconocido en Sonora, quienes les ofrecieron entregarse a cambio de beneficios en Estados Unidos. Dos accedieron y el 25 de julio tomaron el avión rumbo al aeropuerto de Nuevo México.
“El Mayo tenía una última petición: no quería irse luciendo débil. Pidió a todos los que estaban allí que no dijeran que se había entregado, sino que lo habían capturado, secuestrado o engañado. Los agentes accedieron y lo ayudaron a él y a Joaquín a bajar”, narró.
Chaparro publicó supuestos mensajes de Whatsapp que intercambió con un nieto del Mayo, quien le aseguró que su abuelo estaba enfermo y quería ver al menos una vez más, a sus hijos, Vicente Zambada, el Vicentillo e Ismael Zambada Imperial, el Mayito Gordo, quienes fueron extraditados a Estados Unidos, y actualmente se encuentran en libertad como testigos protegidos.
Información de la DEA dada a conocer con anterioridad, señaló que Zambada García padece diabetes, hipertensión arterial y artritis. Otros señalan que tiene cáncer.
Una tercera versión sobre lo ocurrido, fue publicada por el diario The Wall Street Journal. En ellase aseguró que un “miembro de alto rango del Cártel de Sinaloa” engañó al Mayo Zambada y a Joaquín Guzmán López. Les dijo que volarían a una zona serrana al norte de México para “inspeccionar una pista clandestina”, pero para su sorpresa aterrizaron en una pista legal en la ciudad de El Paso, Texas.
“La operación habría sido liderada por la Oficina de Investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional y el Buró Federal de Investigaciones de EU (FBI)”, señaló el diario.
El abogado del Mayo en EU, Frank Pérez declaró al diario Los Angeles Times, que su cliente no cruzó la frontera en avión voluntariamente.
“No tengo comentarios qué hacer, salvo señalar que no se entregó voluntariamente. Fue entregado contra su voluntad”, dijo.
La caída del Mayo
Ismael Zambada García, de 76 años, quien nació en la localidad de El Álamo, municipio de Culiacán logró evadir a las autoridades durante cinco décadas. La DEA lo identificó en los ’80 como uno de los principales operadores del Cártel de Guadalajara, cuyo jefe era Miguel Félix Gallardo. Tras la aprehensión del capo en 1989, el Mayo y el Chapo Guzmán crearon su propia organización, el Cártel de Sinaloa, logrando el control de rutas en Sonora y Baja California.
Posteriormente comenzaron a producir mariguana, heroína y metanfetamina, principalmente en Sinaloa, Durango y Chihuahua, las cuales enviaban hacia Estados Unidos. También se le señala de traficar cocaína desde Sudamérica. En febrero pasado, un tribunal federal de Brooklyn también lo acusó de fabricar y traficar fentanilo hacia su país, este último cargo es el principal motivo que el Departamento de Justicia argumentó en su detención.
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“El fentanilo es la amenaza de drogas más letal que nuestro país haya enfrentado jamás, y el Departamento de Justicia no descansará hasta que cada líder, miembro y asociado de los cárteles responsables de envenenar nuestras comunidades rinda cuentas”, resaltó el fiscal Merrick B. Garland.
El Departamento del Tesoro lo señala a él y a sus colaboradores de establecer diversos esquemas de lavado de activos que se extienden por todo el país.
Las autoridades mexicanas han señalado en los últimos años, que el Cártel de Sinaloa ha ampliado su territorio en otros estados, iniciando disputas con grupos rivales como el Cártel Jalisco Nueva Generación, ocasionando un incremento de la violencia en diversos estados del país, como Chiapas.
Las redes del Señor del Sombrero
Durante el llamado “Juicio del siglo”, contra el Chapo Guzmán, Vicente Zambada Niebla, el Vicentillo, hijo del Mayo, declaró que su papá puso como jefe de la Policía de Sinaloa a Jesús Antonio Aguilar Íñiguez, quien fue director de la Policía Ministerial durante el sexenio de Juan Millán. Chuytoño, como se le conoce, dijo, designaba comandos policíacos para que protegieran a Zambada García en las zonas donde operaba, como El Salado, Costa Rica, Eldorado y la Cruz de Elota.
En 2004, durante el asesinato de Rodolfo Carrillo Fuentes y su esposa en el estacionamiento de Plaza Cinépolis en Culiacán, se descubrió que era escoltado por comandantes activos bajo el mando de Chuytoño, quien falleció en 2020 de Covid.
Aguilar Íñiguez fue acusado de lavado de dinero y delincuencia organizada, pero fue exonerado. Pese a su historial, el entonces gobernador Mario López Valdez lo nombró director de la Policía Ministerial.
Zambada Niebla también afirmó que el oficial mayor de inteligencia militar del Ejército entre 2004 y 2008, el general Altimo, ofreció sus servicios a Ismael Zambada cuando se enteró que los Beltrán Leyva, Carrillo Fuentes y Los Zetas se habían unido para asesinarlo a él y al Chapo. Como agradecimiento el Mayo le entregó al militar 50 mil dólares, y repitió el mismo pago cada mes durante el tiempo que el general estuvo en servicio en la Sedena.
Otro militar que el Vicentillo señaló que se reunió con su papá en 2001 en la Ciudad de México para establecer una alianza, fue el coronel Adams, jefe del Estado Mayor Presidencial con Vicente Fox, y quien era conocido dentro del Cártel de Sinaloa como el Chicles. Él les informaba de operativos y ofrecía protección a cambio de sobornos.
Durante el juicio contra el Chapo, Reynaldo Zambada García, el Rey, testificó que su hermano el Mayo, ayudó a ocultarse a Joaquín Guzmán, luego de su fuga en 2001 del penal de Puente Grande.
El agente de la DEA, Víctor Vázquez, también testificó que entre 2008 y 2014 investigó a los líderes del Cártel de Sinaloa para detenerlos. En la corte federal de Brooklyn señaló que en febrero de 2014 intentó aprehender junto con la Marina, al Mayo Zambada en un rancho a las afueras de Culiacán, pero no lo encontraron.
El Señor del Sombrero, le confesó al periodista Julio Scherer en una entrevista en febrero de 2010, que había sentido al Ejército cerca al menos en cuatro ocasiones.
“Hui por el monte, del que conozco los ramajes, los arroyos, las piedras, todo. A mí me agarran si me estoy quieto o me descuido, como al Chapo”, le dijo.
El Mayo mantuvo un bajo perfil público, solo escasas fotografías mostraron su rostro, destacando las publicadas por Scherer, así como las que ha incluido la DEA en los carteles de recompensa, la última por información que llevara a su captura fue por 15 millones de dólares.
Tras la detención del Chapo, el Mayo se quedó como líder del Cártel de Sinaloa junto con Los Chapitos, aunque no había con ellos una relación de negocios.
Las pérdidas
En la cacería del gobierno contra los cabecillas del Cártel de Sinaloa, se detuvo a familiares y operadores de Zambada García, como a su hermano Reynaldo Zambada García y a sus hijos Ismael Zambada Imperial, el Mayito Gordo y Vicente Zambada Niebla, el Vicentillo. Los tres fueron extraditados a Estados Unidos entre 2010 y 2019, y luego de cumplir condenas breves, fueron liberados como testigos protegidos.
Otro de sus hijos, Serafín Zambada Ortiz, fue aprehendido en Arizona en 2013 y liberado en 2018.
Actualmente solo el Mayito Flaco opera dentro del Cártel de Sinaloa junto con los hijos de Joaquín Guzmán Loera.
‘No culpable’
Luego de su entrega o detención el pasado jueves, el Mayo Zambada tuvo su primera audiencia en la corte federal del Distrito Oeste de Texas, el viernes por la mañana. En ella se declaró no culpable de los cargos de tráfico de drogas, lavado de dinero y armas, que se le imputan.
El capo también renunció a una audiencia preliminar donde se le darían a conocer los cargos en su contra, por lo que fue trasladado a la prisión de El Paso y volverá al banquillo el próximo 31 de julio de 2024.
En la única entrevista que concedió en 2010 a Proceso, el Mayo declaró que si lo atrapaban o se entregaba, nada cambiaría.
“Un día decido entregarme al gobierno para que me fusile. Mi caso debe ser ejemplar, un escarmiento para todos. Me fusilan y estalla la euforia. Pero al cabo de los días vamos sabiendo que nada cambió”, dijo entonces.
Joaquín Guzmán López, hijo del Chapo, quien fue detenido con el Mayo, comparecerá la próxima semana ante una corte federal de Chicago, donde se le acusa de una docena de cargos por narcotráfico, lavado de dinero y formar parte de una organización criminal.
Artículo publicado el 28 de julio de 2024 en la edición 1122 del semanario Ríodoce.