“Los niños del narco es un podcast brutal e inquietante, pero necesario, ¿no es así?”. Sebastián Arrechedera, el Pana, escritor, productor y realizador de la saga, asiente a la primera pregunta que le suelto a bocajarro para hablar de la serie que es un martillazo auditivo en Spotify y Apple Podcast, y que, desde el lanzamiento de su primera temporada, a finales de mayo, ha alcanzado un millón de descargas… y contando.
“Sí, tienes razón, comprendo que no eres la única persona que está tocada por una historia tan violenta, complicada, tan cruda, pero tan necesaria de escuchar, porque el tema del reclutamiento de niños y adolescentes por el narcotráfico, que desafortunadamente se ha extendido mucho y del cual casi no se habla, se tiene que empezar a tocar en los medios y quienes aspiran a posiciones de poder deben comprometerse a incluirlo en su agenda”, responde Arrechedera.
El Pana, creador venezolano radicado en México, detalla que la historia de “Orlando” o “Tacita de fierro”, que da sustento a la primera temporada de la serie y que ya va en séptimo episodio, le tomó más de dos años concretarla, en colaboración entre la productora Rainbow Lobster y la plataforma Sonoro.
Un problema “creciente y espeluznante”
La serie cuenta la historia de “Tacita de fierro”, un niño reclutado para el sicariato a la edad de 8 años, que sufrió todo género de maltratos y vejaciones en un sótano que funcionaba como orfanato clandestino controlado por un grupo del narcotráfico en Coahuila, y que con apenas 10 años comenzó a matar.
Arrechedera nos sumerge en las cañerías de un mundo macabro y cruel, con una historia que se remonta a casi 16 años, pero que permanece vigente y extendida por muchas regiones del país. “Es un problema espeluznante, que ha venido creciendo y del que no se habla lo suficiente, se nos ha puesto la piel gruesa y hemos invisibilizado la violencia que hay en el país”, afirma el realizador.
A lo largo de los 12 episodios que, presumiblemente, completarán la primera temporada, Los niños del narco reconstruye la historia de “Tacita” y “Miranda”, el antes y el después de un mismo personaje que llegó siendo niño al narcohospicio y acabó como adolescente en un centro de reclusión de menores, después de haber cometido varios asesinatos por mandato de un cártel y en poco también por saciar la sed de vengar la muerte de su hermano menor, a quien el propio padre entregó a un grupo delictivo, en prueba de lealtad, para que fuera brutalmente asesinado.
A “Tacita”, cuyo apodo le impusieron en el orfanato con sevicia y un poco de humor negro —ya sabrán por qué—, atestiguar el crimen contra su hermano le cambió la vida y lo condujo al infierno; y es allí en ese infierno, a los 10 años, cuando cometerá su primer homicidio, comenzando así un historial delictivo que, ahora, “Miranda”, un joven ya en libertad, quiere enderezar.
Pero no será fácil, como no lo es para nadie que haya salido de una cárcel e intente reinsertarse en la sociedad. El caso real de “Orlando” —Tacita, en la serie—, lo documentó la organización Reinserta, que trabaja con niñas, niños y adolescentes en contacto con la violencia en México y lo dio a conocer, en una entrevista ficcionada, Saskia Niño de Rivera en su programa Penitencia. “Este podcast no hubiera sido posible sin el apoyo de Reinserta y por eso, parte de la monetización se irá para apoyar los trabajos de la organización”, sostiene el productor.
Sebastián relata que la historia se reconstruye a partir de “dos entrevistas a profundidad” —una en Saltillo y otra en Ciudad de México— que hizo con la persona real, que cuenta los detalles de su internamiento en el orfanato y en el centro de menores. El Pana prácticamente persiguió a “Miranda” hasta los confines del territorio para que le contara la aventura de “Tacita”, por qué se convirtió en sicario, cómo fue su entorno familiar, cómo libró la pena máxima a los 22 años, cómo es ahora su vida en libertad y cómo ve su horizonte en el futuro.
El realizador señala que en este tipo de historias suele haber un núcleo familiar fracturado acompañado de droga, alcohol y violencia y no necesariamente carencias económicas extremas. “Ese es el gran factor crucial cuando pensamos en niños reclutados por el narcotráfico”.
Un tema de interés público
Sebastián subraya que más allá de los números alcanzados por la serie, que la han colocado en los primeros lugares del ranking en las plataformas Spotify y Apple Podcast en México y algunos países de Centro y Sudamérica, lo que está logrando es que “mucha gente está hablando del tema”. “Más allá de los views que pueda tener, me interesa que, en este momento tan crucial del país, el tema se ponga como algo importante en la mesa. Finalmente, el interés de la serie es que una historia anónima se convierta en un tema de interés público, es la historia de una víctima que se convirtió en victimario”, afirma.
Sin embargo, ninguna vida rota está condenada para siempre. El propósito de la serie es ofrecer una historia de reconstrucción más allá del estigma, dice el Pana. Y, por otro lado, “la serie tiene el compromiso de poner voz a un problema de violencia espeluznante que está alcanzando a muchos mexicanos en el inicio de sus vidas, porque un problema sin voz, no pasa de ser una estadística en el timeline de tu celular”, concluye.
Los niños del narco
Serie sonora
Año: 2024
Primera temporada: “Tacita de fierro”
Creado y narrado por Sebastián Arrechedera
Escritores: Sebastián Arrechedera, Marcel Rasquin, Maximiliano Torres
Producción: Karla Pedraza y Junior Carbajal
Diseño de audio: Amed Cossio
Un trabajo colaborativo entre Rainbow Lobster y Sonoro
Disponible en: Spotify y Apple Music
Artículo publicado el 14 de julio de 2024 en la edición número 02 del suplemento cultural Barco de Papel.