El poeta que publicó su obra completa en 2018, asegura que las palabras definen al ser humano
Jaime Labastida tiene seis años sin escribir poesía. Le pasa siempre cuando termina un libro. En 2018 publicó Animal de silencios, en el que reunió su obra completa… y una nueva sequía llegó.
El apetito por escribir se fue, pero sabe que cuando regrese, se renovará.
Esta dinámica no lo atemoriza. Desde que se propuso dedicar su vida a las letras, este ha sido su proceso. Y mientras, se refugia en su otro oficio: la filosofía.
No tiene prisa por hacer poesía barata, ni a destajo, porque no es fácil y no busca ser un poeta popular. Construir imágenes, metáforas, ritmos específicos o las anécdotas que pasan en un mercado, no le interesan a la hora de escribir. La poesía que así lo hace, piensa que no vale la pena.
A él le importa la belleza, ese acto de encontrar el gozo de la vida, a través de los versos.
Entiende que la poesía es la más celosa de todas y que no tolera que el escritor haga ninguna otra cosa más, y que a pesar de tener muchos matices, aristas, finalmente es un deslumbramiento, que a medida que penetra en el sentido, es bello.
De todas las artes, la poesía es la menos procurada por la gente, dice Labastida, pero eso no le preocupa.
—¿Entonces por qué escribe?
—Tengo seis años sin escribir poesía, pero eso no quiere decir que la abandone, así me pasa cuando termino un libro y me pongo a escribir filosofía y eso me absorbe. Ya me lo dirá el tiempo.
Estamos hechos de palabras
Jaime Labastida nació en Los Mochis, Sinaloa, en 1939 y ha publicado más de 15 libros. Esto a lo largo de los años, dice, le ha permitido pensar, gozar y aceptar la vida mejor.
—¿Qué pasaría si todos leyéramos poesía?
—Si se leyera más poesía, yo creo que se elevaría más la sensibilidad y el entendimiento de las personas. Se han perdido varios valores poéticos, la gente cree que la poesía es una línea que termina antes que acabe la página.
La poesía no busca imágenes, metáforas, ritmos, acentos, eso está en la poesía barata, en la que no vale la pena. Los poemas hoy nacen de anécdotas que pasan en el mercado, aunque claro que con cualquier tema se puede hacer buena poesía, pero hay que saber usar las palabras, ahora se hace poesía a tontas y a locas.
—¿Es necesaria la poesía para vivir?
—Estamos hechos de palabras, lo que nos define como humanos es la palabra. Aristóteles define al hombre como el ser que habla, el ser que tiene logos y una de las mejores maneras de adquirir el buen uso de la palabra es la lectura. La poesía siempre será necesaria porque es un deslumbramiento y aunque no sea tan popular como la narrativa.
El libro no desaparecerá
El poeta es parte de El Colegio de Sinaloa, ha desarrollado una importante labor como editor y sigue promoviendo la palabra escrita. Al libro le tiene un respeto profundo.
—¿Considera que los libros van a desaparecer?
—El libro no va a desaparecer, el libro resguarda también esa síntesis, los libros coexistieron por muchos años en el soporte del papel, ahora lo hace en el soporte electrónico.
En el libro está la memoria de la humanidad. Nosotros tenemos la capacidad para fijar palabras y evitar que solo sean palabras que el viento se lleva, pero esas palabras tienen que ser conservadas, como dice Quevedo, tú puedes dialogar con los muertos si las palabras están escritas. Lo importante es escribir y leer, saber leer y escribir te ayuda a pensar bien. Labastida señaló que le alegra que algunos jóvenes sí consumen poesía y que en Sinaloa hay buenos poetas que escriben como un foco luminoso. Eso indica que la poesía subsiste, los libros también, por la simple razón que el ser humano está hecho de palabras.
Artículo publicado el 14 de julio de 2024 en la edición número 02 del suplemento cultural Barco de Papel.