Ni la mitad de la población en el país acudió el año pasado a una actividad cultural; en Sinaloa artistas señalan que sobresale el desinterés

Aunque en 2023 la asistencia a eventos culturales aumentó con respecto al periodo de pandemia de 2020-2022, en México las actividades culturales no han llegado ni a la mitad de sus ciudadanos.

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 48.7 por ciento de la población de 18 años y más asistió en 2023, al menos una vez a una obra de teatro, concierto de música en vivo, espectáculo de danza, exposición o a una proyección de películas o cine.

Los resultados del Módulo sobre Eventos Culturales Seleccionados, señalan, que este porcentaje implica que se encuentra 9.1 puntos porcentuales por debajo del porcentaje de asistencia que se alcanzó en 2019.

La estadística señala, que el principal medio por el que se enteraron de los eventos culturales fue a través de internet, redes y televisión. Además de que se vieron motivados por los eventos que tuvieran entradas a bajo costo.

Otro elemento relacionado con la asistencia, es la capacidad de la población para ubicar los espacios donde se presentan, por ejemplo, los escenarios para exposiciones y espectáculos de danza fueron los menos conocidos por la población de 18 años y más, con 56.8 y 54.1 por ciento, respectivamente.

Esto, de acuerdo a artistas sinaloenses, obedece al desinterés de la sociedad, así como a la falta de promoción de las instituciones culturales.

Hay falta de interés

Para la escritora y artista visual, Rosa María Robles, la ausencia de público en los eventos culturales obedece a una falta de interés por parte de los ciudadanos.

“Es muy claro, la gente no va a los museos porque no le interesa la cultura, no es importante para sus vidas. Considero que a un círculo pequeño le interesa, aunque la Orquesta llene el teatro, si tomamos en cuenta la proporción de la ciudad, sigue siendo muy poco”, dijo.

“La vida de la gente en Sinaloa gira en torno a otras actividades, no en la cultura, a los niños sus padres no se los inculcan en casa, pero porque no es parte de sus vidas, no por falta de información”.

El director de teatro, Alberto Solián, manifestó que en Sinaloa las instituciones se han quitado la responsabilidad de generar público y eso impacta.

“La gente no va al teatro porque no hay fomento, que sepan que todos los miércoles hay ópera, jueves hay teatro, los viernes danza, etc., es importante porque así el público no necesita enterarse porque ya está establecido, y eso les corresponde a las instituciones”.

Se impone el tedio

Al artista plástico José Guadalupe Castro “Lopus”, le parece que el tedio se apoderó de la mayoría de los artistas de Sinaloa y del público que antes acudía puntual a las exposiciones.

Desde su opinión los eventos no estimulan al público. Los que se realizan son desangelados y repetitivos.

“Lo peor de todo es que las autoridades culturales que dirigen el ISIC, tampoco estimulan al expositor, no le dan una carta de agradecimiento, no le sacan como antes un buen catálogo, muchas veces ni siquiera un programa de mano, yo soy de la opinión que la famosa austeridad republicana es de una tacañería”, apuntó.

El pintor y escultor añadió que, ante la ausencia de público en la oferta cultural, debería plantearse anualmente un foro abierto para buscar alternativas y nuevas propuestas.

“Todo esto ha deprimido al público y por supuesto a los mismos artistas, como yo, por ejemplo, que opté por retirarme, cansado de tanto ninguneo y desfachatez de las instancias culturales, que solo les interesa el sueldo, el aguinaldo y comprar un carro nuevo, mientras a la mayoría de los artistas les va mal y no tienen un futuro que los proteja y los apoye económicamente”.

Falta identificación con el público

El promotor cultural Leonardo Yáñez consideró que la población no asiste al teatro, porque todavía no se siente identificada con lo que se presenta en los escenarios.
En el caso de Culiacán, el teatro Pablo de Villavicencio sigue teniendo una barrera para la danza. Considera que está cerrado para que se presenten los grupos y ballet folclóricos.

“Yo creo que la gente no va al teatro porque las instituciones piensan que les hacen un favor a los grupos, cuando es todo lo contrario, porque permitir que se presenten es hacerle campaña gratis al propio teatro”, indicó.

“Desde mi experiencia, si la institución invita a un grupo 60 bailarines en escena, sin cobrarles renta, mínimo 60 familias van a ir a ver sus amigos, primos. Eso sucedía en los 80, 90, y no lo vemos ahora”.

La proliferación de tantas redes sociales para promover las actividades culturales en la actualidad, comentó que es tan efímera que no ha sido suficiente para que la gente vaya a los eventos culturales.

Llevar las actividades al público

El escritor Alfonso Orejel comentó que la gente no asiste a las presentaciones de libros porque no le interesa, no se siente involucrada con el contenido, lo ignoran y porque hace falta mayor promoción.

“Los escritores se quejan que no va nadie a las presentaciones, pero siento que no todos los libros van para el público en general. Todo es una farsa, no somos un estado de lectores, entonces deberíamos llevar los eventos a los lugares donde está la gente y no esperar que ellos acudan”.

Orejel mencionó que existe gente que jamás irá a los eventos culturales y ese debería ser el tema, llevar las actividades a los parques, kioscos y escuelas de las colonias.

Artículo publicado el 28 de abril de 2024 en la edición 1109 del semanario Ríodoce.