Especialistas coinciden que los cárteles de la droga empiezan a alcanzar niveles de narcoterrorismo en México

Lo ocurrido en Culiacán la semana pasada, en donde 66 personas, entre ellas mujeres y niños, fueron privadas de su libertad por sicarios, muestra cómo el Estado mexicano sigue siendo rebasado por los cárteles de la droga, los cuales incluso empiezan a alcanzar niveles de narcoterrorismo y cada vez más muestran una supremacía de poder, señalaron activistas y expertos en seguridad.

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Miguel Garza Flores, director de Investigación Aplicada para el Instituto para la Seguridad y la Democracia (INSYDE), precisó que el terrorismo es apenas una primera fase, ya que la violencia del narcotráfico ha crecido debido al alto nivel de impunidad que existe en el país, lo que a su vez da una clara visión de quien manda en ciudades como Culiacán y otros municipios, donde el crimen organizado es quien realmente controla todo lo que ocurre en esos territorios.

“Y el mejor ejemplo es lo que vimos en Sinaloa la semana pasada, cuando levantaron a tantas personas, algunas a plena luz del día, y sin que el estado pudiera hacer algo”, dijo Garza Flores.

Noah Hurowitz, autor del libro El Chapo: The Untold Story of the World’s Most Infamous Drug Lord, consideró que los “levantones” de familias completa, ocurridos el viernes 22 de marzo en la ciudad y zona rural de Culiacán, y el nivel de poder mostrado por dos de las facciones que componen el Cártel de Sinaloa, es ciertamente impactante, aunque no del todo sorprendente, pues ya antes esos grupos habían dado una muestra de poder.

“En 2019, durante el primer culiacanazo, vimos de lo que son capaces. Y en el caso de Los Chapitos, demostraron su alcance en 2017, cuando se enfrentaron contra Dámaso López Núñez el Licenciado, cuando (Joaquín) el Chapo Guzmán fue extraditado”, señaló Hurowitz, quien pasó varios meses en Culiacán y Badiraguato durante la investigación hecha para escribir su libro.

Agrega: Y anteriormente, el Guano (Aureliano Guzmán Loera), había dado también muestras del poder que tiene, cuando arrasó con la gente que tomó La Tuna, luego de la muerte de don Ernesto Guzmán Hidalgo, en 2015, de tal manera que ese tipo de ejemplos son comunes, y siempre muestran de lo que son capaces esas facciones, y el poderío que tienen.

“Me tocó ver en varias ocasiones ese poder, cuando cruzaba por zonas aisladas, y grupos criminales tenían retenes que decidían quién pasaba de un lado a otro y quien no, y eso no es algo que me hayan dicho, sino que yo lo vi”, dijo Hurowitz, sobre su experiencia en Sinaloa.

Al cierre de esta edición aún se desconocía el paradero de ocho de las 66 que fueron privadas de su libertad por el crimen organizado, sin embargo, se cree que el conflicto entre el hermano del Chapo y los hijos de este, estaba relativamente controlado, incluso aparecieron varias mantas en la capital sinaloense, en las que se afirmaba que en Sinaloa no había guerra.

“No hay guerra en Sinaloa, esto les va a pasar a todos los rateros de Sinaloa para que sientan lo que sienten las familias cuando se meten a robarle sus casas a invadir su privacidad. Aquí no se permite el robo, secuestro, extorsión, ni cobro de piso. Ya saben cuáles son los principios de la organización, ténganlo claro. Familiares de personas que anden en esos delitos. Evite pasar un mal rato. Y denuncien en cualquier acto de esta índole. ATTE: IAG”.

Junto a las lonas con los mensajes, se colocó otra donde aparecía la fotografía de cuatro hombres, uno de ellos presuntamente empleado de la Fiscalía General de la República y otro de la Fiscalía General del Estado, a quienes se señala como responsables de los delitos señalados.

Hasta el cierre de esta edición, ni la FGR ni la Fiscalía General del Estado habían informado si los dos hombres señalados de ser policías, pertenecen a dichas corporaciones.

Las mantas, que aparecieron colgadas en el puente Negro, Malecón Nuevo, cerca del Limón de Los Ramos y la autopista Benito Juárez, estaban firmadas con las iniciales IAG, que coinciden con el nombre de Iván Archivaldo Guzmán, hijo mayor de Joaquín el Chapo Guzmán.

Los levantones masivos ocurrieron el viernes 22 de marzo, cuando grupos armados ingresaron a domicilios en las colonias Villa Bonita, CNOP, El Palmito, fraccionamiento Belcantto y Los Ángeles, así como en el ejido Plan de Oriente, conocido como El Doce y la comunidad de La Noria, y se llevaron a 66 personas, entre hombres, mujeres y niños. De los cuales fueron liberados 58 y ocho aún permanecen desaparecidos.

La Fiscalía boletinó también la desaparición de una mujer en Mocorito, que pudiera tener relación con los secuestros masivos, y la Sedena señala que entre los “levantados” se encuentra otra persona que fue privada de su libertad en Mazatlán, pero dicha información no ha sido confirmada oficialmente por las autoridades.

En un informe de la Sedena, al que Ríodoce tuvo acceso, se atribuye el “levantón” masivo de familias, en 12 hechos distintos, a un pleito entre el grupo de Los Chapitos y Aureliano Guzmán Loera, el Guano, el cual habría iniciado con el asesinato de tres integrantes de la facción de los hijos del Chapo Guzmán, en San José del Llano, Badiraguato, el jueves 21 de marzo.

La ejecución de la gente de Los Menores, dos de los cuales fueron decapitados, se debió a que en días recientes presuntamente robaron ganado a “Gente del Guano”. Un mensaje dejado junto a los cadáveres advertía: de: “…así le va a pasar a toda la bola de vergas que le busquen al “Guano” ATTE. GDG…”, menciona el informe del Ejército.

La madrugada del domingo 24 de marzo, un Guardia Nacional murió y otro resultó herido, durante un enfrentamiento con un grupo armado a bordo de dos camionetas en una gasolinera ubicada por el bulevar Diego Valadez, conocido como Malecón Nuevo, en la colonia La Lima, en Culiacán.

El presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó también el pasado lunes, que el móvil de los levantones fue una confrontación entre bandas, aunque no habló del motivo, y dijo que el enfrentamiento donde murió un Guardia Nacional estaba relacionado.

Artículo publicado el 31 de marzo de 2024 en la edición 1105 del semanario Ríodoce.