La agradable y relajada Eun-yi Li (Jeon Do-yeon) llega a trabajar a una lujosa residencia como empleada doméstica y cuidadora principal de la hija menor (Ahn Seo-hyun) del matrimonio conformado por Hae-ra (Woo Seo) y Hoon Goh (Lee Jung-jae), quienes además esperan la llegada de unos gemelos. Muy pronto, la chica asume que tiene una actividad extra, en secreto, de la que Byung-sik (Youn Yuh-jung), la ama de llaves, no le habló al principio, y que involucra al esposo/padre de la familia, al que no se le puede negar ni cuestionar nada. Aunque a la nueva trabajadora de la casa no le desagrada lo que hace con su jefe, tiene que reconocer que no es correcto y su patrona no va a estar de acuerdo, cuando lo sepa.
Para el aclamado director Martin Scorsese, La criada (1060), de Kim Ki-young, es uno de los “verdaderos clásicos” del cine de Corea del Sur, “intenso y apasionadamente claustrofóbico”, que lo sorprendió al grado de participar en su restauración en 2008. A propósito de los 50 años de esa extraordinaria producción disponible en YouTube, el realizador Im Sang-soo dirigió y escribió una nueva versión: Una peligrosa criada (Hanyo/Corea del Sur/2010), con resultados excelentes, mas no necesariamente superiores a la original –por cierto, esa obra maestra del siglo pasado, también sirvió de inspiración para la ganadora del Oscar, Parásitos (2019).
La película disponible en Prime Video tampoco tiene desperdicio: impacta desde sus primeras imágenes. A todo color, con una destacable fotografía a cargo de Lee Hyung-deok, es un metraje que se caracteriza por la elegancia, opulencia, pulcritud y orden que predomina en la vivienda en cuestión, lo cual contrasta con la versión de hace 64 años, en la que, en blanco y negro, se observa una casa en construcción, amontonada, con carencias y una plaga de ratas. A diferencia de la primera, que expone una sociedad más “conservadora” y “tradicional”, la versión más reciente muestra a una más “liberal”, lo que se distingue, incluso, en la manera en que se da el acercamiento entre los “jefes” de familia y las recién llegadas a la casa.
Un aspecto por demás interesante de Una peligrosa criada es que navega en diferentes géneros y funciona muy bien en cada uno de ellos, por lo que no es raro que el espectador lo mismo se ría o suelte una carcajada, se conmocione, tenga incertidumbre, que se “incomode” por alguna que otra escena “subida de tono”. Este aspecto no es particular de la cinta de 2010, sino que lo comparte con su antecesora de 1960, en la que también la trama se mueve, principalmente, entre el drama, el terror psicológico y la comedia negra.
Otras de las ventajas de la cinta de 2010 (al igual que en la de 1960) son el elenco, que logra interpretaciones extraordinarias, dando vida a personajes bien delimitados, con una personalidad que los llevan a cometer tanto actos de bondad, como los más siniestros y malvados; la estructura narrativa, que transcurre lineal, fluida y entretenida; las temáticas que aborda, vigentes y oportunas, como la lucha de clases y las relaciones de poder, lo que la vuelve una opción imperdible, además, por esa impactante secuencia hacia el final. Véala… bajo su propia responsabilidad, como siempre.
Artículo publicado el 10 de marzo de 2024 en la edición 1102 del semanario Ríodoce.
