El gobierno de Estados Unidos lo acusa de 17 cargos criminales y le ordena el pago de 14 mil millones de dólares para reparar el daño

Hasta hace unos días, las autoridades estadounidenses habían centrado sus señalamientos sobre producción y tráfico de fentanilo sólo contra la facción de Los Chapitos, pero una nueva acusación presentada el pasado 15 de febrero en la Corte del Distrito Este de Nueva York, involucró también en la producción y distribución de dicha droga, a Ismael el Mayo Zambada, a quien considera líder y fundador del Cártel de Sinaloa.

En la quinta acusación formal reemplazante contra el capo con el número 09-cr-466, que extiende las fechas de finalización de la empresa criminal continua y varias conspiraciones desde mayo de 2014 hasta enero de 2024, presentada ante el juez Brian Cogan, el mismo que condenó en 2019 a cadena perpetua a Joaquín el Chapo Guzmán, el gobierno estadounidense agrega nuevos cargos contra el Mayo Zambada, esta vez por fabricación y distribución de fentanilo.

Dichos cargos se suman a los que integran cuatro acusaciones previas por participar desde 1999 en una empresa del crimen organizado, conspirar para cometer asesinato, lavado de dinero, portación de armas de fuego, trasiego de cocaína, heroína y metanfetamina hacia Estados Unidos.

La acusación contra el capo de 76 años, se refiere a este como el Mayo, Mayo Zambada, el Doctor, la Doc, Doctora, el Lic, Mike, entre otros, y menciona que junto al Chapo Guzmán fundó el Cártel de Sinaloa a partir de la “Federación”, llegando a convertirse “en la organización de narcotráfico más grande del mundo”.

“Entre enero de 1989 y enero de 2024…, el acusado Ismael Zambada García… junto con otros, a sabiendas e intencionalmente participaron en una empresa criminal continua, en la que ocupó puestos de supervisión y gestión, y fue uno de varios administradores, organizadores y líderes principales…, y de la cual el acusado obtuvo sustanciales ingresos y recursos”, señala.

Para realizar sus actividades, menciona que el Cártel de Sinaloa tenía una estructura que incluía miles de miembros, entre ellos personal que brindaba seguridad y realizaba actos violentos; jefes de plaza, responsables del transporte de drogas; tripulaciones de barcos y submarinos, pilotos, y camioneros y lavadores de dinero, que canalizaban las ganancias de las drogas desde EU a México.

“Si bien en ocasiones ha habido divisiones y luchas internas entre los líderes del Cártel de Sinaloa, generalmente coordinaron sus actividades criminales, compartieron y controlaron las rutas de tráfico, resolvieron conflictos por el territorio, minimizaron la violencia entre organizaciones y aseguraron que el Cártel de Sinaloa recibiera información y protección oficial”.

El documento no precisa si las luchas internas del Cártel de Sinaloa, sean las que se han presentado entre células de Los Chapitos y el Mayo Zambada, comandadas por el Nini y el Ruso, en años recientes, y que han llevado a enfrentamientos tanto en la ciudad como en la zona rural de Culiacán.

En la nueva acusación, que llega unas semanas antes de que Ovidio Guzmán López, hijo del Chapo, enfrente una nueva audiencia por producción y tráfico de fentanilo, las autoridades estadounidenses recuerdan también que el Cártel de Sinaloa fabricó e importó cantidades múltiples de heroína, metanfetamina y mariguana a los Estados Unidos, utilizando la corrupción como medio para lograr sus objetivos.

“El acusado Ismael Zambada García y otros líderes del Cártel de Sinaloa también emplearon sicarios, quienes llevaron a cabo cientos de actos de violencia, incluyendo asesinatos, asaltos, secuestros y actos de tortura bajo las órdenes del acusado”.

Los actos violentos, indica, se realizaron para promover y mejorar el prestigio, reputación y posición del cártel respecto de organizaciones criminales rivales; preservar y proteger el poder, el territorio y las empresas criminales, incluido el control sobre las rutas de tráfico de drogas a través de la frontera entre Estados Unidos y México; imponer la disciplina entre sus miembros y asociados castigando la deslealtad y el fracaso; y para proteger a los miembros del arresto y el enjuiciamiento silenciando a posibles testigos y tomando represalias contra cualquiera que haya proporcionado información o asistencia a las autoridades.

“Las ventas de drogas del Cártel de Sinaloa en Estados Unidos generaron miles de millones de dólares en ganancias. Las drogas procesadas luego fueron devueltas a México; a menudo el dinero de la droga era transportado físicamente desde Estados Unidos a México en vehículos que contenían compartimentos ocultos y por otros medios clandestinos”, indica.

Ante las jugosas ganancias que EU considera que el Mayo ha obtenido del tráfico de drogas y el daño que estas han causado a la población de ese país, de ser encontrado culpable, tendría que pagar 14 mil millones de dólares al gobierno estadounidense para resarcir el daño ocasionado.

Contra Zambada García también se encuentra vigente desde 2021 una recompensa de 15 millones de dólares por información que lleve a su captura.

Hasta el momento, el gobierno estadounidense logró extraditar a Vicente Zambada Niebla, el Vicentillo y a Jesús Reynaldo Zambada García, el Rey Zambada, hijo y hermano del Mayo, respectivamente. Ambos fueron encarcelados pocos años y posteriormente liberados luego de testificar en el juicio contra el Chapo Guzmán.

Artículo publicado el 18 de febrero de 2024 en la edición 1099 del semanario Ríodoce.