El deseo de Edee (Robin Wright), de no tener contacto con gente, es tan grande, que compra una cabaña en las montañas, muy alejada de la zona urbana, para experimentar la soledad. Desde el principio enfrenta todo tipo de dificultades y peligros extremos por desconocer el lugar y la forma de vida que le ofrece cada época del año y la fauna local, y porque no tiene la manera de comunicarse con nadie en caso de alguna necesidad. Cuando está segura de que no le quedan probabilidades de sobrevivir, aparece Miguel (Demián Bichir), un cazador que le muestra cómo vencer los inconvenientes propios de ese contexto, aunque con algunas condiciones de por medio.
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Resulta casi imposible resistirse a una de las principales ventajas de Tierra (Land/EU/2021), dirigida por la propia Wright: las impresionantes imágenes que exponen la belleza de Alberta, Canadá, dónde se filmó la cinta que aborda el complicado tema del duelo, específicamente, qué hacer cuando de la familia que se formó y se deseó tanto, solo quedan recuerdos y ninguna posibilidad de existir, realmente.
La película escrita por Jesse Chatham y Erin Dignam destaca por su manera de tratar una temática que frustra, duele, extermina las ganas de vivir, hacer “borrón y cuenta nueva” y continuar, de ahí que la protagonista quiera desconectarse del mundo y de quien lo habita, para concentrarse en esas invaluables vivencias que se aferran a su mente, de esos seres que le daban estabilidad y felicidad, y de quienes creía estarían más tiempo con ella.
En su faceta de actriz, Robin Wright es determinante como esa mujer que se atreve a dejar todo: terapia psicológica, casa, automóvil, celular y hasta su propia hermana (Kim Dickens), para vivir su sufrimiento, dolor y duelo, sola. Sin detenerse a pensar si le es conveniente o no, es firme al encerrarse en ella misma y revivir lo que ya no posee físicamente. Por su parte, Demián Bichir se desenvuelve discreto, sereno e insistente en ser solidario, aunque en esto lo guie más la culpa que le provoca su propia experiencia con esa familia que también añora, y no solamente por lo que le pasa a Edee.
Aun con todo lo anterior, la cinta disponible en Netflix falla en el desarrollo de la historia. Su primera parte, en la que se ve a la protagonista lidiando sola con las dificultades que le surgen en su nuevo hogar, podría ser lo mejor de la trama. A partir de que aparece Miguel, acompañado de su amiga enfermera (Sarah Dawn Pledge), se vuelve menos interesante. Es cierto que el cazador en cuestión no solo enseña a la afligida mujer las particularidades de vivir en un lugar inhóspito, sino que, además, de alguna manera, le proporciona las condiciones para sanar emocionalmente, pero algunas situaciones lucen “sacadas de la manga”, que embonan a la fuerza y terminan llevando a una resolución apresurada, predecible e inverosímil.
Tierra se sostiene hasta el final sin mayores inconvenientes. Entretiene, en repetidas ocasiones ofrece lecciones de vida que, sin duda, ayudarían a quien pasa por una experiencia similar –simplemente, podría considerarse pensar muy bien, al menos dos veces, la drástica decisión de asumir la soledad para sobrellevar una pena, así sea ese el mayor deseo. No obstante, la película no es de esas que se quedan por mucho en la memoria. Véala… bajo su propia responsabilidad, como siempre.
Artículo publicado el 12 de noviembre de 2023 en la edición 1085 del semanario Ríodoce.
