Sabemos que para los directivos de Ríodoce y la familia de Javier Valdez el autor intelectual del asesinato de nuestro compañero fundador del semanario es Dámaso López Serrano, alias el Minilic, lo sustentan principalmente en que los ejecutores pertenecían a esta fracción del Cártel de Sinaloa.
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Sin embargo, en la entrevista que López Serrano concedió al periodista Luis Alberto Chaparro, de la revista Proceso, en la edición del fin de semana pasado, este personaje liberado insólitamente por el gobierno estadounidense y que vive bajo protección en “algún lugar” de la Unión Americana salió a defenderse y acusar a la fracción de los llamados “Chapitos” como los responsables de este crimen que estremeció a la familia de Javier y al periodismo nacional e internacional.
Señala que este grupo amenazó a la familia de Javier y a Ismael Bojórquez, director del semanario sinaloense y por ello dice, sostienen, la tesis que el culpable del asesinato es López Serrano, el Minilic.
Una afirmación que es comprensible siendo que esta señalado por este crimen y busca evitarse la extradición para ser juzgado en México.
Lo extraño es que lo haya hecho, cómo lo dice el entrevistador, a sabiendas de que hablar con los medios de comunicación podría provocarle ahora, sí, la extradición a México.
Entonces, ¿qué es lo que anima a hablar a este personaje? ¿le ha ganado la confianza y está dispuesto a dar el paso para “limpiar” su nombre? o ¿es parte de una estrategia que va más allá del caso Javier Valdez y está inscrita en la lógica de los intereses norteamericanos?
Esta semana ha trascendido un audio que se acredita a Martí Batres, jefe de gobierno de la Ciudad de México, donde este buscaría atacar a Omar García Harfuch quien, cómo es público, aspira y lidera las encuestas de intención de voto en Morena para gobernar la Ciudad de México y ese audio, que Batres niega categóricamente porque “solo busca dañar a nuestro movimiento político”, el de la 4T. Además, señala, en una conferencia de prensa, que es un producto de inteligencia artificial que con 200 pesos se puede producir y ponerlo en circulación en las redes sociales.
Los enemigos de García Harfuch, recordemos, dieron a conocer no hace mucho tiempo que participó en las reuniones donde se habría diseñado la llamada “Verdad histórica” del caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa buscando a través de esta especie exhibirlo mediáticamente destacando sus vínculos con el grupo de Genaro García Luna quien, recordemos, brindaba protección al Cártel de Sinaloa y producto de ese servicio desde el gobierno calderonista reside hoy en una prisión federal estadounidense.
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Cualquiera que sea la motivación que este detrás en esta sorpresiva interlocución con la revista Proceso hay algo de temeridad en ella, salvo, claro, que haya tenido autorización de las agencias norteamericanas y que estas le hayan autorizado hablar buscando poner pegas en la política interna sobre todo por el tema de la narcopolítica a la que le están dando seguimiento por un asunto de seguridad nacional.
Hay algo, pues, raro, extraño.
Pero, volviendo, a las menciones a la familia de Javier e Ismael, la entrevista toca algo que todos ellos han llevado en la piel desde aquella fatídica mañana primaveral y esta reaparición seguramente viene a remover sentimientos de temor e incertidumbre.
No está lejos la molestia de todos ellos por la liberación de Damaso López en Estados Unidos y la impotencia de ver al gobierno mexicano incapaz de traerlo para enfrentar la justicia, como lo han hecho los pistoleros que ejecutaron a Javier, siendo que ha sido una exigencia permanente y hasta hoy infructuosa del periodismo internacional.
En definitiva, el Minilic está de vuelta a través de la revista más leída en México y lo hizo desde cierta clandestinidad y en un hotel modesto de Los Ángeles buscando cambiar la narrativa consolidada y repartiendo culpas en actos criminales que han estremecido nuestra opinión pública.
Así, como también, para comentar secretos del mundo sórdido del crimen organizado y probablemente prestar servicios frente a los comicios concurrentes que tendremos en junio de 2024 como se desprenderse del audio acreditado a Martí Batres, donde, este, estaría llamando a cambiar la estrategia para debilitar la aspiración de García Harfuch porque “lo del Minilic, nomás no pegó”.
Al tiempo.
Artículo publicado el 05 de noviembre de 2023 en la edición 1084 del semanario Ríodoce.
