Se supone que la candidata presidencial de Morena en el 2024 será Claudia Sheinbaum. Muchos lo damos por hecho a menos que ocurra una catástrofe. Y que las precampañas, –no formales, vestidas de otras cosas para sacarle la vuelta a la ley electoral, como si les importara mucho—solo han sido diseñadas para legitimar su candidatura y disfrazar lo que realmente está detrás de una decisión tomada de antemano: el dedazo presidencial.
Pero quienes piensan que hay una competencia real por la candidatura, creen que el único que puede alcanzar a Claudia en las preferencias de los encuestados, es Marcelo Ebrard. En el promedio de las encuestas levantadas hasta hoy, Claudia le lleva diez puntos de ventaja. Y en tres meses –las encuestas definitivas serán en septiembre— esta diferencia podría remontarse. Marcelo entonces estaría obligado a una campaña muy fuerte, con propuestas, no alineado al presidente, sino, al contrario, planteando cosas distintas, buscando el voto de los morenistas pero de manera muy especial el de los externos, pues las encuestas serán abiertas.
Sin embargo, en el arranque, Ebrard hizo justamente lo contrario, pues de una forma muy burda y desatinada propuso crear una secretaría del Bienestar que pondría en manos de un hijo de López Obrador, Andrés, Andy. Se trataría, dijo, de garantizar la continuidad de la cuarta transformación. Burdo porque se vio abyecto y desatinada porque ese mismo día el hijo del presidente dijo que no aceptaba la propuesta y que no lo metieran a él ni a nadie de su familia en la justa interna. Obviamente Marcelo se quería congraciar con AMLO y reducir la brecha entre él y Claudia en cuanto a las querencias presidenciales.
Es un hecho que muchos no morenistas están viendo a Marcelo Ebrard como una opción “aceptable” ante la eventualidad de que Morena tenga asegurado el triunfo en el 24. Lo ven negociador, abierto, “neoliberal” y hasta “salinista”. Esto último, en el delirio esquizofrénico de las precampañas –no formales—también lo están diciendo al interior de Morena, sobre todo los seguidores de Claudia, aunque Marcelo haya estado acompañando a AMLO desde hace más de dos décadas. “Pinche salinista”, dicen. Y si fuera el caso, entonces tendrían a un salinista infiltrado en el “movimiento”. (Por supuesto que no hablan de Manuel Bartlett que, siendo secretario de Gobernación, tumbó el sistema de conteo de votos en el 88 para robarle la elección a Cuauhtémoc Cárdenas y darle el triunfo a Carlos Salinas).
Y entre los no morenistas caben los que se abstienen, los que en 2018 votaron por AMLO y están decepcionados y que nunca votarían por Claudia Sheinbaum por su postrada actitud ante el presidente… y muchos miembros del PRIANPRD que prefieren apostarle a un viraje hacia el centro, que a la continuidad a ciegas de la 4T, que solo puede garantizar Claudia o el cínico de Adán Augusto López.
No pasará mucho tiempo para que se vea de qué lado están jugando los gobernadores. No se dijo nada de la reunión a la que fueron citados el miércoles pasado por el presidente en palacio nacional, pero alguna línea habrán recibido. Por lo pronto, la propaganda de Sheinbaum invade las ciudades y pueblos del país, y en sus eventos se aprecia una estructura aceitada y muy solvente. ¿De dónde los recursos? Seguramente de los erarios estatales, ¿de dónde más? Como se hizo en los tiempos del PRI durante décadas, se está haciendo ahora. Los formatos que circularon en las dependencias estatales para registrar al personal que asistiría a los eventos de Ricardo Monreal en su pasada visita a Culiacán y Los Mochis, fueron reales. Los 200 pesos que les daban a los asistentes a un mitin de Adán Augusto en Guadalajara, también.
Bola y cadena
ESTE LUNES LOS PARTIDOS QUE conforman la alianza opositora darán a conocer las reglas para la selección de su candidata o candidato presidencial. Viene un amasijo de procedimientos. Como sea, los pretensos del PAN, PRI, PRD y ciudadanos que han estado criticando que Morena se haya adelantado a los tiempos electorales, caerán en lo mismo. Matizarán los discursos y usarán eufemismos, pero terminarán violando la ley electoral, una ley obsoleta que deberá revisarse ya, inaplicable para los partidos e inaplicable para los órganos electorales, encargados de vigilar y castigar.
Sentido contrario
LUEGO DE QUE SE DIERA A CONOCER que la FGR obtuvo 61 órdenes de aprehensión contra involucrados en una red de lavado de dinero encabezada por Genaro García Luna, se supone que los acusados buscaron ampararse. Pero todo indica que esos amparos se han estado negando pues no aparece ninguno en los estrados digitales del sistema judicial. Por eso no será fácil encontrarse a alguno de ellos haciendo las compras de la semana en un centro comercial o yendo a un estadio o a un restaurante. Hace tres semanas los hermanos Arellano Hernández iban a inaugurar la plaza Isla Tres en Mazatlán, pero un día antes se dio a conocer la lista de los 61, donde aparece la madre de ellos, y mejor suspendieron la inauguración y sacaron a la señora del país. Juan José ha tocado dos veces la puerta del palacio nacional para hablar con el presidente AMLO, pero este no lo ha recibido. Alfredo Arámburo, el dueño de los Algodoneros de Guasave, es otro caso. Se dejó de ver y no sacará la cabeza hasta sentirse seguro, si es que lo logra. Los demás, por el estilo.
Humo negro
NO BASTA CON QUE UN HECHO no se denuncie para establecer que no ocurrió. La respuesta de la fiscal, Sara Bruna Quiñones, sobre la muerte de María Beatriz León y las sospechas de que pudo haber sido asesinada, son pobres y evasivas. Previo a este “accidente”, en abril, dos funcionarios del ayuntamiento de Sinaloa fueron levantados y tuvieron que ser sustituidos. Allá todo el mundo sabe lo que está pasando. Y por qué.
Artículo publicado el 25 de junio de 2023 en la edición 1065 del semanario Ríodoce.
