INAI-INSABI

CIUDAD DE TLAXIACO, OAXACA, 20MARZO2020.- El presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador en la Inauguración del Hospital Rural Tlaxiaco IMSS Bienestar en la Heroica Ciudad de Tlaxiaco, Oaxaca. Lo acompañan Alejandro Ismael Murat Hinojosa, Gobernador Constitucional del Estado de Oaxaca; Doctor Marco Antonio Martínez Castellanos, Director del Hospital Rural Tlaxiaco y Zoé Alejandro Robledo Aburto, Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social.
FOTO: PRESIDENCIA/CUARTOSCURO.COM

Ahora la nueva moda es atacar a la 4T por la iniciativa de transferir las funciones del INSABI al IMSS-Bienestar y por la propuesta para desaparecer al INAI, que sus funciones, tan mínimas, continúen como ya sucede, en las innumerables instancias de transparencia, que hay en los gobiernos federal, estatales y municipales; (todos los que han trabajado en dependencias de gobierno lo saben de sobra) y sí, resulta molesto que se hable con tan escasa información y sin investigar lo mínimo el tema.

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El INAI, según sus propias palabras, fue creado para garantizar el acceso a la información pública y la protección de los datos personales, así como promover una cultura de transparencia y rendición de cuentas. Además, lleva a cabo resoluciones no vinculatorias sobre quejas y reclamos.

Abierto el debate de su desaparición, su reacción fue “ordenar” a la UNAM hacer pública la tesis con la que el presidente López Obrador obtuvo su título de licenciatura, seguramente alguien les filtró que habría algo malo ahí; pero oh sorpresa, a los días, el propio AMLO les reviró presentándola en la conferencia mañanera, con total transparencia y una buena dosis de burla y sarcasmo.

Fui usuario del INAI por más de cinco ocasiones entre 2019 y 2020, (PNT Plataforma Nacional de Transparencia y sus servicios telefónicos). Deseaba acceder a la lista de las personas beneficiadas por la Ley de Amnistía decretada en 1978. Nunca la conseguí, el papel del INAI fue únicamente ser plataforma digital donde se enviaba a las dependencias la solicitud y, al final del plazo, recibir por su conducto la respuesta. Si había una queja o reclamo, el INAI le informaba al demandado que había una queja y que respondiera, así se resume su papel.

Para ello, tienen un presupuesto en 2023, de 1 mil 047 millones de pesos y los siete comisionados un salario de 133 mil 823 pesos mensuales, los secretarios 107 mil 203, más las mismas o similares prestaciones que los funcionarios del INE. La verdad es que han sido y son una pantalla más para la simulación y el saqueo impune de los recursos públicos que aún suceden y se llevaban a cabo en los gobiernos anteriores. Más que justificada la desaparición de este órgano de burocracia “dorada”.

Y cómo no hablar de la “sucursal” del INAI en Sinaloa, la CEAIP. Igual, desde su creación hace 20 años, ha servido para lo mismo. Correa de transmisión para las solicitudes de información, que no les merecen ni el seguimiento ni la atención real de este órgano; se orienta, eso sí, a canalizar auditorías e investigaciones instruidas “desde arriba” con finalidades políticas. Su papel es casi nulo para la transparencia y la democracia; en salarios andan arriba de 100 mil para los jefes y 60 mil para los funcionarios medianos, con un personal excesivo y un verdadero retiro dorado. También debe desaparecer.

INSABI
Acerca del paso del INSABI al IMSS-Bienestar, hay que anotar que su precedente, el Seguro popular fue casi siempre y en todos lados, un foco de corrupción sin fin. Al final de su gestión se presentaron 36 demandas penales por 86 mil millones de pesos por peculado, cohecho, y uso indebido de atribuciones y facultades. Siempre fue la caja chica de los corruptos. En octubre de 2018 habían dejado 304 centros de salud a medias, abandonados y sin equipamiento.

En Sinaloa desde 2011 hay denuncias por desviación de fondos, en diciembre de 2020 se presentó una denuncia contra el gobierno de Mario López Valdez y de Quirino Ordaz por 60 contratos otorgados de manera directa y un monto de 955 millones de pesos.

El INSABI que lo sustituyó el 1 de enero de 2020 tampoco logró poner orden en el sector público de la salud, ni conseguir la atención médica que el presidente ofrecía a la población que carecía de ese derecho.

IMSS-Bienestar tiene 3 mil 622 unidades de salud y 80 hospitales, más todos los que se vayan sumando de los estados, atenderán todos los servicios del primer y segundo nivel, trabaja en 20 estados y se extenderá a toda la república; ahora mismo se llevan a cabo acciones para contratar miles de médicos especialistas jubilados del ISSSTE, así como personal hospitalario.

Zoé Robledo director del IMSS tiene la responsabilidad de hacerlo funcionar, la confianza del presidente y un reto mayúsculo por delante.

Artículo publicado el 14 de mayo de 2023 en la edición 1059 del semanario Ríodoce.

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