El legendario locutor Enrique Guerrerock (Álvaro Gurrero) recibe una invitación de Universo Musical para participar en su fiesta de aniversario y homenaje a las grandes figuras del rock, en la que también estará la gran Irma “La Bomba” Pimentel (Ana Sofía Gatica), el amor de su vida, a quien no ve desde 20 años. Sin el presupuesto suficiente para viajar de Rioverde, San Luis Potosí, a la Ciudad de México, donde será el evento, y para arreglar su coche, Enrique consigue trabajo como “cerillo” en el Super Esquina Abasolo. Al principio se conflictúa con Picho (Eduardo Minett), su entrenador, pero la admiración y respeto que le tienen el gerente (Sidney Rebote) y una cajera (Amanda Chaparro) contribuyen a que limen asperezas y se vuelvan cómplices en un negocio que a uno le promete reunir el dinero suficiente para ir a la capital y al otro encontrar el amor.
Con una estructura narrativa sencilla (aun con ese gran flashback implica la historia y las “alusiones” del protagonista), complaciente y demasiado predecible, ¿Encontró lo que buscaba? (México/2023), dirigida por Yibrán Asuad, no es una opción del todo mala para uno de esos días que, con desgano, en la cama, se complica la elección de una película. Se trata de una comedia con tintes de drama (o al revés), y aunque no logra destacar, realmente, en ninguno de los dos géneros, su atractivo está (más que en las actuaciones) en la presencia de algunos actores, el tratamiento de sus temas y en situar la historia en una ciudad, prácticamente, nula en la cinematografía.
En relación con lo anterior, no solo al inicio y final de la trama, en esas reuniones para beber alcohol en la Estética La Jarochita, cada vez que aparecen Alejandro Suárez, Fernando Larrañaga y Lalo El Mimo, la cinta es un deleite y es casi imposible dejar de ver la pantalla –la escena en la que alegan cada cuanto se bañan, es magnífica. No se trata de sus grandes actuaciones, pero sí de una muestra de su experiencia, dominio escénico, de disfrutar lo que se hace, y de que se necesitan más historias que incluyan a esas grandes figuras, por dos motivos: la cátedra que pueda significar su interpretación y; para profundizar en todo lo que conlleva la tercera edad.
La cinta escrita por Javier Peñalosa acierta, también, con un personaje a cargo de Álvaro Gurrero, quien consigue (decentemente) delinear a un Enrique lo mismo sínico, aprovechado, descarado, egocéntrico, conflictivo rudo, sin escrúpulos, que frágil, cobarde, decadente, sin ilusiones y perdido en
el pasado, a quien, pareciera, solo lo sostiene fumar a cada rato y las reuniones para beber alcohol y jugar dominó con sus amigos. En cuanto al elenco joven que lo acompaña, Chaparro, sin llegar a lo extraordinario, logra una Amanda honestamente rebelde, Minett se queda tenso y rígido y Rebote es innecesariamente exagerado.
El filme disponible en Netflix es interesante, además, al abordar lo conveniente de ser valiente, decidido y no perder el tiempo al expresar lo que se siente y desea, para no llegar a “destiempo” y a un panorama desfavorable; el miedo a la responsabilidad que implica una pareja; y que la tercera edad puede ser sinónimo de aspectos positivos y gozo, no necesariamente de decadencia y enfermedad. Véala… bajo su propia responsabilidad, como siempre.
Artículo publicado el 19 de marzo de 2023 en la edición 1051 del semanario Ríodoce.
