Todos los días a la medianoche –tras una derrota de los Tomateros–, me preguntan: ¿Ya quedaron eliminados?
La respuesta es “No”. Aún tienen vida con seis juegos restantes a partir de este domingo y a pesar de registrar la segunda peor temporada de su historia (.393 en porcentaje en juegos ganados contra el .381 de la edición 1965-66).
¿Por qué Culiacán tiene posibilidades de clasificar a pesar de haber sido últimos en la primera vuelta y mantenerse en el sótano de la segunda?
Sencillo: Charros y Sultanes –los dos equipos a los que Tomateros necesita superar en esta segunda vuelta–, son penúltimos del standing y solo le sacan un juego de ventaja a los pupilos de Benjamín Gil.
Si Jalisco y Monterrey estuvieran en los primeros lugares, Culiacán ya habría quedado fuera.
Todo indica que los dos eliminados se definirán hasta la última serie porque Tomateros cerrará de visita precisamente en Monterrey.
Hermosillo barrió a Culiacán en la antepenúltima serie de la temporada para cerrar con un impresionante dominio de 11-1 esta temporada.
Los Naranjeros sabían que, de clasificar Culiacán, serían su primer rival en la postemporada y en estas instancias nadie quiere enfrentar a los Tomateros –con todo y su malísima temporada– porque el ‘chip’ cambia y es un equipo ganador en playoffs.
Ahora bien, en lo personal me desagrada este sistema de competencia donde clasifican el 80 por ciento de los equipos (8 de 10).
Es un sistema que premia la mediocridad y aunque los dueños de clubes digan que es el más atractivo para mantener a los aficionados expectantes en los parques hasta el último juego, necesitan hacer una verdadera autocrítica y analizar si esto realmente beneficia al público conocedor del espectáculo.
¿Que está sucediendo? La gran mayoría de clubes inician con rosters de baja categoría en la primera vuelta y le apuestan a terminar a media tabla para luego reforzarse en la segunda (metiendo más $$$$$) e ir con todo en los playoffs.
La LMP ha bajado claramente su nivel de pelota y no tiene que ver solamente por la expansión a 10 equipos y las restricciones de MLB a los peloteros, sino por este sistema de competencia.
Preferible implementar un sistema de 4 clasificados para que todos los clubes se apliquen desde el arranque de campaña y veamos una mejor calidad de pelota.
La LMP tiene que hacer algo al respecto para que su producto vuelva a retomar su nivel indiscutible como “el mejor beisbol de México”.

¿Quién fue mejor?: George Brett y Mike Schmidt marcaron época jugando 3B en la misma era
George Brett y Mike Schmidt fueron los mejores 3B en su época, sobre todo en la década de los 80’s.
Brett era más un bateador de porcentaje y ganó tres títulos de bateo en la Liga Americana, mientras que Schmidt se caracterizó más por su poder con ocho cetros jonrones y cuatro de impulsadas en la Nacional.
A la defensiva, Schmidt ganó 10 Guantes de Oro y terminó con .955 de fildeo en su carrera, mientras que Brett solo lo ganó en 1985 y finalizó con .951 en su trayectoria.
Mike fue clave para el campeonato de los Phillies en 1980, donde resultó el MVP de la Serie Mundial al vencer precisamente a los Royals, liderados por George.
Brett también fue figura para Kansas City en 1985, cuando ganaron la Serie Mundial a los Cardenales y bateó para .370 (de 27-10).
¿Al final como fueron elevados al Salón de la Fama de Cooperstown?
Schmidt fue entronizado en 1995 con el 96.5 por ciento de los votos.
Brett lo hizo en 1999 con el 98.2 por ciento.
¿Qué les parece?
Artículo publicado el 25 de diciembre de 2022 en la edición 1039 del semanario Ríodoce.