Para Ripley: El año que no hubo equipo campeón

Para Ripley: El año que no hubo equipo campeón

Normalmente los dueños de clubes de la LMP han sabido arreglar sus diferencias sin que ‘la sangre llegue al río’, como ha ocurrido varias veces con sus colegas de la Liga Mexicana de Beisbol. 

Sin embargo, durante la temporada 1950-51 de la vieja Liga de la Costa del Pacífico –hoy LMP–, el circuito tuvo que dejar desierto el trofeo para el campeón en un hecho para Ripley. 

Culiacán buscaba esa campaña el Tricampeonato –como ocurre actualmente–, pero un cambio al sistema de competencia ya iniciada la temporada provocó que el dueño de los Ostioneros de Guaymas, Florencio Zaragoza, se negara a jugar la Serie Final contra los entonces Tacuarineros, dirigidos por el Chory Arroyo

Resulta que en años anteriores el equipo campeón era quien finalizaba la temporada con mejor record general a rol corrido. 

La presidencia de la liga convocó a una reunión para aprobar una Serie Final entre el líder de la primera vuelta contra el de la segunda, a lo cual Zaragoza fue el único que se opuso y sus Ostioneros terminaron ganando la primera con record de 21-9. 

Culiacán ganó la segunda con marca de 20-10 y entonces Zaragoza evitó que su equipo jugara dicha serie aún y cuando los peloteros querían hacerlo, de acuerdo a lo que nos dijo en su momento el short stop culichi de los Ostioneros, el ya fallecido Gilillo Villarreal. 

De tal forma que no hubo campeón y Zaragoza siempre presumió que su equipo lo había sido al registrar 37-23 contra 32-27 de los Tacuarineros. 

DOSCAMPEONES….Culiacán se coronó en la siguiente temporada y pudo haber sido su cuarto título consecutivo –algo jamás visto en el beisbol invernal mexicano–, pero nunca sabremos que hubiese sucedido de haber enfrentado a Guaymas.

En la edición 1955-56 también ocurrió algo extraño: Hubo dos equipos campeones con los Tacuarineros de Culiacán y Naranjeros de Hermosillo, aunque la LMP sólo reconoce oficialmente al equipo sinaloense en su cuadro de monarcas. 
Esa vez no hubo ningún pleito entre dueños sino que la Liga acordó reconocer al líder general como campeón de la temporada (en ese caso Tacuarineros, 33-23) y la celebración de unos playoffs para sacar al monarca y representante del circuito en una serie a ganar 4 de 7 contra el mejor equipo de la Liga Invernal Veracruzana. 

Naranjeros se coronó en la postemporada y entonces chocó contra Diablos Rojos del México –campeones de la LIV–, éstos últimos grandes favoritos porque en aquella época era más fuerte la Veracruzana que la del Pacífico. 
Se bautizó como la Serie Mundial Mexicana y fue a visitas recíprocas a partir del 6 de febrero, donde Hermosillo se impuso en 6 juegos. 

Para darnos una idea de tal acontecimiento, los tres primeros juegos registraron 58 mil fanáticos en el recién inaugurado Parque del Seguro Social y fueron transmitidos por radio a nivel nacional. 

Los Diablos tomaron ventaja de 2-1 en la serie, pero luego viajaron a Hermosillo que registró tres llenos y tres victorias para coronarse siendo el Jugador Más Valioso, Marvin ‘La Coqueta’ Williams. 
 
TWITTER: @purobeisbolfb 
 

VALENZUELA E HIGUERA. Una comparación sorprendente.

¿Fue Higuera más dominante que Valenzuela?

Hay un lanzador mexicano cuyo nombre y apellido se mantienen casi en el anonimato. 

Y ese no es otro más que el mochitense Teodoro Higuera, un pitcher de élite en su trayectoria con los Cerveceros de Milwaukee, pero siempre eclipsado por la ‘Fernandomanía’. 

Con las nuevas métricas para medir las estadísticas, nos dimos a la tarea de comparar las cifras de Higuera con las de Valenzuela y hay datos asombrosos. 

Teodoro finalizó su carrera con 1.23 de WHIP –la estadística más valorada hoy día entre los pitchers–, mientras que Valenzuela fue menos dominante con 1.32. 

Muchos argumentarán que la tasa del sonorense se vino abajo por alargar tanto su carrera y lanzar más del doble de innings que el sinaloense en sus 17 temporadas (2930 vs. 1380). 

Pero haciendo un comparativo de Valenzuela en sus primeros nueve años que fueron sin duda los más brillantes, contra las nueve temporadas de carrera de Higuera, resulta que ‘El Toro’ terminó con 1.24 de WHIP, casi empatado con Higuera. 

Ahora bien, Valenzuela jamás encabezó el WHIP de la Liga Nacional y tenía a su favor que encaraba al pitcher abridor del equipo rival –considerado por muchos casi un out por regla–, mientras que Higuera jamás tuvo descanso enfrentando también al bateador designado y a pesar de eso lideró la Liga Americana en dicha estadística en 1988 con 0.99. 

WHIP es el número de hits permitidos y pasaportes otorgados entre el número de innings lanzados. 

¿Merecía ese Cy Young? 
 
Para casi todos los aficionados, Higuera tuvo su mejor campaña en 1986 con su record de 21-11 y quedando sublíder en la pelea por el Trofeo Cy Young, sólo debajo de Roger Clemens y su monstruosa temporada con los Medias Rojas de Boston. 

Sin embargo, fue en ese año 1988 cuando Higuera tuvo su

temporada más dominante y de acuerdo a las métricas de hoy en día, estaba en la conversación por el Cy Young. Mire usted: No sólo encabezó la Liga Americana en WHIP, sino que además compartió el título en efectividad con 2.45, aunque eso no se reflejó en su record de ganados y perdidos (16-9) para terminar cediendo ante el ganador Frank Viola y en cuya lista no figuró Teodoro ni entre los primeros seis. 
 
WAR 

A diferencia de Valenzuela, Higuera también encabezó el WAR en 1986 (9.4) y de hecho superó a Clemens (8.8). 
El WAR significa la cantidad de victorias que un jugador aporta a un equipo con su nivel de juego. 

Artículo publicado el 16 de enero de 2022 en la edición 990 del semanario Ríodoce.

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