En tendencia en twitter se convirtió la invitación del guionista y dibujante Manuel Bartual a los cibernautas de compartir las peores decisiones que tomaron antes de saber que había pandemia,
Las respuestas de los usuarios fueron diversas como la de un fotógrafo de bodas que invirtió en un nuevo equipo de fotografía y una computadora más potente porque pensaba que el 2020 sería muy buen año.
Otro cibernauta contó que como trabaja en Madrid y su familia vive en Alemania tomó la decisión a principios de abril pagó un paquete de 12 vuelos para viajar y ahorrar dinero, con la pandemia solamente uso un vuelo y sigue esperando la devolución del dinero que invirtió.
Un usuario más comentó que en febrero le regaló a su novia de cumpleaños un plan de entradas para conciertos y shows. Por la pandemia todos los eventos fueron cancelado o pospuestos.
Un joven compartió que planeaba casarse el 28 de marzo. Mencionó que les hicieron tres despedidas de solteros. Suspendieron el evento y reprogramaron para julio, luego para noviembre. Aún no se han casado.
Otra publicación en la red social señala que el caso de una persona que renunció a su trabajo anterior para enrolarse en la industria turística, y hace alusión a la frase “se quedó como el perro de las dos tortas”.
Puede también leerse el comentario de un usuario que se inscribió en un gimnasio el 1 de marzo y pagó el año por adelantado.
También hay historia dramática como el caso de una chica que comparte que el pasado 7 de marzo programó su boda para el 15 de agosto, sin embargo, su prometido falleció por Covid el 20 de mayo. “Mi corazón aún no se recupera”, expresa.
Puede leerse el caso de una persona colombiana que se fue a Perú a celebrar sus 50 años en marzo, regresaría en una semana. No pudo celebrar en Perú nada y logró regresar a su país siete meses después.
Un cibernauta más relató que se le ocurrió reformar toda la casa. Levantaron el piso, tuberías electricidad, y la familia se fue a vivir temporalmente a un espacio de 20 metros cuadrados, justo cuando inició el confinamiento. Vivieron en una habitación reducida sin cocina durante 50 días.
Una usuario cuenta que había invertido en costosos backers de zafiro estéticos para que no se le notaran, sin contar que en todo el año ni se le ven por el uso de mascarillas.
Otro es el caso de tres amigos que se fueron una semana a Egypto. Se quedaron varados cinco semanas mientras la embajada gestionaba su rescate. Mientras tanto solo comían koshari y bebían te de menta. Después del rescate pasaron tres semanas en cuarentena.
Un empresario narra que cambió su bodega en la que tenía sus productos por una que era dos veces más grande y 2.7 más cara. Con pandemia su socios lo dejaron solo y se disolvió la sociedad.
