Las personas que compraron los colchones para los damnificados por la depresión tropical 19E siempre supieron que eran “reconstruidos, aseguraron una vendedora de fundas y un vendedor de colchones de Guadalajara.
A la audiencia del juicio oral contra el ex coordinador Administrativo de Sedesol, Carlos Castro Olivas, acudieron a declarar ambos comerciantes hoy.
En la audiencia de ayer, Benjamín Landgrave, dijo que habían comprado los colchones con una señora de nombre María Isabel Rayas.
La señora acudió a declarar hoy y dijo que ella no vende colchones sino fundas.
Manifestó que una persona a la que identificó como Benjamín “Landeros”, llegó a su negocio en octubre de 2018 a preguntar por el precio de las fundas.
Señaló que le dio los precios de 104 pesos por fundas rayadas y floreadas y 368 pesos la funda blanca tamaño matrimonial y 340 la individual.
Benjamín le dijo que quería comprar colchones y ella lo contactó con vendedores de colchones “reconstruidos”, indicó.
Explicó que esos colchones se los compran a las personas que compran chatarra en las calles y los reparan para venderlos.
Comentó que un día Benjamín acudió acompañado de Carlos y fue con ellos a uno de los talleres donde arreglan los colchones.
La señora describió físicamente a Carlos y por petición de la Fiscalía lo apuntó con el dedo y lo reconoció como la misma persona que fue a comprar los colchones.
Abundó que los colchones tenían un precio de 350 y 750 pesos y compraron 914 colchones y los pagaron en 400 y 800 pesos.
Aseguró que siempre supieron que los colchones eran reconstruidos.
La defensa le mostró la declaración que rindió la señora en enero de 2019 en la Fiscalía de Jalisco y en la que le mostraron cuatro fotografías para que identificara a la persona que había ido a comprar los colchones.
Los abogados cuestionaron que en esa ocasión la testigo señaló la foto de una persona de nombre Irvin y no a Carlos y cuestionaron como es que hoy sí lo reconoció a pesar de que traía cubre bocas.
La testigo expresó que en las fotos había dos personas muy parecidas y se había confundido pero hoy que veía a Carlos en persona, sí lo identificaba.
Uno de los vendedores, de nombre Crescencio, manifestó que él vendió colchones reconstruidos.
Expresó que a todas las personas que llegan a comprar se les dice qué es lo que están comprando para no engañarlos.
El testigo describió a las personas que fue comprar los colchones y la Fiscalía pretendía que identificara a Carlos ahí en la sala pero debido a que ya no ve, no pudo.
Manifestó que vio los videos de los colchones que estaban en mal estado y esos no son los que él vendió.