La Cámara de Diputados, hace unos días y en modo aplanadora, aprobó el etiquetado frontal de advertencia para los productos que por su contenido atenten contra la salud de los consumidores en México.

Con un total de 458 votos a favor y solo 2 abstenciones, la medida ahora pasará a manos del Senado, ente que se quedará con la tarea de aprobarla, algo que, por números, parece mero trámite.

De los siete diputados federales sinaloenses seis votaron a favor, quien no lo hizo fue por ausencia.

La medida y la forma en que se da la aprobación representan un duro golpe a la industria, que a través de sus grupos de choque había estado criticando la propuesta y tratando de desaprobarla, calificándola de confusa e inútil.

Para la industria, la imagen más dura de la sesión fue posiblemente la del diputado de Morena, Javier Hidalgo, sosteniendo una botella de Coca Cola (a la que tuvieron la delicadeza de quitar la marca) al mismo tiempo que mostraban una etiqueta similar a las que se utilizarán con la leyenda “Alto en azúcares”.

La aprobación se da en un contexto de obesidad nacional, donde siete de cada 10 adultos y uno de cada tres niños sufren de sobrepeso u obesidad.

Si bien, la obesidad y los padecimientos relacionados a ella tienen distintas causas, la principal es, sin duda, los hábitos alimenticios de las últimas décadas.

La esencia del etiquetado es simplificar la información y promover el consumo informado, sin necesidad de realizar cálculos de porciones y porcentajes.

Modelo aprobado en Latino américa 

El modelo propuesto en la reforma es similar a otros modelos que ya se aplican en países como Chile y Perú.

Los resultados en Chile, entregados por el Ministerio de Salud, muestran que el 92.9 por ciento de la población reconoce los sellos (etiquetado), siendo los grupos de edad más avanzada quienes no están familiarizados con ellos; este mismo grupo es el menor consumidor de productos chatarra.

Del grupo que reconoce las alertas, el 91.6 por ciento declara que los sellos sí influencian a la hora de comprar.

Asimismo, el 67.8 por ciento de los compradores eligen productos con menos sellos, el 9.7 por ciento no compra productos con sellos y el 14.1 por ciento declara que compra menos de lo que hubiera comprado de no haber tenido sellos.

En cuanto a la percepción de productos con sellos, la muestra arroja que el 78.5 por ciento declara que debería dejar de comerlo, comerlo en menor cantidad o comerlo menos veces.

Visto bueno: FAO, OMS, OPS Y Unicef avalan

Previo a la votación del 1 de octubre, representantes de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Organización Mundial de la Salud (OMS), Organización Panamericana de la Salud y Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) se mostraron a favor de las medidas propuestas para la nueva ley de etiquetado que se votaría un día después.

Opinaron que adoptar un etiquetado frontal de advertencia claro y de fácil comprensión es una de las medidas más urgentes que México debe llevar a cabo para revertir la emergencia nacional de salud por sobrepeso y obesidad.

A su vez, Catalina Gómez, jefa de política social, salud y nutrición en UNICEF México, celebró la medida una vez que fue aprobada por la Cámara señalando que el etiquetado ayudará a los niños y jóvenes a identificar cuando un producto es adecuado o cuando debe consumirse moderadamente.

Con México, a cabildear se ha dicho

Ni bien se aprobó el etiquetado, Jaime Zabludovsky, presidente del Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo, declaró que la modificación no debería impactar en una reducción de consumo, sino en las cantidades y combinaciones correctas.

Aunque el tono es aparentemente más suave que en semanas anteriores, el grupo empresarial es sin duda el más afectado con la decisión.

Y es que los números de Chile no mienten, si alguien sabe de esto es Con México, pues muchas de las compañías que lo componen circulan en Chile y Perú.

Además, en esos países hay presencia de puntos de venta al detalle que pertenecen a FEMSA como tiendas Oxxo y Farmacias Cruz Verde, lo que les da una mayor sensibilidad sobre el consumo de productos con etiquetado de advertencia y las molestias que esto les podría causar.

Artículo publicado el 6 de octubre de 2019 en la edición 871 del semanario Ríodoce.