En enero de 2013, el Chapo intentó corromper con 10 millones de dólares al “general de la nación”, según Alexander Hildebrando Cifuentes Villa, el testigo del día 29 en el juicio contra Guzmán Loera. El plan era ofrecer el soborno a través de Andrea Vélez Fernández, una colombiana que trabajaba como secretaria de Alex Cifuentes. A cambio de ese encargo, el Chapo le iba a regalar 1 millón de dólares a la colombiana.
En 2013, en México el secretario de Defensa Nacional, era el general Salvador Cienfuegos Zepeda.
Vélez Fernández tenía una agencia de modelos en la Ciudad de México y “le presentaba amigas al general de la nación los miércoles para hacer fiestas privadas”, recordó Cifuentes Villa. El intento de corromper al alto mando militar de México falló porque éste “odiaba mucho a Don Joaquín”.
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Aunque fallara en el intento de soborno, Vélez Fernández había tenido éxito en otros encargos. En octubre de 2012 ayudó a concertar una cita en Ecuador para que un hombre de Guzmán Loera secuestrara al capitán del ejército ecuatoriano Telmo Castro, a quien habían sacado de la cárcel después de que les contrabandeara cocaína de Colombia. El Chapo se enteró de que Telmo le robaba dinero a un amigo suyo y tenía inconsistencias con el Cártel de Sinaloa.
Según el testimonio de Cifuentes Villa, su secretaria no sabía que iban a secuestrar a Castro, pero le detalló el interrogatorio que Serpa le estaba haciendo una vez detenido. Finalmente, Castro pagó su deuda con un hotel que tenía en Centroamérica. Fue arrestado después abordando una avioneta del Chapo con 300 kilogramos de cocaína.
Ese no fue el único secuestro ordenado por Guzmán Loera, según el testimonio de Cifuentes Villa. Anteriormente habían secuestrado a Tatiana, una residente de Panamá que era socia de la cuñada del testigo, Patricia Rodríguez. Tatiana le había robado 300 mil dólares al Chapo. Cuando fue a Culiacán, el jefe de seguridad del capo, Fantasma, la secuestró en una casa junto con su esposo y otra persona.
Pagaron, después de hablarle al Lobo Valencia, padrino de Patricia Rodríguez. Cuando el Chapo se enteró de que le habían hablado, respondió “qué bueno que al menos tienen un padrino para que pague lo que deben”, explicó Cifuentes Villa. Dejaron ir a Tatiana y a su familia.
Durante su testimonio en el tercer día de interrogación directa, Alex Cifuentes también explicó que Guzmán Loera mandó asesinar a Steven Tello, uno de los trabajadores de Cifuentes Villa en Canadá encargado de vender droga. Tenían información de que Tello les robaba dinero. En 2013, después del intento fallido de corromper al militar mexicano, Alex Cifuentes y el Chapo se reunieron en Culiacán con la esposa de Alex, Valentina, y “le pedimos que nos encontrara a una persona en Canadá para matar a Steven”. De paso, recordó Cifuentes Villa, el Chapo también pidió “de una vez que maten a la secretaria porque es una mentirosa”.
Para entonces, Vélez Fernández llevaba un año cooperando como informante para el FBI, enfocándose específicamente a espiar a Guzmán Loera y Alex Cifuentes. Su colaboración continuaría hasta 2014. Llegaría a cobrar hasta 290 mil dólares, entre servicios y reembolsos por gastos, por su trabajo con el FBI.
El plan para asesinar a Steven Tello y Andrea Vélez Fernández, falló.
