El amor sublime de la madre

MADRE TERESA DE CALCUTA.

A doña Monchi.

La celebración más sublime que el ser humano puede tener, es amar, respetar y reconocer a otro ser, y es, ni duda cabe, la madre el ser más respetado y amado, a quien debemos festejar mientras tengamos la dicha de tenerla; después, recordarla y venerarla.

La historia nos muestra una lista enorme de mujeres que han sido célebres y reconocidas por haber logrado éxitos de relevancia, pero aún con sus responsabilidades y logros, ejercieron lo que la naturaleza les prodigó: ser madres.

Tenemos por caso a Margaret Thatcher (1925-2013), política inglesa que también ocupó el puesto de ministra en Inglaterra, como tal, logró importantes objetivos que sirvieron a su país, y algunos hasta tuvieron repercusiones internacionales, pero también tuvo la dicha de ser madre y parió gemelos.

DOLORES IBÁRRURI.

Dolores Ibárruri Gómez (1895-1989), conocida como La Pasionaria, fue una activista muy férrea, participó en la guerra civil española, fue diputada de izquierda; por su coraje, reciedumbre e inteligencia, se convirtió en símbolo de la resistencia a nivel internacional. Y también logró ser una madre que logró procrear seis hijos.

Doña María Félix (1914-2002), poseedora de una personalidad y belleza únicas, revolucionó la liberación de la mujer mexicana, se casó con Agustín Lara y después con Jorge Negrete, se volvió a divorciar y casar al menos tres veces más; y como actriz se mantuvo en primerísimo lugar. Pero también supo ser madre, su hijo Enrique Álvarez Félix también destacó como actor.

Doña Agustina Ramírez (1813-1789), originaria de Mocorito, Sinaloa, tiene erigido un monumento en Culiacán porque se le considera una heroína por haber entregado a sus 13 hijos a don Benito Juárez para defender a México de la intervención francesa; por aquel gesto, se le considera como una madre ejemplar.

Agnes Gonxha Bojaxhiu. A la edad de 18 años ingresó al Instituto de la Bienaventurada Virgen María y adoptó el nombre de María Teresa. Fundó la Congregación de las Misioneras de la Caridad en Calcuta (1950). Durante más de 45 años atendió a los niños huérfanos, los pobres, los enfermos y moribundos. La influencia de su bondad repercutió de tal forma, que su congregación se expandió por muchos países. Por su lucha contra la pobreza en el mundo, logró el premio nobel el año de 1979. La ahora Santa María Teresa de Calcuta fue canonizada por el papa Francisco en diciembre de 2015.

MARÍA FÉLIX.

El reconocimiento a la mujer por ser la creadora del fenómeno más prodigioso: parir, es de sobra justificado, no es para menos que se le considere a la procreación de la madre como el milagro más grande, milagro natural o celestial, como sea, pero milagro al fin; si no fuera por la reproducción de las madres, simple y sencillamente no existiéramos.

Intentando reconocer más a fondo el amor de las madres hacia sus hijos, le pregunté a un amigo que es religioso de profesión: —Amigo, tu que te desenvuelves entre religiosos, ¿Qué personaje pudieras equiparar con la madre? —A una santa, fue la respuesta inmediata. —¿Por qué? —Porque el amor de la madre es sublime, como el de las santas. —¿Y qué santa sería esa? —La madre Teresa de Calcuta, respondió. De ahí la inclusión de ella en este comentario.

Existen millones de madres anónimas en el mundo. En todos los tiempos, han sido las madres las que más sufren; en tiempos de guerra, como la que ahora sufrimos gracias a la llamada “delincuencia bien organizada”, entre las que están enfrascados rufianes de toda laya.

AGUSTINA RAMÍREZ.

En México y en muchos países del mundo, la población de madres pobres es apabullantes, y por desgracia, muy dramática. A diario se levantan millones, y lo primero que buscan es la comida, angustiadas se dan a la tarea de buscar, a como sea, ese alimento indispensable para vivir. La congoja no termina: el vestido, la escuela, el trabajo, la protección. Todo eso va minando a esas madres que entregan, día a día, un pedazo de sus vidas para que sus hijos vivan mejor, o simplemente vivan. Recuerdo que en los terremotos que se han sufrido en la ciudad de México, coincidentemente dos de ellos un 19 de septiembre, en esos lamentables hechos, muchas han sido las madres que han entregado sus vidas, como aquella que amamantó a su pequeño y pudo ser rescatado 23 días después. Que decir de las madres que han enterrado a sus hijos, y las que buscan a sus vástagos desaparecidos. La desesperación, la rabia y la desesperanza las carcome minuto a minuto.

Aquí un fragmento de una poesía de Pablo Neruda, chileno (1904-1973). Va en recuerdo de la Santa María Teresa de Calcuta, y en honor de las madres mexicanas, y de todo el mundo, que el próximo 10 de mayo de 2018 las abrazaremos y brindaremos por ellas.

La Madre (fragmento)
Ay mamá, ¿cómo pude vivir sin recordarte cada minuto mío?
No es posible. Yo llevo tu sangre en mi sangre, el apellido del pan que se reparte,
de aquellas dulces manos que cortaron el saco de harina para hacer los calzoncillos de mi infancia,
de la que cocinó, planchó, lavó, sembró, calmó la fiebre y cuando estuvo hecho,
y ya podía yo sostenerme con los pies seguros, se fue, cumplida, oscura, al pequeño ataúd
donde por primera vez estuvo ociosa bajo la dura lluvia de Temuco.

Un abrazo fraterno para Griselda Triana.

*Escritor. Sus novelas Por amor a Feliciana y La agonía del caimán las encuentra en librerías Educal, México y Gonvill.

-Fuente de datos: Wikipedia.

Artículo publicado el 6 de mayo de 2018 en la edición 797 del semanario Ríodoce.

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email
  • 00
  • Dias de Impunidad
RÍODOCE EDICIÓN 1106
GALERÍA
Se desató el caos en los Emiratos Árabes Unidos después de que el país fuera testigo de las lluvias más intensas de los últimos 75 años, registrándose en algunas zonas más de 250 mm de precipitaciones en menos de 24 horas
COLUMNAS
OPINIÓN
El Ñacas y el Tacuachi
BOLETÍN NOTICIOSO

Ingresa tu correo electrónico para recibir las noticias al momento de nuestro portal.

cine

DEPORTES

Desaparecidos

2021 © RIODOCE
Todos los derechos Reservados.