La investigación periodística acerca de sacerdotes pederastas de En primera plana triunfó como la mejor película en la 88 entrega de los Oscar, en una ceremonia carente de sorpresas y emociones —eran seguros muchos de los ganadores— con un discurso plagado de justificaciones innecesarias por el supuesto racismo en Hollywood.
Para la terna principal la duda estaba entre el filme que también se quedó con la presea por mejor guión original y El renacido, aunque era un hecho que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood preferiría una cinta de denuncia social, que la historia de un cazador de animales y comerciante de pieles.
Leonardo DiCaprio recibió una ovación de pie por el premio que para algunos debió haber ganado con El lobo de Wall Street, pero hasta él estaba seguro que nadie más se levantaría en esa mención: sólo se trataba de esperar el momento en que se pronunciara su nombre el pasado 28 de febrero y dejara sentados a Michael Fassbender, Eddie Redmayne, Bryan Cranston y Matt Damon.
La predicción de la mayoría era que el de más posibilidades para mejor dirección era Alejandro González Iñárritu y que dejaría con las ganas a Tom McCarthy, George Miller, Adam McKay y Lenny Abrahamson, y así fue, con lo que el mexicano se convirtió en el tercer cineasta que gana dos veces de manera consecutiva en esta categoría: antes sucedió con John Ford en 1940 y 1941, y Joseph L. Mankiewicz en 1949 y 1950.
El Oscar para fotografía tampoco era cuestionable, casi todos esperaban el instante en el que Emmanuel Lubezki subiera al escenario para recibir consecutivamente su tercera presea –que antes de El renacido ganó por Gravedad y Birdman– tras ocho menciones en esta categoría.
A pesar de que su actuación no fuera la más destacada, ya estaba dicho que Brie Larson sería la triunfadora por La habitación, y fue ella quien recibió el galardón y se impuso ante Saoirse Ronan, Cate Blanchett, Charlotte Rampling y Jennifer Lawrence. Lo mismo sucedió con la de actriz de reparto, donde ya se sabía que Alicia Vikander, por La chica danesa, desbancaría a Jennifer Jason Leigh, Rooney Mara, Kate Winslet y Rachel McAdams.
La única sorpresa de la noche fue que Mark Rylance ganara por El puente de los espías, porque muchos hubieran jurado que el agraciado sería Sylvester Stallone por Creed o Tom Hardy por El renacido, en todo caso Mark Ruffalo por En primera plana, pero casi nadie se arriesgó por el triunfador ni Christian Bale por La gran apuesta.
Al quedarse con las de diseño de producción, vestuario, edición, maquillaje y peinados, edición de sonido y mezcal de sonido —seis de las diez nominaciones que tenía— Mad Max: Furia en el camino fue la gran triunfadora por el número de premios, por lo que, en este sentido, El renacido fue la cinta perdedora, al sólo obtener tres galardones de los 12 que esperaba.
Las demás ganadoras fueron en: guión adaptado, La gran apuesta; película animada, Intensa-Mente; documental, Amy; música, Los 8 más odiados; canción original, Spectre: Writing’s on the Wall; película extranjera, El hijo de Saúl (Hungría); efectos visuales, Ex Machina; cortometraje, Stutterer; cortometraje animado, Bear Story; y cortometraje documental, A Girl in the River: The Price of Forgiveness. No se las pierda… bajo su propia responsabilidad, como siempre.
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