Presas en el subsuelo, ante el incierto futuro del agua

Presas en el subsuelo, ante el incierto futuro del agua

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De la mano con un grupo interdisciplinario, la Asociación Civil Conselva es punta de lanza con un proyecto que busca cuidar el recurso más importante que ofrece la naturaleza: el agua.

En el contexto de la reserva de Monte Mojino, en el sur de Sinaloa se gestó el proyecto que busca diseñar y proponer alternativas en el uso del suelo, con miras a que el  agua siga disponible en un futuro, explicó Sandra Guido, directora de Conselva.

Explicó que es en los municipios de El Rosario y Concordia donde los especialistas trabajan, específicamente en las dos sub cuencas que ahí existen: Presidio y Pánuco.

Y es que, dijo, existe preocupación porque hay estudios que indican que en esta región del país, en los próximos 20 años, habrá cambios de temperatura importantes y ésta va a subir considerablemente, lo que indica que el agua que de las presas se va a evaporar.

“Esto significa que la disponibilidad de agua se va a reducir, ¿qué podemos hacer como sociedad para reducir estos impactos que no podemos evitar, cómo podemos adaptaros a estas nuevas condiciones?”, cuestionó.

La respuesta tiene que ver en cómo se logrará que toda el agua de lluvia llegue al subsuelo; se trata de una gran presa subterránea que alberga agua, advirtió.

En este momento en Monte Mojino, el subsuelo alberga una riqueza importante de agua que supera la captada en presas como la Picachos, indicó.

Se parte de la necesidad de proteger el suelo, para que siga siendo esa gran esponja que retiene agua, pues no todas las superficies tienen las mismas condiciones ni capacidad, explicó.

“Por eso tiene mucho que ver cómo tratamos a los suelos y el uso que se le da, porque un suelo de uso agrícola, retiene diferente cantidad de agua que un suelo forestal o ganadero, entonces, si hacemos mal uso, lo perdemos y al perder suelo, perdemos agua también”, dijo.

Lo que hace Conselva, agregó, es trabajar en un diseño para ver cuál sería el mejor uso de suelo para poder evitar la pérdida e incrementar el agua.

“Es un estudio que por primera vez se realiza en el estado con diferentes expertos de instituciones especializadas en cada tema, incluidas Fundación Produce, Conafor (Comisión Nacional Forestal) y Conam (Comisión Nacional del Medio Ambiente)”, mencionó.

El estudio ofrecerá criterios técnicos para que los actores productivos tomen la mejor decisión y se cuente con un mapa de usos forestales, agropecuarios y conservación que permita conservar el suelo y el agua.

No se trata, acotó, solamente de una propuesta ambiental, sino de una visión de todos los participantes, con quienes se sostendrá un diálogo para ver de qué manera se puede pasar del uso actual, a uno diferente que permita mantener disponible el recurso en un futuro.

“Cualquier cambio en es este sentido, ya es ganancia”, consideró.

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Sergio López, especialista en manejo de cuencas, expuso que desde hace un año trabaja en este proyecto, cuya finalidad es plantear estrategias de manejo en las cuencas.

Dijo que el recorrido interdisciplinario, permite recolectar muestras para analizar principalmente la degradación de suelos  y de vegetación, así como de fertilidad del suelo para alimentar un modelo hidrológico para poder simular qué se podría hacer para corregirlo y qué mejoras en la producción se obtendrían.

Marco Antonio Torres, especialista en suelo, indicó que parte de su trabajo está enfocado a identificar cual es la aptitud del suelo y niveles de degradación entre otros valores, para lo que se han obtenido 70 muestras de las superficies visitadas.

Destacó que su trabajo está enfocado en identificar cuál es el mejor uso que se le puede dar al suelo, al tiempo que conserva las funciones benéficas para las comunidades animales y vegetales, para lo que está observando el nivel de degradación que existe actualmente.

En ese sentido se pone especial atención en identificar cuáles son las causas que provocan la degradación, que bien podrían ser naturales, deforestación, humanas, pastoreo o industrialización, sostuvo.

La identificación de campo, expresó, permitirá detectar cuáles son las zonas más afectadas y poder sugerir en cuales se deberá actuar de manera prioritaria y en cuales aún existen reservas y qué hacer para conservarlas.

Se estima que en tres meses se empezará con la modelación, no sin antes alimentar con los datos técnicos obtenidos.

Sandra Guido consideró que si hay algo en lo que le conviene al estado invertir, es en el agua, sobre todo en el norte y centro de Sinaloa. 

Temas que los especialistas en su mayoría egresados de la Universidad de Chapingotrabajan en el proyecto:

-Manejo de cuencas

-Hidrología y suelos

-Manejo de recursos naturales

-Ingeniería forestal

-Biodiversidad

Se suman: CONAM, Fundación Produce y Conafor.

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