Relleno sanitario, desaprovechado y sin certificación

Relleno sanitario, desaprovechado y sin certificación

 

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La Norma Oficial Mexicana 083 SEMARNAT 2003 dicta las especificaciones para la selección de sitio, diseño y construcción de un relleno sanitario para que pueda estar operando adecuadamente, sin embargo, el relleno sanitario del municipio de Culiacán opera sin ningún tipo de certificación, según datos arrojados por el Ayuntamiento de Culiacán.

Mediante una solicitud de información vía INFOMEX, se le cuestionó a la Gerencia Municipal de Obras y Servicios Públicos y a la Secretaría del Ayuntamiento, sobre el documento que acredita el relleno sanitario del municipio, ambas dependencias negaron tener en su poder un documento que acredite las operaciones del relleno sanitario, agregando además, que no cuentan con un estudio actualizado referente al estado actual del relleno.

Un relleno sanitario consiste en construir celdas de 30 metros de profundidad, donde la basura es colocada y luego cubierta con tierra para volver a depositar basura posteriormente.

“Un relleno sanitario, son celdas que se hacen en un lugar apropiado, desde luego que deben contar con una normativa que hay” explicó el biólogo Roberto Moreno, investigador de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).

El ciudadano común y corriente, agregó, “no sabe que la basura está enterrada y que puede ser una bomba de tiempo si no está almacenada con todos los cuidados, con toda la normativa ambiental”.

Los rellenos sanitarios deben contar con especificaciones para el aprovechamiento óptimo de la basura, además de evitar la contaminación y deterioro del terreno donde se encuentra.

Al fondo del relleno sanitario debe haber una capa impermeable que evite la filtración de los lixiviados, evitando que escurran y contaminen el manto friático; éstos pueden ser utilizados como abono para jardines e incluso ser utilizado en la agricultura, sin embargo, ni siquiera el ayuntamiento usa los lixiviados como abono para las áreas verdes públicas, explicó el investigador.

Para verificar el buen funcionamiento del impermeable, el relleno sanitario debe tener norias para el monitoreo constante del mismo, además de que se debe monitorear el agua que es sacada de las norias y pozos de las comunidades cercanas para verificar que no ha sido contaminada el agua potable.

Además de tener el impermeable, debe contar con tubos que dirijan el biogás desde la basura, que es donde se produce, y hasta un generador que evite que el biogás vaya hacia la atmósfera y contribuya al efecto invernadero.

Culiacán produce alrededor de 7 mil metros cúbicos de biogás diariamente, lo que es suficiente para iluminar las 50 mil lámparas incandescentes con las que cuenta el municipio, ahorrando alrededor de 8 millones de pesos en consumo eléctrico, sin embargo, el biogás que se produce en el relleno sanitario, simplemente es quemado.

“Lo estamos básicamente tirando (el biogás) porque no se les da seguimiento a los proyectos”, lamentó Roberto Moreno.

No aprovechar el biogás para producir energía limpia, representa un desperdicio, sin embargo, no sólo el biogás desperdiciado en el relleno sanitario es una pérdida, ya que en el municipio de Culiacán se sabe de más de 100 tiraderos “a cielo abierto” que igualmente producen biogás y lixiviados que no son aprovechados y, además, están contaminando el planeta.

Una de las propuestas para mejorar las condiciones del relleno sanitario, es el manejo integral de la basura. Esto significa que sea separa desde casa, ya que con ello se optimiza la labor de los pepenadores al momento de extraer materiales reciclables y eso ayuda a alargar la vida útil del relleno sanitario.

De no ser separada la basura, un relleno sanitario puede perder hasta un 50 por ciento de su vida útil a causa de los desechos plásticos, que por lo general, no son retirados en grandes cantidades con los desechos electrónicos o metálicos, porque el plástico tiene un bajo precio de compra en el mercado del reciclaje, provocando que al menos el 70 por ciento del plástico vaya a parar en el relleno sanitario.

“En el mundo, los rellenos sanitarios están en desuso. Hoy se aprovechan al cien por ciento, se aprovecha toda la basura, es decir, la basura es dinero. Por un lado se aprovecha su biogás, y se hace energía; y por otro lado, del material inorgánico todo es aprovechable. Sin embargo aquí, no hay una planeación adecuada”, comentó Roberto Moreno.

 

 

 

 

 

 

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