Llegó acompañado de su amiga, su bella dama, su compañera inseparable de curvas delicadas mejor conocida como “Chelo Prieto”. Así bautizó a su violonchelo después de tener que registrarla como una persona para viajar en avión debido a la precaución de no causarle daño. “Chelo” tiene una edad de más de casi 200 años y aún parece una joven dama que se amolda con este señor que la rodea con sus manos.
Carlos Prieto es un distinguido chelista que empezó a estudiar música a la edad de 4 años y para los 17 años ya había sido concertista en diferentes orquestas del país. También desarrolló un amor por las letras y el desarrollo de historias.
Como parte de una pequeña gira por el Estado, el pasado 26 de marzo se presentó con un doble programa en el Modular Inés Arredondo en Culiacán: realizó la presentación de dos libros Apuntes de la historia de la música en México y Dmitri Shostákovich. Genio y Drama y posteriormente dio un pequeño concierto.
Carlos Prieto explicó como surgió su interés por Shostákovich: “cuando tenía 17 años no estando muy seguro si mi vocación era la música o las matemáticas… sin abandonar nunca la música estudié en Massachusetts una carrera, cuando llegué a esa escuela escuché la música de Shostákovich y me causó un interés extraordinario”, comentó.
Todas las obras que se tenían disponibles en esa discoteca las escucho, no era la obra completa, pero sí era gran parte de ella. Le sorprendió que algunas obras de ellas denotaran una mediocridad, pero en cambio otras eran majestuosas y eso fue lo que lo atrajo a conocer más de Shostákovich y a aprender ruso.
Después, Carlos Prieto tuvo la oportunidad de estudiar en Rusia, en donde tuvo un acercamiento con Shostákovich sin la vigilancia policiaca, se encontró con un hombre lleno de tics que habían sido consecuencia de los problemas que pasó por la situación problemática en la entonces Unión Soviética.
En un congreso que se realizó para discutir sobre la problemática de la música en la Unión Soviética se cuestionó la música compuesta por Shostákovich “en ese entonces retiraron todas sus obras, fue cesado por incompetencia profesional y lo único que podía componer era música para películas muy mediocres, para no morirse de hambre”, comentó.
Respecto al libro Apuntes de la historia de la música en México, éste se debió a su acercamiento con bastantes músicos mexicanos que son parte de historia musical del país, gran parte de ellos compositores con los que Carlos Prieto ha tenido la oportunidad de colaborar y de haber recibido obras compuestas y dedicadas para él.
Carlos Prieto lleva estrenadas 101 obras de compositores mexicanos, iberoamericanos y de otros países hechas exclusivamente para él.
“El Seminario de Cultura Mexicana me pidió que escribiera una breve historia de la música en México durante los últimos 70 años, empecé escribiendo ese texto, pero una vez que terminé me di cuenta que el interés estaba demasiado limitado, y decidí ampliar considerablemente el ámbito del libro” dijo.
El libro relata la historia de la música prehispánica y desde el siglo 16 hasta la actualidad de una manera muy breve y detallada. Para finalizar tomó su violonchelo y ofreció al público presente un pequeño recital de piezas musicales del compositor J.S. Bach. y una marcha Rusa.
