Interestelar

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Las películas de Christopher Nolan no son sencillas, el director siempre se ha caracterizado por poner a pensar a su público más allá de lo común; sólo piense en Amnesia (2000) o El origen (2010), que tanto por la forma como por el fondo, se deben apreciar sin pestañear.
La ciencia ficción no es de mis géneros favoritos, de hecho, tengo que pensar al menos dos veces para acudir a ver un filme de estos, pero con Interestelar, (Interstellar/EU/2014), escrita por el mismo Nolan y su hermano Jonathan, la situación es diferente: simplemente es espectacular por donde se le vea.
Lejos de entender las teorías en las que se basan los Nolan para contar la historia (donde Kip Thorne, además productor ejecutivo, tuvo mucho que ver con su asesoría), en la cinta también tienen peso las emociones que provoca, con las que indudablemente es inevitable llorar, sentir impotencia, desesperarse y cuestionarse acerca de lo que implica el tiempo para quienes están en un viaje espacial y los que se quedan en la tierra.
En el cuarto de Murph (Mackensie Foy, de grande Jessica Chastain) hay situaciones extrañas que ella y su padre Cooper (Matthew McConaughey) las interpretan como realizadas por un fantasma, pero una vez que dan con unas coordenadas, siguen la ruta para encontrarlas y llegan a la NASA, que se creía extinta.
Con tal de salir con vida de ese lugar, Cooper acepta trabajar con ellos en un proyecto a cargo del Dr. Brand (Michael Caine), como el encargado de llevar una nave al espacio, con la intención de atravesar un agujero negro, muy cerca de Saturno, donde se supone hay otra galaxia, en la que existen planetas en los que pueden vivir los humanos; el problema es que la misión puede llevar mucho tiempo.
Las cosas se complican cuando, a pesar de la cantidad de años que ya pasaron en el espacio, la tripulación se da cuenta que las intenciones del Dr. Brand no eran las que creían, y que la solución que buscaban estaba más cerca de lo que imaginaban.
A pesar de los 169 minutos de la cinta, el ritmo es tan bueno, que nunca hay momentos en los que espectador se aburra o quiera dejar la sala, al contrario, está ante una historia redonda, que funciona de principio a fin, aunque las teorías en las que se base no se entiendan por completo.
Las imágenes, a cargo de Hoyte Van Hoytema, son espectaculares, especialmente las que muestran el espacio, los planetas a los que llegan los personajes y las naves en las que se transportan, pero los escenarios naturales en Islandia no se quedan atrás.
Otro aspecto que merece reconocimiento es la música incidental, que acompaña perfectamente las secuencias de acción, así como las escenas más dramáticas, en especial esa donde el personaje de Matthew McConaughey tiene contacto con su hijo que está en la tierra, a través de videos, después de tanto tiempo.
Con respecto a las actuaciones, todos están muy bien: Anne Hathaway, Jessica Chastain y Michael Caine, cumplen perfectamente con su trabajo, aunque es McConaughey quien sostiene la película: ese amor a su hija y su deseo de salvar al mundo, encajan excelente con el sentimiento que le provoca la experiencia que vive.
Tenía muchos meses que una película no me hacía sentir lo que experimenté con Interestelar; incluso, me duró varios días. No se la pierda… bajo su propia responsabilidad, como siempre.

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