Malayerba: Trescientos

Joel agarró el erre y le jaló. Su amigo ya lo había hecho y le dijo nombre bato, se siente machín. Pisteaban y se enfermaban con esos corridos de los jefes, la malandrinada, los morros aventados y los cuernos de chivo. Así andaban, en esa densidad de la música y el dedo en el gatillo, […]