“Voy a volar muy alto”, presagia desde EEUU el pintor mazatleco Guillermo Kelly

“Voy a volar muy alto”, presagia desde EEUU el pintor mazatleco Guillermo Kelly

Guillermo Horacio Kelly Páez posee una larga y productiva trayectoria como artista plástico, pero piensa que ahora —cumplidos sus 68 años— va a volar muy alto. Tal apreciación es producto de su participación actual en múltiples exposiciones pictóricas en Estados Unidos.

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El pronóstico pinta en buena manera la alta resiliencia del pintor, pues el 20 de agosto de 2023 sufrió la enorme pena de perder —en Estados Unidos, donde radica—, a su hijo Guillermo Kelly Torres, quien recibió dos balazos mortales cuando intervino en una riña con el fin de evitarla.

¿Cuál es la causa de su jubiloso augurio?: “Estoy participando en diferentes exhibiciones y ahorita (fines de octubre de 2024) estoy exhibiendo en el museo de Peta luma, Ca., en el Sausalito center for the arts, junto a grandes artistas reconocidos, como las colecciones locales de Rufino Tamayo, José Luis cuevas, David Alfaro Siqueiros, Emanuel Montoya, etcétera”.

Añade: “Estoy participando en tres exposiciones: una en el museo de la ciudad de Petaluma, Ca.; la otra es “Miracles”, Milagros & memories, en el SCA (Sausalito Center for the Arts), y la otra en MOS (Marin Open Studios)”.

Durante la entrevista informó que el sábado 26 de octubre asistiría a una celebración cultural con música y con colectores de museos y de arte de todo el mundo, entre ellos la representante del Museo de Arte Moderno en San Francisco, “una señora muy interesada en integrar parte de mi obra al museo. El Museo de Arte Mexicano también estará allí para ver la obra de todos y creo ellos adquirirán algunas de mis obras, por esa razón creo que a mis 68 años voy empezar a volar muy alto”.

El primer beso y una resumidísima historia de vida.

Guillermo platica que el primer beso que recibió de una mujer jovencita se lo dio su tía Catalina Kelly Madueño, media hermana de su padre Jaime Kelly Ibarra (su madre se llamó Julieta Páez Lizárraga).

Nació en Mazatán el 26 de junio de 1956, en medio de la celebración del santo (que es el 25) de su abuelo Guillermo Kelly Osuna, en una casa por la calle Gutiérrez Nájera.

Detalla: “Nací en la sala de emergencia pues a mi madre le llegó el parto mientras bailaban, en medio de los comensales en la fiesta. Fue tan rápido que a mi madre le atendieron el parto improvisadamente y en el suelo raso. Alguien corrió a una recámara y trajeron una sábana para cubrirla de las miradas de los enfiestados pues me parieron en la sala y en el piso. Venía morado, ya que nací asfixiado por el cordón umbilical y mi tía Catalina me salvó la vida dándome respiración de boca a boca. Ese fue el primer beso en mi vida y se lo agradeceré la vida entera”.

GUILLERMO KELLY. Junto a la obra de Tamayo, Cuevas, Siqueiros…

Cuenta que su inquietud artística comenzó en Mexicali donde en la primaria empezó a dibujar a los héroes revolucionarios de los libros de texto, hacía pequeñas esculturas con lodo y plastilina, también copiaba los dibujos animado de las revistas como Popeye, Aniceto Molina y Platanares y la bruja Hermelinda linda

Regresó en 1967 a Mazatlán a El Venadillo, casa de los abuelos. Estudió primaria en la Escuela Chamizal, de la colonia Reforma, donde “me daban la oportunidad de desplegar mi creatividad y participé en diferentes exposiciones en escuelas primarias”.

En 1970 ingresó a la Escuela de Iniciación Artística Ángela Peralta, del I.N.B.A, bajo la tutela de la profesora Rosalía Aguirre Rojas. En el tercer año recibió clases del maestro Manuel Muñoz Medina. Posteriormente dio clase allí mismo, cuando era directora Socorro Sánchez Vázquez. Ese mismo año, la señora Ramona Sández de Hernández editaba en Mazatlán “Latina. Revista ilustrada” en la cual se publicó su primera entrevista y uno de sus dibujos.

Desde ese momento empezó a ganarse la vida en el arte, tanto enseñando como pintando, por lo cual ha recibido multitud de galardones a nivel local, nacional.

Fue un ir y venir a la frontera, por cuestiones personales. Se casó a los 19 años de edad y se fue a radicar a Oakland, California.

En 1981 regresó al puerto donde realizó una intensa labor artística y comercial.

En 2008, Kelly conoció a su actual esposa Heidi Hafer, pintora, pianista y científica, con quien hace vida común en Estados Unidos, desde donde está decidido a volar muy alto. Así sea.

Artículo publicado el 27 de octubre de 2024 en la edición 1135 del semanario Ríodoce.

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