Nadie quiere hacerse responsable de la seguridad de los niños de kínder y primaria

En el entorno de violencia que se vive en Culiacán, los padres de familia quedaron en el fuego cruzado de las autoridades de la Secretaría de Educación y los consejos técnicos de las escuelas.

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Ante las presiones de la autoridad educativa y la omisión de los líderes sindicales, algunos consejos técnicos delegaron a través de los docentes la responsabilidad del Estado de brindar seguridad, a los paterfamilia, a quienes pidieron firmar una carta responsiva en la que deslindaba al plantel de toda responsabilidad.

Al llamado persistente de gobierno del estado y de la Secretaría de Educación a asistir a clases presenciales a las escuelas, solo un número muy reducido de padres de familia atendió, pero bajo su propia responsabilidad.

La carta responsiva

A los pocos padres de familia que llevaron a sus hijos a los planteles de educación básica que estaban abiertas, se les pidió firmar una carta responsiva antes de dejar a sus niños en las escuelas.

De acuerdo con la información recabada, fueron los consejos técnicos de cada escuela los que determinaron imprimir las cartas responsivas para deslindar a los maestros de cualquier eventualidad que pudieran sufrir los estudiantes.

“…informo a las autoridades educativas de la Esc. Primaria X, que por voluntad propia mi hijo(a) asista a clases presenciales y estoy consciente de la situación de inseguridad que existe en la comunidad y de los riesgos que esto implica así que me comprometo a respetar y acatar los protocolos de seguridad y emergencia de cualquier situación o contingencia que suceda en la institución para salvaguardar la integridad de sus hijos(as).

“Entendemos y aceptamos que, aunque los docentes, personal administrativo y directivos del plantel escolar se comprometen implican a hacer todo lo posible para salvaguardar la integridad de nuestros hijos, existen circunstancias que escapan a su control y pueden dar lugar a situaciones de riesgo, violencia o siniestro durante el horario escolar y dentro de las instalaciones.

“Reconocemos que los educadores actuarán con la debida diligencia y cuidado, pero aceptamos que no pueden ser considerados responsables por cualquier incidente que pudiera ocurrir ante las circunstancias de violencia y siniestro que se están presentando en nuestra ciudad. Por lo tanto, como padres de familia del menor aceptamos por voluntad propia que asista y nos hacemos completamente responsables de la seguridad y bienestar de nuestros hijos durante su estancia al plantel escolar” se lee en las diversas cartas entregadas a los padres de familia.

El argumento

Una maestra que pidió el anonimato dijo que los docentes, en un afán de querer deslindarse de lo que pudiera ocurrirles a los estudiantes, y ante la presión de la SEPyC y la omisión de las secciones 27 y 53 del SNTE, optaron por la carta responsiva.

“El consejo técnico de cada escuela está optando por hacer estas cartas responsivas. No nada más es un formato. Son varios formatos que se elaboran al interior de la escuela. Es lo que están haciendo, porque ni el sindicato ni SEPyC les dan garantías a los maestros”, comentó.

Gobierno, continuó, no da garantía de seguridad ni a la población ni a los profesores que tienen que permanecer en las escuelas, aunque no haya alumnos, obligados a impartir la clase en línea desde los planteles.

“¿Qué vamos a hacer si matan a un niño al interior por las balaceras? El padre de familia va a querer un culpable, y sobre quién recae (la responsabilidad). Sobre los maestros. Y los maestros no tienen quién los defienda. Ni el SNTE 27 ni el 53 han hecho alguna declaración. Ellos se lavan las manos”, subrayó.

Rosalba Guzmán Guzmán, supervisora de la zona escolar 011 de primaria federal, sostuvo que las condiciones de seguridad en las escuelas no son las adecuadas, y la carta responsiva es una manera que tiene el maestro para protegerse.

“Yo creo que el maestro trata también de protegerse en un momento dado, de que algo llegue a suceder en las escuelas y que no lo hagan responsable. Pero no es garantía de nada”, indicó.

Los otros datos

Aunque las autoridades educativas y del estado hablaron de un porcentaje de entre 25 y 30 por ciento de asistencia a los planteles educativos la semana pasada, lo cierto es que este no llegó ni al 10 por ciento.

Rosalba Guzmán, dio a conocer que a la escuela primaria Juan Escutia, ubicada a un costado de sus oficinas en la colonia Miguel Hidalgo, solo acudieron 14 niños de una matrícula de 336 estudiantes.

En el jardín de niños María Haideé Barraza de Calderón, de la colonia Emiliano Zapata, nada más asistieron dos niños.

El director de la escuela primaria Prof. Ángel Torróntegui Millán comentó que solo habían asistido 24 de una matrícula de 206 estudiantes.

En los Cobaes Salvador Alvarado y Emiliano Zapata la asistencia fue menor al 10 por ciento, así como en la secundaria Emilia Obeso donde solo asistían cinco alumnos en promedio.

En la mayoría de los casos los alumnos eran devueltos a sus casas o sus padres se los llevaban de vuelta.

Al gobierno le cae el “veinte”

El miércoles 25 de septiembre, 16 días después de que comenzaran los enfrentamientos entre los grupos de la delincuencia organizada, el gobernador Rubén Rocha Moya aceptó que las clases continuaran en línea, aunque sin quitar el dedo del renglón de volver a la presencialidad.

Artículo publicado el 29 de septiembre de 2024 en la edición 1131 del semanario Ríodoce.