Reactiva movilización opositora Aquí ¡No!

Reactiva movilización opositora Aquí ¡No!

Tras un silencio por periodo electoral y desahogo de juicios el movimiento se reactivó; “estamos más firmes que nunca”, afirman

Don Francisco Álvarez Quiñónez es un viejo pescador ribereño de Paredones. Desde hace 10 años está luchando para impedir que la bahía de Topolobampo se convierta en el quinto infierno ambiental de México, por efecto de la industria petroquímica. El pasado miércoles refrendó su posición a salir de nuevo a las plazas públicas para protestar contra la terquedad de los gobiernos por autorizar la instalación y desplazarlo de su territorio dañando el ecosistema de donde se alimenta.

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Él y sus cuatro hijos se sumaron al colectivo Aquí ¡No! y protestaron a grito abierto en un acto público que se realizó en el cobertizo del malecón de Topolobampo, en donde la Secretaría de Pesca del Gobierno del Estado entregaría motores marinos fuera de borda y embarcaciones menores.

La dirigencia del colectivo, con respaldo de sus cómplices de Sinaloa Despierta en la oposición a la industrialización de la bahía, movilizaron a un grupo de seguidores a la protesta, sin obstaculizar el evento, pero patentizando su posición.

En respuesta, los oficialistas acarrearon pescadores y dirigentes a modo, desde Bacorehuis, Ahome, hasta Guasave y adelantaron una hora el evento programado para las 11:00 horas.

Pero ni el amaño funcionó. Los inconformes ya estaban allí.

Don Francisco se había calzado el sombrero de palma como única seña de pescador, se colocó junto a su gente que llevaba una bocina adherida a un palo, que hacía la función de mástil, y en fila se encaminaron hacia la vanguardia del evento. Se apostaron justo atrás del presídium, y espichado, soportó el lucimiento de los funcionarios, nunca discutió con los “amoniacos”, como ellos se refieren a sus detractores y aguardó la orden de avanzar entre el tumulto que festejaba que serían equipados con cargo al erario estatal.

Y cuando todo concluyó, el pescador reafirmó en menos de un minuto su posición: “No estamos callados, estamos más firmes que nunca. Buscamos un acercamiento con el Estado, con el Gobernador, pero este se niega y cierra las puertas y ventanas. Y aquí estamos. Manifestándonos en contra de esa planta de amoniaco. Queremos su reubicación a un sitio en donde no hagan daño. Muchos pescadores viven de la bahía, y muchos más habitan los alrededores. Nadie estará seguro con esas plantas en la bahía. Por eso la oposición”.

Junto con Don Francisco, codo a codo, está Melina Maldonado Sandoval. Ella es una de las indígenas mayo-yoreme que encabeza la oposición. Lo ha sido desde una década atrás. Hace pocos meses, ella y otra lideresa fueron amenazadas por pistoleros que les mensajearon desistirse de la lucha y permitir que la planta se instale. Ellas no lo hicieron y se aferraron a su lucha. Y por eso, ahora la también pescadora, conservacionista y protectora de la caguama, porta un chaleco antibalas, trae botón de pánico y tiene seguridad de las fuerzas federales a distancia.

MELINA MALDONADO. El gobierno simula fomentar la pesca.

Respaldada por mujeres y hombres, Melina asegura que la lucha de Aquí ¡No! no se ha detenido, sino que entró en pausa esperando las resoluciones judiciales, y porque se iniciaron otros procedimientos administrativos en contra de dependencias federales, el municipio y sus secretarios por hacerse de la vista gorda y autorizar permisos fuera de la ley a la empresa Gas y Petroquímica de Occidente (GPO) para que continúe arrasando con manglares, rellenando la bahía y poniendo una bomba ambiental.

“Para nosotros es una incongruencia que el Gobierno entregue equipos de pesca y simula fomentar la pesca en la bahía cuando la está dañando, autorizando la instalación de petroquímica. Si dicen que ¡Viva la pesca!, entonces que respeten la bahía y no estrangulen la actividad con plantas nocivas, por qué no las reubican, por qué segregan a los pescadores indígenas, por qué fomentan el desplazamiento forzado, por qué no buscan mejores políticas públicas para la vigilancia, por qué no hay empleo temporal en tiempos de veda. Ahorita tenemos que entrar a pescar a la bahía para poder comer, porque no hay más opciones”, aseguró.

Ella asegura que la lucha no está adormilada, abandonada, ni desahuciada, sino activa, moviéndose entre las comunidades, recopilando información, desenmascarando a los funcionarios corruptos que serán exhibidos en juicios para buscar penas severas para ellos y que otros no repitan la simulación por cohechos o corrupción.

Melina es arropada por su gente, pero aun y con ese respaldo se siente vulnerable.

“A veces hay cansancio, pero el empeño renace. A veces, tenemos reveses legales, pero aún hay instancias a las que recurrir. Pronto lo sabrán. Aquí estamos y no nos vamos, nos quedamos. Nosotros estuvimos primero que los extranjeros, y nos defenderemos de ellos. No será una nueva colonización ni conquista”, sentencia.

Artículo publicado el 15 de septiembre de 2024 en la edición 1129 del semanario Ríodoce.

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