Victoria Loto, 43 años de su vida en la pintura y en la docencia

Victoria Loto, 43 años de su vida en la pintura y en la docencia

La artista afirma que la cultura en Mazatlán se ha dispersado. No he sido profeta en mi tierra, afirma

“Desde niña, a los 7 años, me gustaba dibujar y supe que quería pintar. Me compraba mis cuadernos de dibujo, lápices y pinturitas hasta que ingresé al Centro Regional Ángela Peralta, dependiente del INBAL, donde estudié artes plásticas”.

Victoria Loto cuenta cómo se inició en su carrera. Hizo a un lado la escuela preparatoria y a sus 16 años empezó a estudiar pintura con el maestro Manuel Muñoz Medina. A partir de tercer año comenzó a estudiar durante los veranos y también a dar clases de pintura ayudando con los niños al maestro.

Inició así su vida artística y docente. El profesor Muñoz renunció y a Victoria le adjudicaron su plaza de “Ayudante de taller de Artes Plásticas”.

Transcurrieron 43 años, sin ambición laboral como docente —recibió un sueldo pequeño pero seguro como maestra hasta su jubilación—, aunque en constante perfeccionamiento en el arte pictórico.

EXPOSICIONES. A la fecha ha participado en más de 100 exposiciones colectivas, 14 individuales, ha organizado más de 140 exposiciones de sus alumnos y de varios amigos pintores, además de varios altares de Día de Muertos y Halloween. “De todo un poco”, añade.

En Mazatlán expuso en sitios como: el Centro de Iniciación Artística del INBAL, galería del teatro Ángela Peralta; Museo del Mar del Acuario Mazatlán, Palacio Municipal, Portales de Canobbio, Plazuela Machado, Biblioteca de la UAS, Galería Arte Activo, Museo de Arte de Mazatlán, Museo de Arqueología de Mazatlán, el Consejo Ecológico de Mazatlán, CEMAZ; en Difocur-Culiacán, galería Arte Joven. Expuso también en el Museo de Arte Contemporáneo y en el “Lankershim Art Center”, de Burbank, Los Ángeles, EU.

Participó varios años como miembro de AMAP (Asociación Mazatleca de Artistas Plásticos, donde conoció al pintor y profesor universitario Octavio Yáñez), y del taller de la Plástica Nayarita. Recorrió varios lugares del estado vecino, de hecho, su primera individual fue en el Museo de Arte Regional de Tepic, Nayarit. En Guadalajara, en el mezzanine del teatro Degollado; en el Museo del Chopo de Ciudad de México, como miembro del taller de la plástica Nayarita.

DE LAURA ROSA A VICTORIA LOTO. Laura Rosa López Torres nació en Mazatlán en 1955. Es de la generación “baby boomer”. Sus padres se llamaban Rodolfo López Osuna, de El Quelite, y Consuelo Torres Osuna, de La Noria, aunque fue criada desde los 3 años por sus abuelos paternos Jesús López Ríos, de Mazatlán, y Juana Osuna y Osuna, de El Quelite.

VICTORIA LOTO. Inicios en el arte desde los 7 años.

“Pasé una infancia en lo general bonita y sana, sin carencias económicas. Mis fines de semana fueron de cine, circo y playa; tranquila, era la niña de la casa, cuando en realidad soy primogénita, la mayor de siete hermanos”.

A partir de 1978 se convirtió en Victoria Loto. Así fue “bautizada” por el pintor Juan Lamas. Victoria por su relación con “Laura”, de laurel, laureado, símbolo de Victoria; Loto es contracción de las primeras letras de sus dos apellidos: López Torres: Loto. “Victoria Loto. Así me gusta más que me llamen”, subraya.

ESTILO. En cuanto a su estilo personal, ha sido simbolista. También ha recorrido el paisaje de Mazatlán y trabajado diversos temas desde los más académicos al inicio, hasta series de gatos, de palomas y caracoles; temas marinos sobre el faro con gatos, el cerro de la Nevería, calles del viejo Mazatlán.

“En síntesis me considero una pintora inquieta en mi quehacer, que he combinado la docencia con la pintura por 43 años”.

NO SOY PROFETA EN MI TIERRA. Larga trayectoria como artista y maestra. Actualmente dibuja pequeños bocetos de proyectos de su obra futura, aun cuando sienta que el actual ambiente cultural no le parece muy halagüeño:

 “La cultura en Mazatlán se ha dispersado, dividiéndose en grupos de pintores y galerías. Me cansé de andar eternamente buscando exponer. Las instituciones siempre están allí, pero no tienen presupuesto y enmarcar es muy caro. Sigo tratando de vender mi obra. Pinto poco y por problemas de salud estoy semi retirada, además de que, para variar, no soy profeta en mi tierra”.

Artículo publicado el 04 de agosto de 2024 en la edición 1123 del semanario Ríodoce.

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