A través de la plataforma Mi Escuela Saludable las organizaciones civiles El Poder del Consumidor y la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) llevan a cabo un ejercicio de vigilancia a nivel nacional.
Tan solo en el ciclo 2022-2023 recibieron 13 mil 432 reportes de más de 9 mil escuelas en las cuales se denunciaron diversas prácticas que vulneran la salud de los niños que estudian en ellas.
Del total de escuelas, el 98 por ciento vende comida chatarra. Un 76 por ciento vende refrescos con azúcar, 93 por ciento vende bebidas azucaradas y un 75 por ciento tienen venta externa de comida chatarra, es decir, en puestos justo afuera de la escuela.
Por el contrario, solo dos de cada 10 escuelas tienen acceso a frutas, verduras y bebederos funcionales. Una de cado 10 vende semillas y cereales integrales y nueve de cada 10 no cuentan con un comité de vigilancia sobre las regulaciones a la oferta de comida chatarra al interior de las escuelas.
Alrededor de cuatro millones de niñas y niños en etapas escolares sufren de obesidad infantil, siendo las escuelas un foco importante en sus hábitos alimenticios. En un día de escuela, un niño llega a comerse hasta tres productos chatarra, con una carga extra de unas 550 calorías, que a la larga provocan aumento de peso y posteriormente obesidad.
Mauro Brero, jefe de Nutrición en Unicef México, declaró: “El sobrepeso y la obesidad infantil representarán una fuerte carga para la economía y el desarrollo nacional estimada en 42 billones de pesos para los siguientes 65 años. México tiene la oportunidad de prevenir esto con acciones de bajo costo en las escuelas, al fortalecer los lineamientos y los programas de promoción de alimentación saludable y sostenible, ambos contemplados en la iniciativa de reforma a la Ley General de Educación en materia de entornos alimentarios saludables”.
Artículo publicado el 27 de agosto de 2023 en la edición 1074 del semanario Ríodoce.
