Se llama soberbia. Creer que se está en una posición en la que puede hacer y decir lo que le dé la gana sin que nadie pueda reprochárselo. Y que, si alguien lo hace, le valga. Derrocha cinismo. Es Adán Augusto López Hernández a su paso por Sinaloa, reivindicando su amistad con Héctor Melesio Cuen, “en las buenas y en las malas”, no importa que esté siendo investigado, él y su familia, por enriquecimiento “inexplicable”.

Tampoco se trataba de que hiciera leña de un árbol al que no le han faltado garrotazos, pero mientras se establece o no la culpabilidad del ex rector, un deslinde, en nombre de uno de los principales lemas de Morena y su líder, que es la lucha contra la corrupción, hubiera sido lo mínimo que, esos seguidores que viene a buscar, hubiesen esperado.

En una de sus primeras visitas a Sinaloa, todavía como secretario de Gobernación, Ríodoce cuestionó a Adán Augusto López, por unos informes de la Sedena, balconeados por el colectivo Guacamaya, donde se asegura que, siendo gobernador de Tabasco, entregó las áreas de seguridad a operadores del Cártel Jalisco Nueva Generación. Son chismes –respondió—vamos hablar de cosas serias. Pero no hablábamos de chismes, sino de informes “secretos” de la Sedena, basados en labores de inteligencia.

Esto fue en octubre de 2022, y había venido a Sinaloa, justamente a promover apoyos para que las fuerzas armadas siguieran en las calles para combatir al crimen organizado. Pero no tuvo empacho en tildar de “chismoso” y “fantasioso” un informe de la Defensa, una de las dependencias consentidas del presidente AMLO.

Seis meses después, durante una conferencia mañanera, el todavía secretario de Gobernación fue defendido por el presidente. Ante preguntas de los reporteros sobre los informes de Guacamaya, Adán Augusto dijo desconocerlos. Y que sí, efectivamente, había puesto a los funcionarios mencionados por la Sedena, en los cargos de seguridad… pero que, si había indicios de complicidad con la delincuencia, que se investigaran.

Y fue entonces que el presidente AMLO salió en su defensa al decir: “Primero, que Adán es un hombre honesto, lo conozco bien. Segundo, que hay muchos ataques de la prensa conservadora en contra nuestra. Tercero, que la gente nos tiene confianza y sabe que nunca vamos a traicionarlos”, respondió.
“Son informes de inteligencia, presidente”, le replicó una periodista. “No, con ustedes no voy a poder, porque es una prensa y medios de información que están dedicados por completo a atacar al Gobierno. Tienen todo su derecho”. Y, a su estilo, se fue contra la prensa. Y así, después de ese baño de agua bendita, Adán Augusto se convirtió en “corcholata”. Y ahora dice que será el próximo presidente de México.

Adán Augusto fue perseguido por los productores agrícolas a su paso por Sinaloa. Las mantas que pusieron a su paso expresaban su repudio a la reacción del gobierno federal ante su demanda de precios de garantía y cobertura comercial para sus cosechas. “Adán, los agricultores no estamos a gusto con tus acciones”; “Adán, si estás fuera de Sinaloa los agricultores estamos más a gusto”.

Pero al pretenso se le resbaló, no dijo nada, no mencionó el tema y por la noche se reunió para cenar con empresarios, un compadre del Mayo Zambada a su izquierda y el Leovi Carranza a su derecha. Atrás habían quedado los burócratas organizados por el STASE para asistir al evento a espaldas de catedral. Les dieron la tarde, se suspendieron reuniones y tareas en las dependencias estatales para asegurarle un buen acto a la corcholata tabasqueña, porque, ya dijo el presidente, hay que apoyarlas a todas. El “no somos iguales”, descansando en un cesto de basura. Y la congruencia también.

El mismo acarreo se observó en un acto de Los Mochis, el viejo corporativismo, al más rancio estilo de los eventos priistas, con cientos de taxistas haciendo cola, camiones repletos de acarreados y banners, espectaculares, mantas y banderines por todos lados. El costoso derroche de un representante de la austeridad republicana.

De Sinaloa se fue a Sonora y llevaba la daga clavada. En una rueda de prensa brindada en Ciudad Obregón, dijo, ya lejos de los que lo increparon en Culiacán, que ningún gobierno está obligado a apoyar a los productores agrícolas.

Bola y cadena
IGUAL QUE A ADÁN AUGUSTO, el propio presidente le lavó la cara a Claudia Sheinbaum cuando ocurrió el accidente de la Línea 12 del Metro de Ciudad de México y no quiso que ella respondiera las interrogantes. AMLO sabía que podía tener responsabilidad y mejor hizo todo lo posible para protegerla. Era ya su corcholata favorita y no la iba a dejar en el desamparo, sobre todo frente a la prensa “conservadora”. Si tuvo o no responsabilidad en la muerte de los 26 capitalinos, eso ya no se sabrá. No por ahora. Y eso es que en la 4T no se protege a nadie.

Sentido contrario
SERÍA BUENO QUE MELESIO CUEN nos hiciera una breve lista de las cualidades que encuentra en Adán Augusto para dirigir un país al que le urge mano firme contra la delincuencia y tolerancia ante los que piensan distinto.

Humo negro
GRACIAS A LA COMISIÓN de Historia y Cultura de Los Mochis por la distinción que me hizo la semana pasada, que es a su vez una distinción a Ríodoce y a todos los que lo han hecho posible en estos 20 años. Me emocionaron mucho la calidad y la humildad de los que conforman la Comhiscu. Y compartir el galardón con organismos y personas de tan alta estima en Ahome. Y, por supuesto, que entre nosotros estuviera el grupo mayo-yoreme ¡Aquí No!, que con tanta dignidad y fortaleza ha estado defendiendo por diez años sus territorios y sus costumbres. Abrazos para todos.

Artículo publicado el 02 de julio de 2023 en la edición 1066 del semanario Ríodoce.