Arqueólogos encontraron alrededor de 13 entierros humanos en la pirámide maya de Moral-Reforma, ubicada en Tabasco, con restos de 8 jóvenes que aparentemente fueron decapitados como ofrenda en un ritual hace unos 2 mil años.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), los cráneos encontrados muestran señales de decapitación, por lo que creen que la construcción de la pirámide pudo haber estado vinculada con la muerte o con una deidad del inframundo.
Entre los entierros se hallaron cráneos humanos masculinos, fragmentos de mandíbulas y también huesos de las extremidades inferiores y superiores.
Según dieron a conocer los arqueólogos la mayoría de los restos pertenecían a adultos jóvenes masculinos y muestran “deformación tabular oblicua”, es decir, un rasgo físico que se obtenía de manera intencional entablillando la cabeza en su niñez. Asimismo, tenían incrustaciones de jade en los dientes frontales.
Se considera que corresponden al periodo Clásico Tardío (600-900 d.C.), cuando Moral-Reforma, localizado en la ribera del río San Pedro Mártir, se consolidó como enclave en el control de la navegación, intercambio cultural y de mercancías entre los pueblos mayas del Petén guatemalteco y los asentados en la costa del Golfo de México.