Con el paso de tres presidentes municipales, la capital del estado pasó de ser una administración distante del gobernador a ser una de las más cercanas
El 2022 significó un año atípico en la administración pública municipal. Como muestra, en un lapso de una semana contó con tres presidentes municipales sin ser año electoral y un relevo radical en prácticamente todas las secretarías del Ayuntamiento de Culiacán.
Jesús Estrada Ferreiro hizo historia por partida doble. Primero se convirtió en el primer presidente municipal reelecto en Culiacán, y luego, en el primero en ser separado por presuntos actos de ejercicio indebido de la función pública sumado a un juicio político en su contra.
Nombrado alcalde suplente por el Congreso, Juan de Dios Gámez Mendívil tomó las riendas del municipio. Es ahijado del gobernador Rubén Rocha Moya. Antes estuvo cinco días en la silla María del Rosario Valdez Páez, emanada del Partido Sinaloense (PAS).
La capital del estado pasó así de ser una administración distante al gobierno de Rocha a uno muy cercano. En el año que concluyó Culiacán estuvo sumergido en pleitos entre Jesús Estrada Ferreiro y la administración estatal hasta lograr la cercanía con el ahijado, convertido en presidente municipal.
Sobre la relación de parentesco, el gobernador descartó haber tenido qué ver o que se trate de nepotismo.
Las primeras 114 acciones
En la introducción del primer informe se incluyen las “primeras 114 acciones del gobierno municipal de Culiacán”, en las cuales se advierten con fecha incluida medidas realizadas por la administración de Gámez Mendívil.
Entre ellas aparecen acciones eliminadas y que fueron impuestas por Estrada Ferreiro, como el cobro en el estacionamiento en el Parque 87, la cuota aumentada del tianguis los Huizaches, bonos y prestaciones a trabajadores sindicalizados y la reactivación de los CEPROFIES (Certificados de Promoción Fiscal).
Este último rubro, según la administración de Gámez Mendívil, significó una inversión privada de 5 mil 514 millones de pesos, es decir un incremento del 16 por ciento con respecto al 2021.
Por otra parte, las obras municipales se limitaron a reencarpetados y pavimentaciones en colonias y comunidades rurales. En total la comuna informa sobre 513 “obras con sentido social”.
En pavimentación con concreto hidráulico la comuna ha gastado 68 millones 390 mil 162 pesos en 23 calles, y poco más de 6 millones de pesos en rehabilitaciones con asfalto.
¿Borrón y cuenta nueva?
En cinco meses de estar al frente del Ayuntamiento, Gámez Mendívil presume incrementos en la recaudación del predial, inversión en obra pública denominada “con sentido social”, reporte ciudadano y una disminución de pasivos.
La presentación de su primer informe se dio en dos momentos distintos. El primero durante sesión de Cabildo el 26 de octubre y un mes más tarde, el martes 29 de noviembre, se celebra un evento público en el patio del Ayuntamiento con el gobernador Rubén Rocha Moya, su padrino, como invitado.
Y con apenas seis meses de estar al frente de la presidencia municipal, su administración ya confeccionó el primer presupuesto de egresos con las mismas costumbres de pasadas administraciones: más gasto operativo.
El gasto aprobado por el Cabildo para el 2023 lleva un incremento en el gasto corriente por más de 550 millones de pesos, apartado donde se incluyen salarios de trabajadores y funcionarios del gabinete.
Por ejemplo, las y los regidores han visto mejorar su salario desde 2018. En ese año el ejercicio presupuestal designó un monto por 4 millones 046 mil pesos producto de emolumentos. Para el 2023 el monto se eleva a 10 millones 501 mil 545 pesos.
Cambian nombres y colores en la comuna, pero la tendencia es la misma: más gasto operativo.
Artículo publicado el 01 de enero de 2023 en la edición 1040 del semanario Ríodoce.
