A dos años de la partida del trovador, se le recordará ahí en su bar con canciones de Silvio y Sabina
Ahí en su bar, El Peor para el Sol, Juan Jiménez sigue presente. Está rodeado de quienes lo aplaudieron tantas noches, en el escenario, bajo la figura del Ché Guevara y una cerveza fría.
Está también su voz, aquella que entonó a Sabina, Silvio y a toda la estela de trovadores, que integraron su repertorio, mientras la ciudad dormía de noche.
Sobre las mesas estaban las cubetas, las manos en lo alto para aplaudirlo y acompañarlo con las letras, que contaban tal vez sus mismas historias.
Juanito, no era un músico común. Le sobraba empatía y nunca le faltaban ganas de seguir cantando, aunque de vez en vez, invitaba a tener una pausa.
En 10 años había consolidado un espacio para todos. Su recorrido por otros cafés y bares, le había permitido configurar un grupo amplio de seguidores, que aún en la pandemia lo seguían en redes sociales.
Diciembre 2020
En 17 de diciembre de 2020 ingresó al hospital por complicaciones de Covid, se mantuvo firme pero murió el 23 de diciembre. Desde entonces Juanito se ha convertido en un inventario de letras y lugares de Culiacán.
A la ciudad llegó para abrirle espacio a la trova latinoamericana y configurar un espacio que mitiga las ausencias, pero también las alegrías.
El bar era su casa, la de siempre puertas abiertas. Y así sigue, su esposa y sus hijas han seguido recordando su memoria y su sueño.
No es fácil, dirá su esposa Francis Rosas: “Los negocios son fríos, sin emociones, ni nada, a los 12 días de que murió, me hablan de la cervecería y de no haber continuado, lo hubiera agarrado otra persona”
“Lo miré antes de morir, ya sin hablar. Me dio las contraseñas de las páginas, me encargó el bar: me dijo ya tienes las llaves, te toca cuidar. No es tanto las ganancias, sino el significado emocional, todas trabajamos. Es como tenerlo presente. Nosotros sabemos lo que significó para él, mientras podamos ahí vamos a estar”.
Juanito, el trovador
Mañana viernes 23 de diciembre, en el bar se ofrecerá un programa especial. No hay misa, ni ofrendas fúnebres. Hay fiesta, pero Rosas asegura que Juanito fue eso.
“No hay una ceremonia solemne, porque Juan no era eso. La gente que va al panteón y me pregunta porqué no tiene una cruz, incluso no quería que lo incineraran, algunas personas creen que era religioso porque gritaba vamos a misa de las seis, pero era más ateo que nada”, señaló.
“Siempre que tomo una decisión pienso qué hubiera hecho él, que el lugar siga, no es mérito mío, es el resultado de lo que él sembró. Siempre lo van a seguir recordando como lo que fue”.
Durante el evento estarán sus amigos, incluso su hija Hare, Anastasio Loaiza, Édgar Depraect, Fernando Dash, Alma Casablancas, Anabel Olivas, Abraham Macías, Berna Galindo, Alex Tostado y el grupo de rock Kali.
Ellos interpretarán el repertorio de Sabina y Silvio, que tanto cantó Juanito.
La celebración que no fue
Rosas recordó que Juanito se quedó con ganas de celebrar su cumpleaños.
“Yo celebré mi cumpleaños con mariachi y me dijo que le organizara una fiesta igual, y como estaba la pandemia me dijo que ese año no había cumplido 50 años, que sería el año próximo”.
“Me quedo con eso de su cumpleaños, ya tenía el mariachi y este homenaje, es celebrarlo. Me preguntan que cómo puedo seguir en el bar, pero es el amor, el equipo que construimos”.
Ahora, señaló, que le da gusto llegar al bar. Antes, lo hacía esperando verlo, hoy ya sabe que no está físicamente pero está su energía, su espíritu.
“En una ocasión me llama Anabel para contarme que soñó que llegó al bar a cantar y que él estaba ahí. Ella le pregunta que si qué hacía ahí, que ya no pertenecía a este mundo… y le respondió que ese era su lugar y que ahí iba a estar siempre. Yo entiendo que su energía y recuerdo ahí va a estar, mientras lo recordemos, ahí va a estar”.
Artículo publicado el 18 de diciembre de 2022 en la edición 1038 del semanario Ríodoce.